TSMC es viejo conocido de Apple. Los chips de esta compañía están presentes en productos como el Mac, el iPhone, el iPod y el iPad. Sin embargo, esto no es todo. Ahora estarían involucrados en uno de los proyectos más ambiciosos —y del que quizás menos se sabe— de la compañía de Cupertino: el desarrollo de tecnologías para la conducción autónoma; procesadores para ser exactos.

Desde hace años venimos hablando de Project Titan, la propuesta de conducción autónoma de Apple. En un principio todo parecía indicar que iban a desarrollar un vehículo propio, sin embargo, con el paso del tiempo esa idea se diluyó y empezó a tomar fuerza el concepto de un sistema de conducción autónoma que podría ser ofrecido a diversos fabricantes.

Project Titan parece estar muy vivo. No han pasado ni 24 horas desde que movimientos en la estructura interna de Apple revelaron cambios en el liderazgo del proyecto, y ahora DigiTimes informa que la compañía de la manzana estaría trabajando con TSMC en chips para su proyecto de conducción autónoma. Además, han indicado que ya se estaría avanzando en la cadena de suministros para producirlos en Estados Unidos.

La relación entre Apple y Tesla

El citado medio de comunicación taiwanés también habla de similitudes entre los procesadores de Tesla y Apple, aunque no brinda más detalles. Lo cierto es que en los últimos años, ingenieros de la compañía de la manzana de se han pasado a la de Elon Musk y viceversa. Uno de los casos más conocidos es el de Doug Field, que se fue de Apple en 2012 y regresó en 2018 como responsable de operaciones de Project Titan. Otra de las hipótesis habla de que Tesla también podría estar trabajando con TSMC en tecnologías de conducción autónoma para sus próximos vehículos.

Vender sistemas de conducción autónoma tiene sentido

Si lo pensamos fríamente, esto tiene mucho sentido. Desarrollar sistemas de conducción autónoma requiere de mucho tiempo, recursos y especialistas en diversas áreas. La idea de que cada fabricante ponga en marcha sus propios sistemas suena un poco descabellada. Es aquí donde entra en juego Apple —y quizás otras compañías como Google—, que podría ofrecerle sus servicios a diversos actores de la industria automotriz.