La relación de Uber y California no pasa por su mejor momento, y eso ya viene de largo. Según el San Francisco Chronicle, la Comisión de Servicios Públicos de California obliga a Uber a pagar una multa de 59 millones de dólares.
¿El motivo? La negación por parte de la tecnológica del transporte a responder una serie de preguntas sobre acoso sexual en Uber durante "miles de viajes". Estas cuestiones harían referencia a un informe detallado donde se detallan cada una de estas denuncias sexuales.
El rechazo de Uber a afrontar ese debate público obliga a la compañía a abonar la multa en el plazo de 30 días. Asímismo, los reguladores plantean sanciones mucho mayores que pasarían por el bloqueo de la actividad de Uber en todo el Estado de California hasta no haber respondido las cuestiones.
Un anuncio que, pese a esta situación, está cargado de ironía. Hace apenas unos meses, era precisamente Uber la que amenazaba con dejar las calles de California ante la nueva ley –ahora denegada– de contratar a los conductores. Ahora es el propio Gobierno el que invita a Uber a abandonar el estado si no cumple con la aportación de información.
De hecho, el importe de la multa impone 7.500 dólares por cada uno de los casos de acoso sexual en Uber que la tecnológica no ha querido responder. El informe, que consta de 84 páginas, recoge un total de 3.045 denuncias de acoso sexual. Así como 9 asesinatos todos concentrados en Estados Unidos desde una parte de 2017 hasta 2018. Lo que implica que esa elevada cifra no recoge las denuncias del resto de las regiones en el mundo.
¿Cuál es el motivo para que Uber rechace responder dichos requerimientos? El punto de inflexión para la tecnológica es la protección de datos de las víctimas, la cual no está asegurada ni bajo el sello de los reguladores. Lo que para el juez es un intento de frustrar el curso de la investigación, para Uber supone una "violación impactante de la privacidad". Un proceso que implicaría la divulgación de datos personales de víctimas sin su consentimiento, según ha declarado Uber a The Verge. Y porque la tecnológica no está dispuesta a pasar.