El fenómeno empezó con la historia de Bittori y Miren. Con el asesinato del Txato a manos de ETA y lo que eso supuso para dos familias. Patria, de Fernando Aramburu, ha sido un éxito rotundo desde que salió a la venta en 2016. Desde hace unas semanas vuelve a estar en boca de todos por el estreno en HBO de la serie basada en la novela. En abril, durante el confinamiento, La línea invisible contaba la historia de cómo ETA se entregó a las armas en Movistar Plus. Y, desde el pasado viernes 30 de octubre, la docuserie El desafío: ETA hace un repaso del grupo terrorista vasco.
Este 2020, las producciones españolas han tocado este capítulo de la historia desde diferentes ángulos. Para algunos, las series son una manera de recordar. Para otros, una forma de conocer lo que sucedió en el país antes de que la banda terrorista dejara las armas en 2011. La consultora GAD3 publicó un estudio recientemente en el que arrojó que el 68% de los jóvenes no ha estudiado nada relacionado con ETA ni en el colegio ni en la universidad. El 60% reconoció que no sabe quién fue Miguel Ángel Blanco.
Manuela Simón, Cabo 1º de la Guardia Civil y coautora de los libros Historia de un Desafío, sobre el que está basada la docuserie de Amazon, respondió a Hipertextual en una rueda de prensa que el problema se basa en que la falta de educación y conocimiento sobre la historia de ETA. "Es una pena que haya niños de 14 o 15 años que no sepan nada de la banda terrorista. Por eso este documental es tan importante, porque refleja lo que hemos vivido durante 50 años".
La docuserie de Amazon se divide en 8 capítulos en los que se hace un repaso histórico de principio a fin sobre la historia de la banda terrorista a través de entrevistas con víctimas, ex miembros de la organización y ex presidentes del Gobierno como José María Aznar y Felipe González. El profesor de Filosofía de la Universidad Pública del País Vasco, escritor y ex diputado español Carlos Martínez Gorriarán cree que es positivo que se hayan estrenado producciones relacionadas con ETA aunque el riesgo es que estas series no profundicen lo suficiente. "Ese peligro está ahí y el sentimentalismo también, que no se expliquen las ideas políticas de por qué ETA mataba", dijo a Hipertextual.
Martínez Gorriarán coincidió con Manuela Simón en que el terrorismo de la banda no se enseña ni en las escuelas ni en ningún otro sitio y que por lo tanto es normal que un joven de 20 años, que ha ido crecido con la desaparición de ETA, no conozca esta parte de la historia.
"Hay que explicar los motivos de por qué mataban. Es como si ahora se hace una encuesta y se descubre con asombro que los jóvenes no saben qué es el teorema de Pitágoras y se dice que hay que explicárselo en sus casas. Pues no, porque la educación está para lo que está y hay que explicar la historia contemporánea de España y Europa para que la gente joven sepa de dónde venimos y dónde estamos. Es un problema que tiene España porque no le da importancia a la historia".
Series de ETA: ¿por qué antes no y ahora sí?
El terrorismo de la organización vasca ha acompañado a España a lo largo de su historia reciente, hasta que en 2011 dejaron las armas y la banda se desmantelara en 2018. Se han estrenado algunos documentales y películas que muestran algunos de los momentos más importantes de este capítulo pero nunca se han lanzado producciones sobre el tema a bombo y platillo en un período tan corto de tiempo. La razón principal que explica el fenómeno es el boom de la novela Patria, que aborda una cuestión que estaba en la sombra.
Carlos Martínez Goarriarán argumenta que muchas personas no quieren hablar del terrorismo de ETA "por vergüenza". El ex diputado indicó que una de las características del País Vasco es la autocensura de aquellos que no hicieron nada para condenar las acciones de la banda. "En el resto de España, aunque se diga que había grandes movilizaciones, estas las había cuando pasaba algo, como el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Pero ETA estuvo actuando muchos años con muy poco rechazo social", afirmó a Hipertextual.
La segunda razón que atribuye el profesor de filosofía a que en este momento haya un boom de series sobre ETA es que la organización ya no da miedo. Martínez Gorriarán recordó que, antes de que la organización dejara las armas, era peligroso hablar sobre el tema por miedo a ser perseguido o amenazado o hasta asesinado por los terroristas. Por ello, continuó, producir series sobre ETA se veía con aprensión y prudencia. Ahora, en cambio, la situación ha cambiado totalmente.
Consuelo Ordóñez, presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) y hermana de Gregorio Ordóñez, político del Partido Popular asesinado el 23 de enero de 1995, añadió que la sociedad también tiene la necesidad de reflexionar sobre el terrorismo y sus consecuencias. Casi 10 años después de que ETA abandonara las armas, para algunos puede haber llegado el momento de hablar sobre el tema. "Esto ocurre de forma paralela al intento de la izquierda abertzale de enterrar para siempre a ETA y vivir como si no hubiera existido nunca. Pero es muy importante asentar en el imaginario colectivo de la sociedad quiénes fueron las víctimas y quiénes los asesino", subrayó Ordoñez para Hipertextual.
"Este tipo de contenidos son útiles para quitar la venda de los ojos a aquellos que no han querido ver lo que estaba haciendo ETA mientras estaba activa o que no les han enseñado nada sobre el terrorismo".
En este contexto, la presidenta de COVITE señaló que algunos historiadores y sociólogos han estudiado el fenómeno de la memoria sobre acontecimientos históricos como el nazismo. Los estudios concluyeron que cuando un periodo dramático y traumático en una sociedad llega a su fin, la reacción inmediata que se genera es la de evitar hablar de ello para disfrutar, en cierta manera, de una sensación de alivio. "En la sociedad alemana se tardaron varios años en abordar la memoria del nazismo y del holocausto. Siguiendo este planteamiento podría explicarse también que, al término de los 50 años de terrorismo etarra, haya habido cierto silencio generalizado sobre este tema".
Un 'regalo' para las víctimas de terrorismo
Consuelo Ordoñez ha sufrido el terrorismo de ETA de primera mano. 25 años después de que su hermano fuera asesinado, ve las producciones sobre el grupo terrorista como un "regalo para las víctimas". La razón principal es porque, a pesar de que las series tienen un punto de ficción, han logrado reflejar lo que fue el terrorismo etarra. "Creo que el hecho de que se ofrezcan este tipo de contenidos audiovisuales es una grandísima aportación para las víctimas del terrorismo y para la memoria de todos aquellos que sufrieron de una manera u otra los efectos de la violencia terrorista de ETA", concluyó.
En el caso específico de Patria, Ordoñez explicó que la serie refleja a la perfección lo que significa ser víctima de ETA en el País Vasco, que no es lo mismo que ser víctima de ETA en otras partes de España. El hecho de serlo en la región, afirmó, implica el sufrimiento añadido del vacío y el desprecio social, así como el hacer sentir culpable a la víctima porque le hayan asesinado a un familiar, le acosen o persigan.
Por su parte, La línea invisible desmonta para Consuelo Ordoñez el mito etarra de que ETA existió porque no le quedaba otro remedio y porque formaba parte de un conflicto político anterior a ella. "Refleja la decisión consciente y calculada que tomaron los etarras de optar por la violencia, una decisión libre ante la cual solo tienen que rendir cuentas quienes decidieron ir por esa senda destructiva".
La víctima del terrorismo de ETA coincidió en el reto para enseñar a los más jóvenes en qué consistió la banda terrorista. Pero, pese a las dificultades, subrayó que nunca es tarde para abordar la memoria del terrorismo ni para evitar la desmemoria en la sociedad española. Por el momento, la gran aportación de las series sobre ETA ha sido poner el foco en un tema que, desgraciadamente, para muchos es desconocido.