En 2018 se estrenó The Haunting of Hill House en Netflix, confeccionada por Mike Flanagan. Entonces decíamos que se trataba de una verdadera joya del horror y muchos coincidieron en este veredicto. Y es que Flanagan hizo una serie sorprendente. La adaptación de la obra homónima de Shirley Jackson resultó todo un espectáculo memorable y horrorífico. Más tarde se anunció que Hill House sería una antología del horror y todos los fans del género festejamos. Así, la segunda temporada sería The Haunting of Bly Manor, basada de forma libre en Una vuelta de tuerca de Henry James.
Recientemente The Haunting of Bly Manor llegó a la plataforma de Netflix. Y acá la repasamos sin spoilers.
Antes de ver la nueva entrega de la antología de The Haunting a cargo de Mike Flanagan, repasamos algunos de los detalles más destacados de esta temporada. Entre ellas que The Haunting of Bly Manor no tiene relación alguna con la primera. A pesar de que varios actores del reparto original aparecen en la nueva entrega. Simplemente la protagonista, Victoria Pedreti, da vida a Dani, una au pair estadounidense que se coloca en la mansión de Bly para cuidar a dos pequeños que perdieron a sus padres recientemente y están a cargo de su tío que se rehúsa a verlos.
Del reparto original también destacan: Oliver Jackson-Cohen, Kate Siegel y Henry Thomas, quienes interpretan a otros personajes completamente nuevos y de una forma extraordinaria. Todas las actuaciones, incluyendo a los nuevos fichajes son espectaculares. Sin duda las actuaciones son destacadas, soberbias en muchos sentidos y sorprendentes en el caso de los pequeños. Amelie Bea Smith, que interpreta a Flora Wingrave, y Benjamin Evan Ainsworth, quien hace de Miles Wingrave. Eso sí, como la historia se desarrolla en Inglaterra, el inglés es bastante peculiar por los acentos que, según ha expresado el público angloparlante, no están del todo bien pulidos. De cualquier forma, el desarrollo de sus actuaciones es muy destacada.
No es una historia de fantasmas
En algún momento, un personaje dice que toda la historia de The Haunting of Bly Manor no es una historia de fantasmas, sino una historia de amor. Este mismo veredicto lo ha dicho el propio Mike Flanagan, así que no debe sorprendernos. Sin embargo, se trata de una historia de amor gótica, con todos los elementos que necesita un relato como este. Y es que la segunda temporada de este show es impecablemente gótica, en el sentido más clásico. The Haunting of Bly Manor es un extraordinario manual de horror gótico, en donde el amor y la muerte están unidos de una forma apasionante.
Eso sí, aunque estamos ante una serie de horror clásico en su máxima expresión, lo cierto es que Flanagan consigue una temporada fresca, compleja, con un montón de lecturas a través de sus 8 episodios. Es decir, logra superar el riesgo de ser solo una suma de clichés y lugares comunes, y en cambio dota a los elementos del horror clásico de un nuevo papel. Tenemos, por ejemplo, la propia mansión encantada; incontables veces se ha utilizado como marco para desarrollar una historia de horror y, sin embargo The Haunting of Bly Manor logra ser sorprendente y memorable. Así mismo con muchos otros elementos de la trama.
Un acierto más de The Haunting of Bly Manor es que la historia de amor central es muy bonita y al desarrollarse conocemos otras historias de amor. Todas enmarcadas en la mansión, todas marcadas con halo de fatalismo que le hacen muy bien a las historias de horror. Y es que a eso que le llamamos "amor" tiene bastantes formas de expresarse, pues a veces se le llama "amor" a la violencia y otras veces al simple pero terrible apego. De eso y más nos habla The Haunting of Bly Manor, en ocasiones de forma sutil y otras veces de una forma brutal.
Las muchas historias de 'The Haunting of Bly Manor'
Es un gusto que The Haunting of Bly Manor sea distinta a The Haunting of Hill House, aunque es cierto que para muchos les resultará más impactante y escalofriante la primera entrega. Sin embargo, Bly Manor cuenta con su propia esencia, y es justo lo que una antología busca ¿o no? Mike Flanagan utiliza otros recursos para su nueva entrega para Netflix y logra su cometido.
La nueva propuesta de la antología The Hauting es, sin duda, impecable en muchos sentidos, aunque, debe decirse, nos pide paciencia. The Haunting of Bly Manor se cocina a fuego lento y la trama completa no se desempaqueta sino hasta los últimos dos episodios. Esto no es un defecto, sino un ritmo propio de la serie, que cada capítulo avanza lo necesario para mantenernos atentos, en suspenso. Es decir, nos exige como público pero paga muy bien. Flanagan consigue un equilibrio que casi cualquier tropiezo hubiera sido fatal, y aun con todo esto cierra de forma certera y satisfactoria su relato. Algunos pensarán que tal vez es un tanto rosa y feliz para un título de horror, pero debemos comprender que el horror gótico, sobre todo si implica una historia de amor, siempre nos dejará con una sensación melancólica que se mece lentamente como un lago encantado en una mansión embrujada.
The Haunting of Bly Manor ya se encuentra disponible para todos los suscriptores de Netflix desde el pasado 9 de octubre.