Tesla ha anunciado este viernes que, durante el tercer trimestre de 2020, han logrado batir su propio récord de entrega de coches. Concretamente, la compañía californiana ha logrado entregar 139.300 vehículos, lo que supone un aumento considerable respecto a los 112.000 que constituían su anterior récord.

Casi el 90% de los 139.300 vehículos entregados durante el tercer trimestre fueron Tesla Model 3 o Tesla Model Y, los modelos más económicos que la marca actualmente comercializa. La compañía, además, logró fabricar un total de 145.036 vehículos durante un tercer trimestre complicado dada la crisis sanitaria y económica que está afectando a todo el mundo.

Vehículo Fabricados Entregas
Model S/X 16.992 15.200
Model 3/Y 128.044 124.100
Total 145.036 139.300

Estas cifras han superado las expectativas de los analistas de Wall Street, que esperaban un total de 137.000 entregas en este periodo. Se trata del tercer trimestre consecutivo en el que Tesla logra entregar más vehículos de los que los analistas inicialmente esperaban.

La compañía espera cerrar 2020 con 500.000 nuevos vehículos entregados a los clientes. En los tres primeros meses del año, no obstante, la marca ha acumulado un total de 318.350 entregas, de las cuales 88.400 se produjeron durante el primer trimestre y 90.650 durante el segundo.

Tesla quiere fabricar un vehículo de 25.000 dólares

Elon Musk / Tesla

Durante el Battery Day, Elon Musk reveló que el plan de la compañía es lanzar un vehículo eléctrico de 25.000 dólares, lo que posicionaría a la marca norteamericana en una ventana mucho más asequible.

El ejecutivo también aseguró que Tesla está trabajando en una serie de nuevas baterías que permitirán rebajar el coste del kWh por debajo de las predicciones de los analistas. Según Bloomberg New Energy Finance, el precio de cada kWh era 1.183 dólares en 2010. Desde entonces, el coste ha caído progresivamente hasta los 156 dólares por kWh que se registró en 2019. En 2023, según el citado estudio, el coste de cada kWh caerá hasta los 100 dólares.

En estos momentos, las baterías se encuentran entre los elementos más caros de un vehículo eléctrico. El abaratamiento de las mismas, por lo tanto, será fundamental para poder desarrollar coches más asequibles que reemplacen progresivamente a los vehículos de combustión a lo largo de los próximos años.