La llegada de realme al panorama occidental para complicarle las cosas a Xiaomi es algo que, si bien aún está lejos de ser una preocupación para la reconocida firma asiática, eleva el nivel de competencia en el sector. Algo que se hace evidente de manera muy especial en aquel segmento donde los precios son más ajustados, lo cual se deja ver con los nuevos realme 7 y realme 7 Pro.

Y es que ambos terminales hacen especial hincapié en el precio como factor claro de venta, intentando ofrecer el máximo valor en relación a sus especificaciones. No es fácil, sin embargo, conseguirlo en un momento en el que las propuestas son tantas y tan variadas por parte de múltiples fabricantes.

realme 7 Pro realme 7
Pantalla 6,4" AMOLED 6,5" IPS LCD
Procesador Qualcomm Snapdragon 720G Mediatek Helio G95
Almacenamiento 128 GB 64, 128 GB
RAM 6/8 GB 6/8 GB
Cámara trasera 64 MP f/1.8 + 8 MP f/2.3 (gran angular) + 2 MP f/2.4 (macro) + 2 MP f/2.4 (profundidad) 48 MP f/1.8 + 8 MP f/2.3 (gran angular) + 2 MP f/2.4 (macro) + 2 MP f/2.4 (profundidad)
Cámara frontal 32 MP f/2.5 16 MP f/2.1
Biometría Lector de huellas en pantalla Lector de huellas en el lateral
Batería 4.500 mAh, carga rápida 65W 5.000 mAh, carga rápida 30W
Precio 299 euros 179 euros

realme 7 y realme 7 Pro: buen 'feeling'

realme 7 Pro con Instagram
realme 7 Pro

Las sensaciones que transmiten ambos dispositivos son notablemente buenas al tenerlos en mano. Este es un hecho que se revela claro en el momento de sostenerlos por vez primera y que se mantiene a lo largo del tiempo de uso. Sus acabados, a pesar de ser en plástico, son agradables y parecen trabajados, algo que acompaña en gran medida a su liviano peso. En terminales de ciertas dimensiones, reducir sus gramos totales resulta clave, y en el caso de los realme 7 y 7 Pro, el resultado es excelente.

Los dos teléfonos comparten un gran número de similitudes estéticas, hasta el punto de que no resulta fácil distinguir uno de otro por su frontal o trasera. Su lente para selfies más reducida, en el caso del Pro, o la disposición de las lentes en el módulo de cámara trasero son algunas de las formas de discernir el par, pero hasta ahí.

Uno de sus principales distintivos es el panel de la pantalla. AMOLED en el caso del realme 7 Pro y LCD en el modelo estándar, ofrece una mejor experiencia en el caso del primero. A esto se suma, también, que el smartphone es algo más compacto y menos pesado, como se ha mencionado en líneas anteriores.

Por las características del panel, realme incluye en la versión Pro el lector de huellas directamente integrado bajo el mismo, mientras que el realme 7 lo añade en el lateral del mismo. En ambos casos funcionan de manera razonablemente buena, permitiendo acceder al terminal de manera rápida y fiable.

Falta de contundencia

A pesar de que el almacenamiento y memoria RAM resultan suficientes en ambos casos, el aspecto en el que se echa más de menos una cierta contundencia por parte de realme es el del procesador. La oferta de terminales con un SoC superior en los dos segmentos es muy amplia, y es un aspecto que penaliza a los dos terminales (el Xiaomi Mi 10T Lite, de precio similar al realme 7 Pro, dispone de un Snapdragon 750, con 5G).

Aunque serán capaces de llevar a cabo una gran cantidad de tareas sin problema, no es tampoco raro apreciar una falta de fluidez si uno comienza a exigirle al dispositivo en términos de juego o tareas exigentes. Aunque no será una traba en el espectro amplio, y será suficiente para la amplia mayoría de su público, resulta necesario tener en cuenta este apartado, especialmente en vistas a hacer uso de los smartphones durante un largo tiempo.

realme 7 y 7 Pro, detalle de cámara

Las cámaras del realme 7 y realme 7 Pro

En el apartado fotográfico se aprecia una paridad casi exacta de configuraciones en uno y otro modelo, diferenciándose de manera principal por el mayor número de megapíxeles en el sensor principal y en el delantero, en el caso del realme 7 Pro.

Foto de una flor en macro con el realme 7 pro
realme 7: macro.

Foto de atardecer con el realme 7 pro
realme 7 Pro.

Sobre el papel, las dos ofrecen solvencia y un vasto número de posibilidades de disparo, como dicta la norma a día de hoy. Sin embargo, y pese a ello, la experiencia resultante no llega a ser del todo buena, y cae por detrás de la competencia en aspectos como el modo noche, la propia aplicación de la cámara y la previsualización dentro de ella o la aplicación del HDR y el desenfoque.

Autoretrato con el realme 7 pro
realme 7 Pro: selfie en modo retrato.

Autoretrato con el realme 7 pro
Autoretrato con el realme 7.

realme 7.

Generalmente, y si las condiciones lumínicas son buenas, será sencillo sacar el dispositivo del bolsillo, apuntar y tomar una fotografía que cumpla con lo que uno espera obtener. Si alguna de las constantes ambientales empeora, sin embargo, uno tendrá que efectuar varias tomas hasta obtener un resultado aprovechable, que en algunos casos no terminará por llegar.

realme 7 Pro.

Foto nocturna con el realme 7 pro
realme 7 Pro: modo noche.

Es este, quizá, el aspecto más débil de ambos dispositivos, aunque el realme 7 queda aquí también por debajo del modelo Pro. Si la fotografía y el proceso de capturar imágenes te importa, existen dispositivos en el mercado que, por un precio similar, pueden desenvolverse mejor.

realme 7 y 7 Pro boca abajo

En términos generales, el realme 7 y el realme 7 Pro son dos smartphones que, aunque cumplen con los mínimos exigibles en sus respectivos segmentos, no son capaces de destacar en prácticamente ningún aspecto de manera individual, más allá de su peso y manejabilidad. Son buenas opciones para quien no pida demasiado a su teléfono móvil –especialmente si existe algún descuento de por medio–, pero se echa en falta una mayor contundencia en la propuesta por parte de la marca.