El pasado mes de abril, la compañía aerospacial de Elon Musk anunciaba que durante los meses de noviembre o diciembre de este año se lanzaría el que será su cuarto cohete Falcon Heavy. Sin embargo, dadas las extraordinarias circunstancias de este 2020, se acaba de anunciar un nuevo retraso del lanzamiento de SpaceX, hasta el próximo 28 de febrero.

A algo más de cinco meses de la fecha señalada, la carga, e incluso la función, de la nave siguen siendo un misterio, aunque se sospecha que pueda tener fines militares. Pero entonces, ¿qué sabemos de momento?

Datos tras el retraso del lanzamiento de SpaceX

Por ahora solo se sabe que el nuevo Falcon Heavy será el centro de la misión USSF-44, cuyo fin posiblemente sean las telecomunicaciones de carácter militar. Esta incluye dos satélites y al menos dos cargas útiles adicionales desconocidas.

Los avistamientos de las diferentes piezas del cohete ya habían servido como anuncio del retraso del lanzamiento de SpaceX hasta 2021. Las últimas de las que hay constancia son dos propulsores, uno que se transportó al oeste tras las pruebas de aceptación y otro que se dirigió a Texas el mes pasado para someterse a ellas. Los informes sobre la misión establecen que los tres propulsores usados en ella serán totalmente nuevos, por lo que faltaría un tercero del que aún no hay constancia.

La producción de este tipo de piezas ha estado ralentizada por la propia compañía, que se ha centrado principalmente en la fabricación de hardware desechable, como los carenados que no se reutilizan entre misiones.

Esto ha ralentizado notablemente la puesta a punto de USSF-44. Sin embargo, esto era algo con lo que ya se contaba, por lo que se sospecha que el retraso pueda tener más relación con la situación planteada por el coronavirus.

Comparando con otras misiones

Para la misión Arabsat 6A, lanzada en abril de 2019, los propulsores empleados ya se encontraban en Florida tres meses antes. Si se repitiese el procedimiento deberían estar listos para noviembre. No obstante, el hecho de que aún no hayan terminado de pasar las pruebas pertinentes indica que aún queda un tiempo para que estén preparados.

Por eso estaba claro que más tarde o más temprano se anunciaría el retraso del lanzamiento de SpaceX e incluso, con la nueva fecha, se considera un cálculo muy ajustado.

De momento hay tiempo. Si no hay más aplazamientos, en los próximos meses los misterios que rodean USSF-44 se irán desvelando hasta el día en el que, por fin, el Falcon levante el vuelo y ponga rumbo a la órbita geoestacionaria.