Hace 25 años, alguien en Springfield levantó un arma y finalmente cumplió el deseo de toda la extraña población de la ciudad: disparar al malvado, tétrico y avaricioso Montgomery Burns, millonario tutelar del pueblo y villano de ocasión para uno de los finales de temporada más recordados de Los Simpson, ahora disponibles en Disney Plus.

El episodio marcó una época en la serie y en la forma en cómo, hasta entonces, se había comprendido la importancia y trascendencia de su colección de referencias pop y manera de reflexionar sobre la cultura de masas. Buena parte de la audiencia especuló durante todo el verano sobre la identidad del autor del famoso disparo (spoiler: fue Maggie y si te enfurece leer esta información, deberías ver más televisión) y al final, la forma en que los guionistas manejaron el impacto y el fondo del argumento sorprendió por su inteligencia y buen hacer. En resumen, el final de la temporada 6 y el comienzo de la 7, pasaron a la historia de la ficción televisiva moderna.

El escritor Bill Oakley ha querido recordar el acontecimiento, por lo que compartió algunas opiniones sobre el tema en Twitter, en donde encontró a una toda legión de fans entusiasmados de recordar el pequeño gran acontecimiento televisivo.

https://twitter.com/thatbilloakley/status/1306691772106506240

Corría 1995 y, hasta entonces, Los Simpson era famosa por sus incorrección —que a la distancia nos parece inofensiva— pero, en especial, la forma en que reconstruyó el célebre life style norteamericano en algo más realista, pesimista y a menudo conmovedor. Pero el estreno de la temporada número 7 fue un punto de ruptura al lenguaje de la serie como medio cultural.

Se trató de un montaje estrafalario, brillante y singular que no sólo resumió varias de las obsesiones televisivas de la cultura estadounidense, sino además meditó sobre el bien, el mal y la moral desde una sorprendente perspectiva cínica.

Por si no lo sabes, el capítulo rinde homenaje y satiriza uno de los episodios clásicos y más recordados de la serie Dallas, ¿Quién disparó a J.R.?, pero la repercusión del misterio fue tan considerable que terminó por convertirse en la forma de mantener la atención del público sobre la serie durante una época peligrosa.

Pasado el asombro que despertó las primeras temporadas, Los Simpson comenzaron a perder televidentes y de despertar interés en el debate sobre el mundo televisivo, por lo que el episodio no sirvió para reverdecer su popularidad, y usar la posible muerte del villano titular de Springfield como un anzuelo publicitario: hubo una línea telefónica a la que los fanáticos podían llamar para escoger su “sospechoso” favorito y también un sitio web, en una época en que la idea parecía extravagante e incluso minoritaria.

Con el correr de las semanas, el fenómeno alrededor de ¿Quién le disparó al Sr. Burns? se convirtió en el verdadero antecedente de la publicidad transmedia y la utilización de múltiples recursos de plataforma para dialogar entre fanáticos y sus shows favoritos que hoy nos resulta tan familiar.

El escritor hizo algunos comentarios sobre precisamente ese fenómeno en las redes sociales, jugando con la ya conocida teoría que el programa resulta ser profético en varias maneras distintas. Lo que haría de toda la experiencia que rodea al conocido episodio una demostración de la forma como el programa logró comprender los movimientos culturales y de medios alrededor de la programación televisiva, a tal profundidad como para crear toda una nueva versión sobre las relaciones entre los fanáticos y sus programas favoritos.

Los Simpson: cambio en su relación con los fans

Además de bromear con todo la sensación que causó el programa y finalmente, la identidad del asesino, Oakley incluyó algunos comentarios sobre la forma en que se ha tergiversado la supuesta capacidad predictiva de la serie, en especial, el hecho incluyera lo que parece la insinuación sobre un virus asiático destinado a convertirse en epidemia.

“No me gusta que se utilice con fines nefastos”, comentó Oakley. “La idea de que alguien se apropie indebidamente de él (de la serie) para hacer que el coronavirus parezca un complot asiático es terrible. En términos de tratar de culpar a Asia, creo que es asqueroso. Creo que el antecedente más importante de (la gripe de Osaka) fue la gripe de Hong Kong de 1968. Se suponía que sería una broma rápida sobre cómo llegó la gripe aquí".

Homer Simpson

Se suponía que era absurdo que alguien pudiera toser en una caja y el virus sobreviviera de seis a ocho semanas en la caja”, continuó. “Es caricaturesco. Lo hicimos intencionalmente caricaturesco porque queríamos que fuera tonto y no da miedo, y no tiene ninguna de estas malas asociaciones, razón por la cual el virus en sí actuaba como un personaje de dibujos animados y se comportaba de maneras extremadamente irreales".

“Hay muy pocos casos en los que Los Simpson predijeron algo”, agregó Oakley. “Es principalmente una coincidencia porque los episodios son tan antiguos que la historia se repite. La mayoría de estos episodios se basan en cosas que sucedieron en los años 60, 70 u 80 que conocíamos”.