Finalmente, la película Cuties de la senegalesa Maimouna Doucouré (titulada en latinoamérica Guapis), llegó el 9 de septiembre a las pantallas de Netflix. Pero en lugar de acallar las voces críticas a su alrededor (como su directora insinuó en varias declaraciones previas), el estreno del film solo contribuyó a recrudecer el escándalo alrededor del argumento del film: las controvertidas escenas que muestran a niñas pequeñas en medio de bailes con connotaciones eróticas levantaron una nueva oleada de críticas mundiales e, incluso, un boicot en redes sociales contra el canal.

No obstante, todo lo anterior no parece haber impresionado demasiado al Gremio de Directores de Francia, que declaró esta semana que el boicot contra Cuties es un ataque a la libertad creativa impulsado por los conservadores.

Cuties, con el apoyo del distribuidor

La célebre Société civile des Auteurs-Réalisateurs-Producteurs, el gremio de autores, directores y productores de Francia, emitió un comunicado este 15 de septiembre para defender de manera directa el controvertido lanzamiento Cuties, envuelto en una agría polémica debido a una serie de secuencias en las que niñas pequeñas llevan a cabo coreografías de baile en apariencia eróticas.

La película se ha convertido en un tema de conversación nacional en Francia luego de su lanzamiento el 9 de septiembre por acusaciones de que sexualiza a niños actores y promueve la pornografía infantil. L’ARP considera que la reacción violenta sobre Cuties es un “grave ataque a la libertad de creación” impulsado por lo que llama “los más conservador de los estadounidenses”, según recoge Variety en un amplia nota sobre el tema.

“En un momento en el que los estadounidenses más conservadores están pidiendo un boicot a la película Cuties, nos gustaría apoyar a su director, Maimouna Doucouré, quien ganó el premio a la Mejor Dirección en el Festival de Cine de Sundance”, objeta la institución a través de un comunicado oficial. “Esta película, producida en Francia, luego comprada por Netflix para su distribución en Estados Unidos, es emblemática (por simbolizar) la indispensable libertad de expresión que el cine, en toda su diversidad, necesita para abordar temas inquietantes, por lo que es necesaria para el ejercicio de la democracia. Siempre estaremos con quienes apoyan y difunden obras que expresan esta libertad”.

La cronología de un escándalo

La polémica alrededor de la película Cuties estalló el 20 de agosto, después de que Netflix mostrara en sus redes sociales, página de inicio y catálogo un póster con imágenes de las estrellas infantiles de la película haciendo poses sugerentes en atuendos reveladores. La campaña publicitaria generó inmediatas acusaciones que la película sexualiza a sus estrellas, a pesar que la directora y productores del film aseguraron que Cuties critica abiertamente las formas en que la sociedad ejerce presión sobre las jóvenes para que sean abiertamente sexuales.

En medio de un debate en redes sociales cada vez más agresivo, y que acumuló una considerable cantidad de acusaciones contra Netflix, el canal se disculpó por comercializar la película de manera inapropiada. Además, invitó a sus suscriptores y al público en general a ver la película el día de su estreno para opinar sobre su argumento de forma apropiada.

La llegada del film al catálogo de Netflix solo reavivó la indignación y la llevó a una nueva dimensión. El senador Ted Cruz envió una carta al Departamento de Justicia durante el fin de semana solicitando que Netflix sea investigado por la producción y distribución de pornografía infantil. David Grumbach es el director ejecutivo de Bac Films, la empresa francesa de distribución y finanzas detrás de “Cuties”, y dijo a Variety que es “escandaloso acusarnos de promover la pornografía infantil”.

“Creo que las protestas provienen de la derecha, de una franja del ultraconservadurismo”, dijo Grumbach, siempre según Variety. “Pero estamos agradecidos de que Netflix [mantuvo] la película [en su plataforma] y la ha apoyado a pesar de todo. Debemos ser fuertes y unidos para proteger la libertad de los cineastas. No es solo para Francia, sino también para Hollywood".

Grumbach continuó: “Piense en Jodie Foster, que tenía 12 años cuando interpretó a una prostituta en Taxi Driver, en la película Little Miss Sunshine, o en las innumerables otras películas que habrían sido boicoteadas si cediéramos a este tipo de conservadurismo. No podríamos hacer películas sobre el aborto, la violencia, etc, porque para denunciar algo hay que mostrarlo”.

Días atrás, la directora de Cuties, Maimouna Doucouré, reaccionó al escándalo en una entrevista con la revista Zora, diciendo: “Me doy cuenta de que las personas que han iniciado esta controversia aún no han visto la película. Netflix se ha disculpado con el público y conmigo. Espero que estas personas vean la película ahora que pueden hacerlo. Estoy ansiosa por ver su reacción cuando se den cuenta de que ambos estamos del mismo lado en esta lucha contra la hipersexualización de los niños pequeños”.

A pesar de las palabras de la directora, la polémica no ha hecho más que recrudecerse y, a una semana del estreno, todavía el boicot en redes es lo suficientemente fuerte como para que el Gremio de directores de Francia reaccionara en favor de Doucouré. ¿Netflix finalmente retirará a Cuties de su catálogo?¿Debería hacerlo?

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