En 2019 descubrimos que las ballenas ahuyentan al gran tiburón blanco, el depredador entre los depredadores. Ahora, además, un nuevo estudio indica que hay otro animal marino a quien el rey de la costa teme. Y es que un equipo de científicos marinos ha descubierto que los tiburones blancos (Carcharodon carcharias) desaparecen en cuanto detectan en su zona la presencia de orcas (Orcinus orca).

"Cuando se enfrentan a las orcas, los tiburones blancos abandonarán inmediatamente su terreno de caza preferido y no regresarán hasta un año después, aunque las orcas solo estén de paso", comentó el ecólogo marino Salvador Jorgensen del Acuario de la Bahía de Monterey.

Datos utilizados

Para llegar a estas conclusiones, según recoge ScienceAlert, los investigadores recopilaron dos tipos de datos. Por un lado, los movimientos de 165 tiburones blancos marcados con GPS entre 2006 y 2013. Mientras que por el otro lado, usaron 27 años de datos de población de orcas, tiburores y focas recopilados por Point Blue Conservation Science en el sureste de la Isla de Farallon. Este lugar se encuentra frente a San Francisco.

Es más, también documentaron los datos de cuatro grandes enfrentamientos entre orcas y este tipo de tiburones en el Santuario Marino Nacional del Gran Farallones. Estos datos, además, luego se enfrentaron con los anteriores para llegar a una conclusión. En todas y cada una de las ocasiones en las que aparecían orcas en la región, los tiburones salían del espacio rápidamente. Dejaban el escenario y se mantenían alejados de este hasta el siguiente año. Incluso si las orcas solo pasaban una hora en la zona, los tiburones blancos no volvían hasta un año después a ese lugar.

Elefantes marinos: ¿origen del enfrentamiento?

¿Y los grandes beneficiados de estos enfrentamientos? Los elefantes marinos (Mirounga angustirostris). Estos animales habitan en la costa y son la comida favorita del gran tiburón blanco. Así que fueron los que salieron más beneficiado de este extraño temor porque al desaparecer por un año de su hábitat, ningún tiburón les daba caza.
Aunque de vez en cuando las orcas se comen un par de elefantes marinos, ellas aparecen con muy poca frecuencia.

"En promedio, documentamos alrededor de 40 eventos de depredación de elefantes marinos por tiburones blancos en el sureste de la isla Farallon cada temporada", indicó el biólogo marino Scot Anderson del Monterey Bay Aquarium. "Después de que aparecen las orcas, no vemos un solo tiburón y no hay más muertes".

¿Y a dónde se marchan los tiburones blancos? Por lo general siguen en la costa, a una distancia segura de sus enemigas las orcas, pero con acceso a otros elefantes marinos. Sin embargo, a veces se marchan a lugares mucho más lejanos, como la región apodada White Shark Café, que se encuentra en medio del Océano Pacífico.

Aunque los 5,5 metros que suelen medir los tiburones blancos podrían ser un impedimento para las orcas, la realidad es que estas cazan ballenas mucho más grandes. Por lo que los tiburones no son nada para ellas. De hecho, cuando un tiburón es atacado por una ballena, este aparece sin hígados, ricos en vitaminas y aceite. Además, no es exclusivo de esta zona sino que es un comportamiento que se ha observado en todo el mundo. Por tanto, en la dieta de las orcas también se encuentran los tiburones blancos.

El temor del tiburón blanco

Pero, a pesar de esto, no podemos afirmar que los tiburones estén evitando instintivamente a sus depredadores o es que están intimidados por las orcas porque han tenido encontronazos a la hora de cazar elefantes marinos. Sea lo que sea, los tiburones nadan lo más rápido que pueden para evitar estar en la misma zona que las orcas.

"Creo que esto demuestra cómo las cadenas alimentarias no siempre son lineales", dijo Jorgensen. "Las llamadas interacciones laterales entre los depredadores superiores son bastante conocidas en tierra, pero son mucho más difíciles de documentar en el océano. Y debido a que esta ocurre con poca frecuencia, puede llevarnos un poco más de tiempo comprender completamente la dinámica".

En definitiva, ni siquiera el más temido de los animales del mar se libra de tener miedo a otros animales. Y las orcas son algo menos simpáticas de lo que uno pueda imaginar, ya que incluso devoran a estos escualos. Así que cuidado con nadar entre orcas, no vaya a ser que les apetezca probar un poco de humano.