La Resistencia está a punto de aterrizar en Netflix. Jack se unirá el próximo 10 de septiembre a Alsan, Shail y Victoria en su lucha contra Kirtash, asesino de los disidentes que escaparon de Idhún. Memorias de Idhún es una serie ligera, pero a la que le falta más tiempo de cocción, y que seguro que atraerá a los seguidores de la trilogía en la que se basa, escrita por la valenciana Laura Gallego.

Memorias de Idhún es una serie muy esperada. Laura Gallego, la autora de la trilogía, se ha negado durante años a hacer cualquier tipo de adaptación. De hecho, además de los libros solo hay una adaptación a cómic. Sin embargo, en febrero de 2019 supimos que, por fin, los seguidores de Jack, Victoria y Kirtash tendrían su ansiada adaptación. Eso sí, a modo de serie animada.

En la serie, al igual que en los libros, seguimos a Jack, Victoria, Shail y Alsan en su lucha contra Kirtash, el asesino enviado por el nuevo tirano de Idhún. Mientras Kirtash se dedica a perseguir a disidentes, la misión de La Resistencia es salvarlos. Pero hay mucho más detrás de la llegada de Shail y Alsan a la Tierra, ¿qué otra tarea tienen el mago y el guerrero?

La primera temporada de Memorias de Idhún cuenta con 5 episodios de 24 minutos que adapta el primer libro, La Resistencia. No obstante, en estos primeros capítulos tan solo da tiempo a adaptar la primera parte, Búsqueda. Por lo que la serie se queda en una de las partes más interesantes, cuando apenas se han empezado a revelar los secretos de verdad. Y no, por el momento no se ha escuchado a Chris Tara ni un poquito.

Adaptación aceptable, pero con poco tiempo

Alsan y Shail de <em/>Memorias de Idhún
Netflix

En la adaptación se nota la participación de Laura Gallego a la hora de escribir los guiones, ya que esta primera parte está muy reducida. Y se centra en lo esencial para entender lo que pasará en las siguientes temporadas (si las hay). Está tan reducida que se diluye un poco la relación entre los personajes. El que no haya leído los libros se perderá, por ejemplo, la bases de la futura relación amorosa entre Jack y Victoria. Pero, también, la amistad entre Alsan, príncipe de Vanissar, y Jack.

La serie se decidió que iba a ser animada debido a que los seguidores de la trilogía ya podían disfrutar de la adaptación de los cómics. Sin embargo, si uno compara ambos, el diseño de los personajes es diferente. Sí es cierto que Jack y Kirtash se dan un aire, pero no sucede lo mismo con el resto de personajes. Además, el estilo anime no le sienta nada bien a Victoria.

A pesar de la falta de tiempo para contar la historia con todo el detalle que los seguidores de la trilogía de libros desean, sí destaca sobre el resto de la serie una cosa: los fondos. No solo aparecen lugares que pueden ser más o menos conocidos como el metro de Callao o la Biblioteca Británica. Sino que, además, también se ven algunos lugares de Idhún, aunque muy poco. Y disfrutamos al máximo de Limbhad, uno de los escenarios más importantes del primer libro. Se nota el cuidado que han puesto los creadores con estos fondos, tanto los de la Tierra como los del otro mundo.

Alsan y Jack de <em/>Memorias de Idhún
Netflix

En definitiva, la adaptación es aceptable, a pesar de la falta de profundidad entre las relaciones de los personajes, ya que puede hacerse más cercana en las próximas temporadas. Sin embargo, se percibe de forma clara que los capítulos de 24 minutos dejan poco tiempo para el desarrollo de la serie.

El doblaje de Memorias de Idhún

La polémica ha perseguido a la serie desde que se publicó el tráiler en castellano de Memorias de Idhún. Sobre todo porque la mayoría de los actores de doblaje no tienen experiencia como tal. Es decir, son actores que han pasado escaso (o ningún) tiempo en una sala de doblaje. Entre las excepciones se encuentran Michelle Jenner, que pone la voz a Victoria y ya trabajó como Hermione Granger, y Carlos Cuevas, que ha hecho doblaje para campañas de publicidad en radio y televisión.

Michelle y Carlos convencen, aunque se nota la inexperiencia de sus compañeros. De hecho, uno podría esperar que ambos destaquen por encima del resto. Sin embargo, sus voces quedan aplastadas por el pésimo doblaje que hacen el resto de actores. Es más, por encima del resto una voz es la que más destaca, para mal. Jack, interpretado por Itzan Escamilla (Samu en Élite), no solo no convence sino que, además, en algunos puntos llega a producir en el espectador vergüenza ajena cuando tendrías que estar empatizando con el personaje.

No enamora, pero tira de la nostalgia

Victoria de <em/>Memorias de Idhún
Netflix

A pesar del gran trabajo que tiene detrás, Memorias de Idhún no enamora. De hecho, se salva gracias a la nostalgia. Es una serie que van a disfrutar los seguidores de la saga literaria, pero probablemente aburra a quienes no han seguido la historia de Victoria, Jack y Kirtash en papel.

Es una adaptación aceptable, incluso al incluir un poco más de tecnología de la que tienen los libros. Sin embargo, la brevedad de los capítulos y el doblaje hacen que sea difícil entrar del todo en el relato de Memorias de Idhún.

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