El final de la primera temporada de Umbrella Academy cerró la historia con un viaje en el tiempo en mitad de una hecatombe planetaria, una solución impactante que abrió varios hilos en paralelo al comienzo de su inmediata continuación. Los nuevos episodios nos muestran a los hermanos Hargreeves arrojado en un momento histórico distinto, lo que convierte al viaje en el tiempo no sólo en un elemento de crucial importancia, sino en el nudo principal del argumento de la historia.
No es la primera vez que la serie toma decisiones de considerable envergadura en las que el tiempo y sus variables cobran especial importancia. Desde el poder de Número Cinco y sus dolorosas consecuencias, pasando por los paseos de Klaus de un lado a otro de una serie de complicadas líneas temporales, hasta el mero hecho que haya un trasfondo que obtiene un poderoso significado gracias a las diferentes momentos temporales que se entrecruzan entre sí; Umbrella Academy crea y desdobla la realidad hasta sustentar su argumento en la percepción de la percepción como una idea ambigua.
De hecho, en el primer capítulo de la segunda temporada ya es evidente que los diferentes saltos temporales e interdimensionales terminan por crear realidades alternas que se sostienen entre sí desde un único punto de vista: la condición del anunciado apocalipsis desde varias percepciones y puntos de vista distintos. De modo que vale la pena hacer un análisis sobre cómo funciona el tiempo en la serie y, en especial, qué significado tiene toda la nueva presión sobre las líneas temporales que el argumento brinda al concepto en su segunda temporada.
Aquí y allá, todo es lo mismo
Desde sus primeros capítulos, Umbrella Academy deja claro que el futuro es un páramo árido y devastado por una colosal tragedia sin nombre, que Número Cinco — el miembro de la familia capaz de viajar a voluntad de un lado a otro del tiempo — descubrió casi por accidente. A medida que la trama avanza, es evidente que Cinco no sólo no controla del todo sus poderes, si no que además sus saltos temporales son accidentales y son parte de ese espacio inexplorado de su capacidad. Pero además de los evidentes cambios físicos, hay algo que la serie deja deslizar y es de considerable importancia: el viaje en el tiempo en Umbrella Academy también provoca — o parece que lo hace — cambios mentales. Después de todo, en cada ocasión que ocurre una situación de naturaleza cronológica, es evidente la desconexión, confusión y al final incluso, sacudón mental de cada uno de los personajes.
De modo que a diferencia de otros tantos escenarios (desde la ya clásica trilogía Regreso al Futuro de Robert Zemeckis, la compleja trama de Avengers Endgame, incluso hasta los oscuros y dolorosos hilos de tiempo en Dark), es evidente que en Umbrella Academy el tiempo es también una transición mental que provoca una consecuencia más allá del hecho de comprender el aquí y el ahora, algo notorio en la segunda temporada y que en la primera, se mostró en una inteligente mirada al sufrimiento de Klaus en cada ocasión en que estuvo de regreso en sus viajes temporales.
Mientras que en otros argumentos el viaje en el tiempo es de carácter externo — y la mirada del observador se sitúa para apreciar las singularidades de un contexto u otro —, en Umbrella Academy el tiempo también es un estado mental, una percepción sobre el enorme contexto de la realidad y, en especial, la forma en que funciona como un mecanismo que, además, es mutable y forma parte de la manera en la que cada miembro de la familia se comprende a sí mismo.
El tiempo, la hecatombe, el futurible
Por ¿mucho? tiempo, Cinco estuvo convencido de que el apocalipsis no sólo era inevitable, sino que, además, cada uno de sus intentos por detenerlo podría desencadenar en otras tantas variables que conduciría a otro fin devastador, incluso sin ser el mismo en el que vivió en su salto sin retorno al futuro. ¿Se trata de un bucle de tiempo? Sí y no.
Como contexto para sus saltos temporales, la serie utiliza como base la teoría del abuelo, término que procede de la novela del ’43 Le voyageur imprudent del escritor de ciencia ficción René Barjavel. A grandes rasgos, la teoría sugiere que todo lo que ocurre en un hipotético viaje del tiempo, afecta el futuro pero, también, deconstruye la realidad a tal punto, de hacer el viaje ineficiente o carente de significado.
En otras palabras, el viajero podría volver a un pasado remoto o cercano, cambiar algunas líneas e intervenir el futuro, lo que sin duda transformaría la realidad, pero a su vez restaría importancia al recorrido como forma de encontrar un núcleo central que corregir. Un ejemplo usual es el tropo que con frecuencia se utiliza en varias historias de saltos temporales, en que el viajero mata a Hitler para evitar la Segunda Guerra Mundial, creando una especie de loop temporal infinito.
¿Esto es lo que ocurre en Umbrella Academy? La primera temporada parecía indicar que a pesar de las decisiones que Cinco tomara — o su conocimiento sobre lo que ocurriría — el apocalipsis se desataría, lo que al final ocurrió. Pero la nueva temporada demuestra que el tiempo — ese concepto mental con que la serie familiarizó a la audiencia — también es una serie de decisiones que alienadas como un hecho único, pueden provocar un cambio concreto en el futuro.
De hecho, todo indica que la línea del tiempo a la que Cinco llegó luego de su salto sin retorno al futuro era distinta a la que vivía, lo que explicaría la forma en que la realidad y el tiempo se desdoblan en los nuevos capítulos, algo que demostraría sin duda el primer capítulo de la segunda temporada. Así que lo más probable, es que el futuro no sólo dependa de comprender cuál es la línea original, sino también, de unir fuerzas para cambiar (y transformar) lo que sea que ocurra antes de la destrucción del mundo y que haga posible la supervivencia de la raza humana.