Uber ha presentado los resultados financieros del último trimestre, el de la pandemia y los confinamiento. La situación sanitaria mundial ha tenido un impacto sin precedentes en los números de la compañía que, pese al aumento de su servicio de Delivery en el mismo plazo, poniendo fin a un década de relativo crecimiento de su negocio principal sin beneficios.
En este sentido, la compañía ha reportado unos ingresos de 2200 millones dólares durante el segundo trimestre de 2020, una cifra que representa una caída del 29% en el comparativo anual para mismo período. Y es que las restriciones por el Covid han supuesto que la demanda de sus servicio de transporte haya caído en picado, y solo se ha recuperado levemente, dentro de sus grandes mercados, en ciudades como Hong Kong.
Lo mismo con la división de Mobility, de patinetes y scooters, que se ha desplomado un 67% a 790 millones de dólares en ingresos. La otra cara de la moneda es su servicio de Delivery, cuyos ingresos, que ya estaban creciendo antes de la pandemia, aumentaron un 103% durante el trimestre, y han pasado a covertirse, dado los números actuales, en el principal core de negocio de la compañía.
Sube el Delivery, cae todo lo demás
Eso sí, la compañía no parece prever que esta situación sea permanentes, y apuntan a una caída coyuntural y limitada en el tiempo, pero no ofrece ninguna estimación de fecha en la que la compañía espera recuperar el nivel de actividad -y por tanto de ingresos- previos a la pandemia de Covid-19.
Además de la caída de ingresos, la compañía también lleva tiempo intentando mantener a raya los costes, por lo que se espera que poco a poco las medidas implantadas por Khosrowshahi, que despidió aproximadamente a una cuarta parte de la fuerza laboral en mayo y cerró decenas de oficinas.
Estas cifras se ven mejor si ponermos en contextos las pérdidas de este trimestre. La compañía ha reportado pérdidas atribuible a Uber Technologies, de 1800 mil millones, que incluyen 131 millones en gastos de compensación basados en acciones y 382 millones en reestructuración y cargos relacionados.
Como curiosidad, Uber gastó 48 millones de dólares durante el trimestre para reembolsar a los conductores el coste de comprar su propio equipo de protección y compensar a los conductores que fueron diagnosticados con el virus o puestos en cuarentena debido a él y no pudieron trabajar.