Los días más calorosos del verano ya están aquí. Y con ellos los temidos golpes de calor, pero ¿qué son? ¿Se pueden evitar? Esto es todo lo que tienes que saber para hacer frente a un posible golpe de calor.

El golpe de calor se relaciona con un exceso de calor en el cuerpo y tiene consecuencias muy graves, ya que "puede lesionar de forma temporal o permanente los órganos vitales como, por ejemplo, el corazón, los pulmones, los riñones, el hígado y el cerebro", según el Manual MSD. La época en la que más sucede es durante el verano, aunque también está detrás de algunas muertes súbitas de deportistas jóvenes.

¿Y cuáles son los síntomas? Entre los indicios de que a alguien le puede estar dando un golpe de calor están mareos, aturdimiento, debilidad, torpeza y falta de coordinación, fatiga, cefalea, visión borrosa, dolores musculares, náuseas y vómitos. Además, en un golpe de calor la piel "está caliente, enrojecida y, en ocasiones, seca. Puede haber sudoración o no, a pesar del calor", indica el Manual MSD.

Evitar un golpe de calor

Para evitar un golpe de calor es muy importante mantenerse alejado del sol en las horas centrales del día, pero si vamos a exponernos lo mejor es mantenerse hidratado, evitar las bebidas alcohólicas y llevar la menor cantidad de ropa posible, para favorecer la sudoración y que el cuerpo pueda regularse, tal y como indican desde la Clínica Mayo. También hay que usar crema solar y se recomienda el uso de gorras y sombreros, porque las quemaduras "afectan la capacidad del cuerpo para enfriarse". Por otra parte, lo mejor para los deportistas es que no hagan actividad física en las horas que más calor haga. Además, el aire acondicionado es una de las formas más efectivas de evitar que se eleve la temperatura corporal del cuerpo y, por tanto, que se produzca el golpe de calor.

Algunos factores de riesgo que pueden hacer más susceptibles los golpes de calor en determinadas personas están la edad (niños y mayores de 65 años) o la exposición repentina al clima caluroso. También el uso de medicamentos como los vasoconstrictores, betabloqueantes, diuréticos, antidepresivos o antipsicóticos. Estos fármacos "afectan la capacidad del organismo de mantenerse hidratado y de responder al calor", señalan desde la Clínica Mayo. "Algunas enfermedades crónicas, como las cardíacas o las pulmonares, podrían aumentar el riesgo. La obesidad, el sedentarismo y los antecedentes de golpes de calor también aumentan el riesgo", añaden.

¿Qué hacer?

Niña bañándose en la playa, golpe de calor
Unsplash

Ante un golpe de calor, ya sea uno mismo el que lo sufre u otra persona, lo mejor es enfriar el cuerpo de la forma más rápida posible. Y, por supuesto, llamar a una ambulancia.

Se puede sumergir a la persona en agua fría ya sea en un lago, una corriente de agua o en una bañera, indica el Manual MSD. "Si la inmersión no es posible se debe enfriar a la persona afectada humedeciéndole el cuerpo con agua y exponiéndola seguidamente a una corriente de aire mediante un ventilador", indican. Aunque, añaden, que "para humedecer la piel es mejor utilizar agua un poco caliente o tibia que utilizar agua fría porque, de este modo, evitamos que la persona tirite, con lo que genera más calor".

En definitiva, lo mejor para evitar un golpe de calor es evitar al máximo la exposición y beber muchos líquidos. Pero en caso de que nos encontremos ante esta situación hay que enfriar el cuerpo de la forma más rápida posible. Y avisar a los sanitarios ya que un golpe de calor puede ser mortal.