"Nos llama mucho la atención, porque parece que no sabemos ni hablar. No me imagino a nadie dando clase en una FP para riders y menos de uno viejo a uno más joven; al final yo creo que todo esto es solo un parche para una regulación que necesitamos y quieren evitar. Hay muchas cosas que cubrir en el sector antes que el tema de la formación". El punto de vista de Asunción Montoya, delegada de Autónoma Riders, es una tendencia que se repite en el sector de los repartidores desde el anuncio de la Ministra de Educación, Isabel Celaá.

"Tenemos poca información al respecto y hay mucha gente afectada por esto", apunta Cristian López a Hipertextual, también de Autónoma Riders, "no entendemos el concepto, ni el objetivo".

La bomba estallaba el pasado martes cuando la Ministra de Educación anunciaba, bajo Real Decreto, la actualización del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales. La sorpresa llegó cuando se añadió una nueva a la lista: servicio de entrega y recogida de nivel 1; la puerta de entrada a la creación de una Formación Profesional básica para el sector de los riders.

La respuesta del sector estaba servida. Especialmente tras el anuncio de la Ministra de Trabajo unas semanas antes de acabar con los autónomos en el gremio y "obligar" a las compañías –Glovo, Deliveroo o UberEats– a contratar a sus repartidores o a buscar un término medio en su asociación.

La polémica en educación de la mal llamada FP para riders

Desde el punto de vista del colectivo rider –al menos de sus asociaciones mayoritarias– prefieren mantener cautela a la espera de ver cómo se desarrollan los acontecimientos, pero tienen una cuestión muy presente: "Hay gente que está formándose, estudiando o trabajando para pagarse la carrera; ha sentado mal porque nos encasilla en gente que no tiene estudios, por lo que de primera no nos ha gustado", explica Jordi Mateo, presidente de la Asociación Profesional de Riders Autónomos.

Para las asociaciones, de hecho, cualquier formación debería ser competencia de las propias empresas, cuestión que ya vienen haciendo desde hace tiempo.

La realidad es que no hay datos del nivel formativo del colectivo rider. Las propias compañías, de hecho, no aportan estos datos ni tampoco quieren hacer comentarios sobre la decisión de la Ministra de Educación a este medio. Adigital, asociación encargada de gestionar estas cuestiones por parte de las diferentes tecnológicas, mantiene la misma posición.

Sin embargo, para Santiago García, secretario general de CECE (Confederación Española de Centros de Enseñanza) y experto en FP, todo el embrollo en el anuncio por parte del Ministerio de Educación ha venido en un problema de concepto.

"De momento, solo se ha creado una cualificación que se suma a las más de 600 que existen en España para que cualquier oficio tenga una de referencia en la que se especifiquen las habilidades y competencias necesarias [...] Las cualificaciones son los ladrillos en los que se sostiene una futura FP".

Es decir, de momento, este es el único movimiento del Ministerio de Educación respecto a la formación para los riders, "una forma para mantener ordenado el sistema educativo". Una decisión con sentido para Santiago García que podría abrir la puerta a la creación de una futura FP para riders básica –no daría para mucho más–, "modalidad de estudio a la que acceden los que no han logrado el graduado escolar y a través de la cual pueden volver a engancharse al sistema educativo". De ahí se podría pasar al grado medio, superior o a la universidad.

Añade, además, que aunque la decisión ha estallado en el sector de los riders, esta cualificación ha venido bajo petición de Correos para su propio equipo de mensajería. Pero la "sensibilidad" del momento en el sector ha calado hondo.

La otra cara de la moneda

Si bien para el experto en Formación Profesional la creación de la cualificación es un punto interesante que se apoya en la creación de pasarelas de educación de la nueva Ley, sí que hay puntos de vista que habría que analizar.

Por un lado, apunta García, "existe la interpretación de la obligatoriedad". No está claro si, llegados a contar con una FP para riders en su modalidad básica, esta sería de obligado cumplimiento. Sería, en cualquier caso, una decisión de las propias empresas contratantes. Aunque para Santiago García, por la tradición laboral de España, sería algo que no se llegaría a ver. Mientras existan las competencias tanto daría para las empresas contratantes que además buscan mantener la situación de autónomos del colectivo.

Por parte de los riders existiría la sensación colectiva de "para qué estudiar eso"; aunque el camino podría ser de doble sentido: se podría contar con la cualificación demostrando las habilidades. Un punto que para para Miguel Ángel Iglesias, profesor de la Udima, es interesante porque "si no es una cualificación obligatoria no va a ser cursada por nadie en el sector".

Por otro lado, para los expertos en formación, esto también es una puerta a arreglar los malos datos del sector educativo en España con una tasa del 17,3% en 2019 de abandono escolar para el nivel de educación obligatorio, pero sin tirar la casa por la ventana.

"Yo más que para maquillar los datos, porque esto es hacerse trampas en el solitario, esto sirve más para atraer gente a las aulas", explica Iglesias. Algo que comparte García apuntando a que "las cualificaciones básicas no son la solución de vida para nadie siendo pan para hoy y hambre para mañana".

Una polémica en mitad de otra

El anuncio de la Ministra de Educación con la llamada FP para riders ha venido en un momento muy sensible para el sector.

En junio de este mismo año, RidersxDerechos lograba –de forma sorpresiva– una reunión con la Ministra de Trabajo Yolanda Díaz. El resto de asociaciones mayoritarias se quedaban fuera de las negociaciones, centradas en acabar con el concepto de autónomos –o falsos autónomos– en el colectivo, así como establecer la duración mínima de la jornada y aclaren las condiciones de la prestación laboral de los repartidores. Una decisión que vendría antes de la que el Supremo estaría estudiando en este momento tras los recursos presentados por plataformas y repartidores al considerarlos falsos autónomos en diferentes instancias.

"Nos reunimos con la Directora General de Trabajo, pero nos dijeron que no éramos agentes válidos para representar al colectivo, añadiendo que todas las decisiones ya estaban tomadas", apuntan desde la Asociación Profesional de Riders.

Meses más tarde vieron la reunión con la Ministra por parte de otra de las asociaciones y sindicatos tomando un rumbo que no representa a todos: "Se sentaron con los sindicatos siendo nosotros autónomos y hablaron de precariedad, pero lo que quieren es precarizarnos más", explica Asunción de Autónoma Riders. "Sabemos la realidad de que si las plataformas tienen que incluir a riders como asalariados todos ellos serán precarios y muchos despedidos", añade Jordi Mateo.

Una guerra abierta entre asociaciones representativas del colectivo rider que, de momento, se posiciona del lado contrario a las plataformas con los últimos movimientos del Gobierno.