Al igual que en pasado todos querían tener su Instagram, la tendencia ahora, dado el crecimiento en usuarios es TikTok, aún con sus problemas de privacidad y diversidad. Facebook es conocida por bien comprar los servicios y redes sociales más populares, o bien por crear sus propias copias; con poco o mucho éxito dependiendo en qué nos fijemos.
Uno de esos movimientos fue Lasso, una suerte de copia o clon de TikTok que llegada de mano de Facebook para reforzar su apuesta por el vídeo musical o efímero, más allá de todo lo que no encaja, bien por funcionalidad bien por temática, en las stories de sus diferentes servicios, como Facebook, Instagram o Messenger.
Lasso: crónica de una muerte anunciada
Y aunque pueda parecer algo reciente por desconocido, Facebook lanzó Lasso en 2018, dos años en los que parece que el servicio no ha cumplido sus expectativas, lo que ha provocado que la compañía anuncie su cierre inminente, programado para este 10 de julio. La disponibilidad de Lasso era bastante limitada, con una lanzamiento muy gradual y solo disponible en Colombia, México, Estados Unidos, Argentina, Chile, Perú, Panamá, Costa Rica, El Salvador, Ecuador y Uruguay, desconociéndose las razones por las que no llegó a más mercados.
El planteamiento era similar al de TikTok: vídeos de 15 segundos de duración con superposición de canciones populares, y cuyo valor más interesante era la inclusión de un algoritmo de videos recomendados para descubrir contenidos.
Ahora la compañía tiene planteado el lanzamiento de Instagram Reels con la intención de plantar cara a TikTok, un duplicidad de funciones respecto a Lasso que, dado el anuncio del cierre, no tenía sentido duplicar, máxime con la afluencia de usuarios de Instagram su disponibilidad mundial en diferentes sistemas operativos.
Parece que, dados los movimientos, Instagram ese el gran gigante a seguir para potenciar los servios de Facebook, al menos dentro de las opciones que tienen que ver con la emisión de vídeos cortos y contenido efímero, aunque para ello suponga llenar la aplicación de nuevas funcionalidades que, poco a poco, la están convirtiendo en un monstruo y haciendo que pierda su esencia fotográfica por la que una vez fue conocida.