Ha sido una crisis sin precedentes. Con miles de muertos y millones de contagiados en el mundo. En España, más de 27.000 fallecidos y más de 236.000 positivos en coronavirus. Nadie se podía imaginar que llegaría una pandemia que cambiaría nuestras vidas de una forma tan repentina y, a pesar de que algunos informes científicos apuntaban a que una situación así podría suceder, nadie vio venir que sería tan pronto. Meses después de que estallara la crisis, hemos empezado las primeras fases de la desescalada, aunque la sombra del virus sigue presente. Sobre todo por el temor a que haya un rebrote en los próximos meses.

Todos los gobiernos del mundo han tenido que actuar a contrarreloj para combatir un virus del que poco se sabía y del que todavía queda mucho por descubrir. Algunos países se han podido considerar un referente por su gestión, otros han sido criticados. En lugares como España, ha salido gente a la calle para manifestarse contra las medidas del Gobierno de Pedro Sánchez. Pero ¿qué piensan los que realmente han estado en primera línea durante estos meses?

En Hipertextual, hablamos con médicos, científicos y expertos para saber cómo han vivido esta crisis y qué podemos aprender de la pandemia. Sin ideología y sin partido.

El ir y venir de las mascarillas contra el coronavirus

Gemma del Caño es farmacéutica y experta en seguridad alimentaria. Durante esta pandemia, se ha convertido en un referente en Twitter por sus consejos sobre la utilización de las mascarillas. Precisamente, estas son uno de los protagonistas de esta crisis. Han pasado de ser recomendables a ser obligatorias según las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, además, ha sido un bien preciado hasta hace pocas semanas, cuando había un desabasto en las farmacias.

Del Caño sostiene que en el momento en el que se supo que los asintomáticos también transmitían la enfermedad, se tendría que haber informado de la necesidad de llevarlas. Pero, cuando estábamos en cuarentena, "no era necesario desabastecer el mercado de mascarillas porque eran prioritarias para los sanitarios".

Más de 50.000 sanitarios han sido contagiados de coronavirus, lo que ha puesto de relieve las carencias de material para poder evitarlos. Además, la escasez vino acompañada de episodios como la compra por parte de las autoridades de mascarillas que no estaban correctamente homologadas -algo que también ha sucedido en otros países-. La farmacéutica concluye:

"La protección del personal sanitario era clave en esos momentos y ahora. No es tolerable abandonar a quien está trabajando diariamente por nosotros, y se hizo. Se necesitaban profesionales para la gestión del material sanitario que supieran lo que compraban, adquirir mascarillas sin la correcta homologación, obligar a reutilizar porque no había es indecente".

Los test, en el centro de la polémica

Si hubo polémica con las mascarillas que se compraron y que no protegían como es debido, algo parecido con los test PCR. Tanto el Gobierno central como los autonómicos compraron lotes de pruebas que resultaron no ser del todo efectivas.

En este contexto, José Antonio López Guerrero explicó que realizar estos test no es solamente un pinchazo, se requiere un aparato, llamado PCR, que no está al alcance de todos ni en todos los laboratorios. "Llevar las PCR de los laboratorios y ponerlas al servicio de las autoridades no es una tarea fácil. Desconozco las gestiones que se han llevado a cabo pero España, como muchos países, la burocracia es una locura que puede dificultar el proceso".

Sin embargo, las apuestas consisten en realizar el test a la mayor parte de la población. A pesar de que los resultados son muy variables, porque una persona puede dar negativo y días después positivo, va a ser útil tener estos datos sobre todo cuando entre en vigor la aplicación de trazabilidad y rastreo de los contagiados.

Ahora, muchos apuntan a que la solución está en los test serológicos para saber si una persona ha generado anticuerpos y, por ello, ha pasado el virus. Aunque, hasta ahora, los test que se han hecho han demostrado que la inmunidad que ha generado el virus es muy baja. Por lo tanto, podríamos estar expuestos a un rebrote. ¿Podría soportar el sistema sanitario español una nueva crisis como esta?

El coronavirus que puso a prueba el sistema sanitario

Coronavirus
Guillaume Piron / Unsplash

Laia Bruna, médico en un centro de atención primaria de Barcelona, está empezando a ver cómo se están tomando más medidas preventivas que antes de que llegara el coronavirus. Si hay un rebrote, espera que estemos más preparados. "Creo que nadie toleraría los mismos errores. Tanto la sociedad como el sistema sanitario han dado una buena respuesta a lo que ha pasado, pero costaría pedirles pasar por una crisis como la que ha habido".

Bruna ha sido testigo de cómo el sistema sanitario llegó a días muy críticos y a una situación de saturación sin precedentes en el país. Sin embargo, reconoce que se ha podido dar la mejor respuesta posible teniendo en cuenta los escasos recursos de los que disponían los sanitarios. De lo vivido, por lo tanto, se pueden aprender varias lecciones.

La médico catalana afirmó que es el momento de apreciar los servicios sanitarios que tenemos y, sobre todo, el uso que se hace de los mismos.

"Se ha demostrado que mucha gente que iba a urgencias y a los centros de salud (donde también trabajo) por motivos que no eran realmente urgentes han dejado de venir, y ahora parece que se reconozca el trabajo que llevamos haciendo muchos años en unas condiciones precarias".

Además, Laia Bruna añadió que se ha tardado en darle a la atención primaria la importancia que se merece. Resaltó para Hipertxtual la relevancia de hacer el seguimiento de los casos leves, aislándolos y filtrando los nuevos que llegaban al hospital. El levantamiento de un muro de contención. No obstante, añadió, la imagen que se vende de los hospitales es la de salvar vidas y el seguimiento de los casos no se suele identificar con curar. "Esperemos que la atención primaria pueda salir reforzada de todo esto".

Los recortes que resucitó el coronavirus

Ya hemos empezado el plan de desescalada y parece ser que los peores momentos de la pandemia, al menos en lo que respecta al colapso del sistema sanitario, han pasado. Pero ahora está empezando una nueva crisis, la económica. Todavía se vivían los coletazos de la recesión de la década pasada cuando entramos en otra que todavía no sabemos si será peor. Pero las consecuencias de la última crisis ha sido también el origen de la actual.

Laia Bruna concluyó que en estos últimos meses se ha evidenciado que, a pesar de que hemos vivido una situación sin precedentes, se ha sufrido más por los recortes en sanidad que hubieron hace años.

Al respecto, José Antonio López Guerrero añadió que la falta de inversión y de apuesta de los políticos -da igual el color de su partido- ha provocado que al término sanidad universal haya que agregarle varios epígrafes.

"La sanidad es universal pero cuando vamos al número de cama por habitantes, al número de aparatos, la posibilidad técnica, de innovación, de industria, biomedicina... No nos podemos comparar con otros sistemas porque se ha despreciado la inversión. En lo único que podamos compararnos es en la profesionalidad del personal sanitario".

El descenso de las cantidades del PIB destinadas a la sanidad lo hemos pagado en esta pandemia, dijo el epidemiólogo, y en las oportunidades para luchar contra ella. En primer lugar, por las dificultades en la gestión del virus, pero también en las posibilidades de ser un actor primordial en la búsqueda de la vacuna.

En primera línea, pero con pocos recursos

Actualmente, se están llevando a cabo varias investigaciones en España para encontrar una vacuna contra el coronavirus. Los esfuerzos por conseguirla han llegado a los laboratorios de científicos de todo el mundo y, a pesar de que la unión hace la fuerza, los recursos de cada país pueden marcar la carrera final hacia la inmunidad.

María Garcés, miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP), apuntó que el problema de España es que se interpreta la investigación como un gasto y no como una inversión. Por eso, "muchos investigadores con sueldos paupérrimos y con inestabilidad laboral, a pesar de su formación, acaban emigrando a países en los que sí se han dado cuenta de la importancia de la investigación y la ciencia".

Un ejemplo es el de las vacunas. Garcés recordó que España dispone de escasos recursos para desarrollarlas y que si dispusiéramos de fábricas de vacunas sería mucho más fácil acceder a ellas en situaciones como la actual y no depender de la compra de las mismas a otros países, como sucederá con la COVID-19.

Es difícil poner un ejemplo de país que lo haya hecho todo bien en lo que respecta al coronavirus. Una pandemia inesperada que ha acompañado acciones en algunos casos improvisadas. Meses después de que el mundo estuviera en vilo por el virus, se han registrado rebrotes, cambios de rumbo político pero también mejoras. La crisis que ha sacado los colores a algunos gobiernos internacionales y ha mostrado sus debilidades ha sido también la que puede dar la oportunidad de mejorar lo que hasta ahora podría haber funcionado ahora. Y va a ser responsabilidad de los gobiernos tomar acciones o no.

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