En una de sus obras más famosas, el neurólogo y divulgador científico Oliver Sacks contaba, entre otras, la historia del hombre que confundió a su mujer con un sombrero. A bote pronto, esta puede parecer una idea disparatada. Sin embargo, las lesiones en ciertas regiones cerebrales pueden dar lugar a todo tipo de “confusiones”. Es también el caso de un hombre que no distingue los números del 2 al 9, a pesar de ser capaz de discernir cualquier otra imagen.

Su caso ha sido descrito en PNAS, en un estudio publicado justo hoy. En él no solo se analiza el origen del problema; sino que, además, se investiga cómo puede ayudar a entender más profundamente el funcionamiento del cerebro humano.

Cuando se le mostró un número, RFS solo vio una mezcla de líneas que describió como 'spaghuettis' y no tenía idea de qué número estaba mirando.
CRÉDITO: Universidad Johns Hopkins

El curioso caso del hombre que no distingue los números

El paciente, mencionado en el estudio como RFS, no nació con este problema. En realidad, es el resultado de una enfermedad neurodegenerativa que afecta a las áreas de la corteza y los ganglios basales.

También ha comenzado ya a desarrollar problemas de memoria y espasmos musculares; aunque, sin duda, el síntoma más llamativo es el que le impide diferenciar ciertas cifras.

Cuando se le muestra una imagen de cualquiera de ellas, es incapaz de saber de cuál se trata y, además, la describe como una mezcla de líneas, similares a spaghettis.

Pero la cosa no queda ahí, ya que tampoco puede diferenciar imágenes asociadas a los números; a pesar de que, si se le muestran por separado, las distingue sin problemas.

Aprendizaje sobre la consciencia

Al mostrar a este hombre que no distingue los números la imagen de un tres con un violín sobre él, no supo de qué cifra se trataba, pero tampoco detectó el instrumento.

Sin embargo, cuando este se dibujó a una distancia prudencial del tres, sí que lo vio.
Para comprender este fenómeno, los autores del estudio, procedentes de la Universidad Johns Hopkins, registraron sus ondas cerebrales mientras veía algunas de estas imágenes.

Curiosamente, los patrones al mirar una cara sobre un número eran los mismos que al fijar la vista solo en la cara. Por lo tanto, estaba “viendo” la imagen, pero no era consciente de ello.

Esto supone un hallazgo único en el área de la neurobiología, ya que hasta ahora se pensaba que la consciencia visual está vinculada directamente a esa actividad cerebral. Ahora, en cambio, sabemos que no, por lo que debe haber un procesamiento neuronal adicional; que, de hecho, está afectado en el cerebro de RFS. Sabiendo cuáles son sus regiones lesionadas se puede disponer de un punto de partida. No obstante, para saber el punto concreto, hay mucho cerebro por analizar.

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