Silicon Valley no volverá a ser el mismo tras el coronavirus. El valle más conocido, cuna y casa de las principales compañías tecnológicas del mundo, experimentará más cambios de los esperados tras la pandemia.

La rápida expansión del virus y las medidas de contención del mismo obligaban el pasado marzo a empresas y negocios de todo corte y catadura a cerrar sus sedes, repartidas a lo largo y ancho del Área de la Bahía de San Francisco. Con sus empleados en casa, que en algunos casos de cuentan por varios miles, la solución estaba clara: el teletrabajo. Una natural e inherente a la cultura que rodea la zona, donde todo lo relativo a los avances tecnológicos está a la orden del día.

Lo que se desconocía en aquel momento era la duración del periodo de trabajo en remoto y las posibles consecuencias que podría traer consigo. Ahora, dos meses más tarde, parece que los horizontes se van aclarando. Y traen bajo el brazo una cultura empresarial que comienza a mostrar los primeros signos de cambio para dejar atrás la anquilosada metodología de requerir la concentración del grueso de sus empleados en un mismo punto geográfico con el fin de acudir diariamente a su centro de trabajo.

El teletrabajo como nueva realidad

Ha hecho falta experimentarlo de manera forzosa, pero las grandes tecnológicas se han dado cuenta, durante las últimas semanas, que hay muchos puestos de trabajo que no tienen un motivo de gran preso para acudir cada día a la oficina. En su lugar, la tarea puede llevarse a cabo de manera igual de eficiente desde el propio hogar. Las reuniones vía Zoom y la organización a través de herramientas como Slack o Microsoft Teams son ya parte de la nueva rutina.

Tanto es así, que empresas eminentes del sector ya han anunciado que encaminarán parte de sus pasos presentes y futuros en dirección del trabajo remoto. Twitter y Square, dirigidas por Jack Dorsey, han comunicado a sus empleados que podrán teletrabajar de manera permanente a partir de ahora, si así lo desean –exceptuando aquellos puestos que requieran acudir a la oficina de manera irremediable–.

Twitter permitirá a sus empleados teletrabajar de forma permanente tras la pandemia

Shopify, otra de las que se encuentra experimentando un importante auge en el panorama tecnológico (aunque se halla afincada en Canadá), también ha manifestado que sus previsiones pasan por cerrar centros de trabajo y mover parte de su plantilla al ámbito virtual. Su CEO asegura que no solo se trata de adaptarse a los nuevos tiempos, sino que la perspectiva va más allá. Gracias al teletrabajo podrán, entre otras cosas, posibilitar que "se unan a nosotros un montón de personas increíbles de todo el mundo que de otra manera no podrían".

Por su parte, Google y Facebook han manifestado que extenderán sus condiciones actuales de trabajo desde casa hasta 2021. Pero la empresa de Mark Zuckerberg ya vaticina un futuro en el que la mitad de sus casi 50.000 empleados se encuentren en remoto para 2030.

Un ambicioso plan para el que, afirma, será necesaria una gran coordinación a la hora de acomodar y reestructurar los procesos. Nada imposible, sin embargo, en un lugar donde el término "reinvención" forma parte del ADN de quienes allí desempeñan su actividad. Adaptarse o morir.

Reestructuración en el valle

Esto puede terminar suponiendo un importante cambio para Silicon Valley. Las empresas afincadas allí en faraónicos campus, como el recientemente estrenado Apple Park, podrían terminar por prescindir de un componente presencial tan elevado.

El valle, punto neurálgico de la creación tecnológica, ha visto crecer en los últimos años problemas derivados de la falta de vivienda a precios asequibles. Estos, ocasionado por la gran afluencia de empleados de estas grandes empresas, han provocado que en la actualidad sea territorio comanche incluso para los propios trabajadores. Ni sus elevados sueldos, que llegan a los varios cientos de miles de dólares, en según qué casos, son suficiente. El nivel de vida en la cotizada zona californiana se ha disparado.

Campus de Google

Un hecho que se traduce en tener que buscar residencia lejos de los citados campus, invirtiendo más tiempo en desplazamiento diario. Es uno de los motivos por el que muchos empleados considerarían el trabajo en remoto como opción permanente. Un 25 % de los empleados del sector tecnológico estaría dispuesto a hacerlo, según una reciente encuesta de CNBC. En otra, llevada a cabo por la plataforma Blind, dos tercios de los trabajadores residentes en el Área de la Bahía de San Francisco se muestran favorables a mudarse.

Todavía es pronto para conocer la estrategia a seguir por las empresas en pos de hacer esto posible. Facebook anunciaba, entre otras cosas, que adaptarán el salario de sus empleados en función del coste de vida de la ciudad en la que vivan. Es decir, un empleado que trabaje para la compañía en Silicon Valley solo obtendrá el posible cuantioso sueldo mientras se encuentre ubicado allí. Si se muda a otro área donde los costes son menores, verá reducida su retribución.

Con todo aún por dilucidar, Silicon Valley se prepara para acometer unos cambios internos que pueden marcar y dar forma a la próxima década de las empresas tecnológicas. Es momento de la era del teletrabajo.

Imagen de portada: Carles Rabadà.

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