Las grandes compras suelen verse de lejos. En este caso, los detalles de la misma se adelantaron a la confirmación oficial. Pero ahora ya sabemos que Intel compra Móovit de forma oficial.

El precio, al menos en los primeros indicios, se cerraba en 1.000 millones de dólares; el silencio por ambas partes ni confirmaba ni desmentía el importe. La realidad es que la confirmación oficial ha rebajado en 100 millones la operación. De esta manera, Intel compra Móovit por 900 millones aproximadamente –ninguna de las compañías se atreve a dar el dato concreto.

Como explicábamos en Hipertextual, uno de los objetivos de la compra era el de complementar la cartera de Intel en lo que a movilidad se refiere.

De momento, informan, las compañías operarán juntas pero mantendrán sus marcas y asociaciones existentes. Es decir, el acuerdo entre Moovit y Wondo –compañía de movilidad en España propiedad de Ferrovial– se mantiene operativo.

De momento, informan, las compañías operarán juntas pero mantendrán sus marcas y asociaciones existentes. Es decir, el acuerdo entre Moovit y Wondo –compañía de movilidad en España propiedad de Ferrovial– se mantiene operativo.

La complicada carrera por la movilidad autónoma

Ya 2017, Intel se hacía con el capital de otra compañía israelí, Mobileye, dedicada a la creación de sistemas para hacer de casi cualquier coche un vehículo autónomo. Y en 2018, la conjunción de Intel con Mobileye decidían participar en una ronda de financiación serie D, por 50 millones de dólares, de Moovit –también de Israel y dedicada a analizar datos de movilidad urbana–.

La idea parecía clara: Intel se estaba preparando para hacer mucho más fuerte su área de movilidad con players que ya contasen con experiencia de campo. Es decir, Moovit, entrando en la estructura de Mobileye, apuntaría a la estrategia de convertir a Intel en un agente de movilidad 360 para su idea de crear taxis autónomos antes de 2030.

Un negocio que, según sus datos, se estima en 160.000 millones de dólares. Y que, por supuesto, es el objetivo de un gran número de compañías tecnológicas. Intel no está sola en su búsqueda del taxi autónomo. Uber trabaja para lanzar una flotar propia antes de 2021 –aunque no está claro que llegue a la fecha indicada– de casi 24.000 Volvos. Por su parte, Google también ha dado pasos en esa línea con Waymo y que ya se encuentra en fase piloto en Estados Unidos. Tesla también se ha posicionado como uno de los candidatos a dominar el futuro de la movilidad autónoma compartida.

“La tecnología de sistemas avanzados de asistencia al conductor (advanced driver-assistance systems o ADAS en inglés) de Mobileye ya está mejorando la seguridad de millones de automóviles en la carretera, y Moovit acelera su capacidad de revolucionar verdaderamente el transporte, reduciendo la congestión y salvando vidas, como un proveedor de movilidad completa”, explica Bob Swan, CEO de Intel en un comunicado. Es decir, la inclusión de la compañía de datos aporta ese punto que le faltaba a Intel para su solución tecnológica de coches autónomos. Para procesar, mover y almacenar datos de las lógicas de movilidad y esperar preparados antes de su fecha límite: 2030.

“La base de usuarios global masiva de Moovit, los datos de transportación de propiedad exclusiva, la comunidad de editores globales, las sólidas asociaciones con el ecosistema de tránsito y movilidad y el equipo altamente calificado es lo que la convierten en una gran inversión”, añade Amnon Shashua, CEO de Mobileye.