Se les conoce como "el Google de las imágenes" y no es para menos. Después de 10 años, Freepik –la startup fundada los hermanos Alejandro y Pablo Blanes– se posicionaron en el negocio del stock de imágenes en alta calidad al estilo del gigante Shutterstock. Al poco tiempo se les unió su amigo Joaquín Cuenca, que junto a su socio Eduardo Manchón acababa de vender Panoramio, su propia empresa, a Google.

Ahora, tras tres años sin levantar capital y viviendo gracias a la su propia actividad, anuncian su venta. Al menos la de la mayoría accionarial, ya que los dos hermanos fundadores (con el 95% de la propiedad hasta ahora) permanecerán en la compañía. Su comprador, el fondo sueco EQT; más conocido en España por su inversión y toma de control de Parques Reunidos.

Esta operación se pone en línea a las grandes ventas del emprendimiento en España, junto a Alien Vault en su venta a AT&T en 2018 por un precio que rondaba los 600 millones de euros o Privalia a Vente Privee. En este caso, el importe de la operación no ha trascendido, aunque según fuentes obtenidas por La información todo apuntaría a que el precio habría rondado los 200 millones de euros. Otras fuentes incluso elevan la cifra a los 250 millones.

De hecho, y teniendo en cuenta el contexto en el que se ha cerrado la operación –acordada justo antes del confinamiento por la crisis sanitaria del coronavirus– la venta de Freepik a EQT es la mayor operación de un 2020 que, de momento, está en horas bajas.

Freepik, una rara avis del emprendimiento

La compañía de imágenes digitales ha sido uno de esos extrañaos emprendimientos que ha huido, desde el primer momento, de las rondas de financiación. Pese a que, como sus fundadores han podido asegurar con el paso de los años, oportunidades no les han faltado.

Desde su creación en 2010, el modelo de negocio de Freepik se ha basado en el crecimiento en base a sus propios ingresos. En 2012, dos años después de su creación ya contaban con 200.000 euros en ingresos. El último registro de 2019 ya apuntaba a los 30 millones de euros.

Concebidos como un agregador de contenido disponible en la red, la publicidad se posicionó como su modelo de negocio en primera instancia. Ya en aquel momento el sistema les permitía ingresar en las cuentas. Más tarde, una vez alcanzaron un posicionamiento respetable e incluso Financial Times ya les miraba como una de las empresas más destacadas de Europa, llegaron los acuerdos. El mismo Shutterstock se convertía en su socio estrella. El último paso fue la suscripción premium para sus usuarios más activos.

Con estas condiciones, y viviendo en base a su propio negocio –que acumulaba más de 200 empleados en su sede de Málaga–. Los compradores siempre han llamado a la puerta interesados por el éxito al sur de la Península. Su respuesta, tras estos largos 10 años, es que ninguno era el indicado. Ahora, EQT les permitirá conquistar Asia y América; dos de las geografías más complejas.

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