No todo el mundo está pasando la cuarentena en su casa del pueblo con terreno para salir a que le dé el sol. Tampoco todo el mundo tiene balcones en sus pisos para poder salir a tomar el aire y proveerse de la tan necesaria vitamina D. Es más, hay unos pocos desafortunados que durante el estado de alarma no van a ver brillar el sol nada más que de refilón (o si se atreven a salir a comprar) porque viven en un piso interior y apenas ven la luz de día.
No somos plantas, pero entre el 80 y el 90% de la vitamina D la adsorbemos directamente del sol a través de nuestra piel, "es la única" que adquirimos de esta forma, tal y como explicó la doctora Pilar Riobó, jefa del servicio de de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz el pasado mes de noviembre. De hecho, "el 40% de las personas hasta los 65 años tienen deficiencia de vitamina D", indicaron desde Gebro Pharma.
Si no estuviéramos en cuarentena, lo normal sería tomar unos 15 o 40 minutos diarios de sol, explica Sílvia Romero, Dietista-Nutricionista, a Hipertextual, aunque el tiempo de exposición dependería del tipo de piel, época del año, latitud, entre otras variables, añade. De hecho, Riobó aconseja, además, tomar la luz solar a la par que se realizan "actividades o deportes al aire libre". "Habría que proteger la cara con crema solar o maquillaje que ya la lleva, pero exponer otras partes del cuerpo", añade.
La deficiencia de vitamina D se produce, tarde o temprano, si a uno no le da el sol, lo que puede ocurrir en el caso de las personas que viven en pisos interiores. Para evitarlo, deben comer alimentos ricos en vitamina D como pueden ser "pescado azul, huevos, lácteos enteros, hígado, aguacate o champiñones", comenta Romero. Entre los pescados azules, el que más tiene es el salmón, seguido del atún, la caballa y la sardina, indica Riobó. "También moluscos, crustáceos y derivados y el aceite de bacalao", añade Riobó. Además de la "yema del huevo, la mantequilla o el hígado". "Pero ya hemos dicho que esto supone solo un 20%", comenta Romero. Por lo tanto, estas personas "deberían suplementarse" si en las analíticas aparece un déficit. ¿El problema? Que en estos momentos es más difícil que se realicen análisis debido a la situación en la que nos encontramos.
Pero, ¿cómo podemos saber si tenemos deficiencia de vitamina D? La verdad es que es un poco difícil ya que "lo más probable es no tener síntomas", indica Romero. Sin embargo, en ocasiones "aparecer cansancio, dolor y/o debilidad muscular (sobre todo en la parte inferior de la espalda y en las caderas)", añade la Dietista-Nutricionista.
A los adultos, a partir de los 65 años, la falta de vitamina D puede producirles osteoporosis, es decir, que los huesos no se curen bien de las roturas y sean más quebradizos: "La capacidad de absorber vitamina D se reduce con la edad, por lo que este colectivo debería prestar especial atención a su dieta. Aunque es una deficiencia que afecta a todos, las personas mayores son las más vulnerables", apuntó Riobó. Sin embargo, no son las únicas que pueden tener problemas por la falta de esta vitamina ya que se sabe que en los niños la falta de esta puede producir "falta de mineralización del hueso y el cartílago en crecimiento, también aporta beneficios a los músculos, al sistema nervioso y al sistema inmunitario", comenta Romero.
Estos días en los que el coronavirus nos tiene en cuarentena es muy importante tener en cuenta cómo puede afectarnos la falta de luz del sol. Por ello, todas las personas que no tengan acceso a una terraza, un jardín o una ventana con luz directa, tendrán que tener en cuenta que la falta de vitamina D puede ser perjudicial para su salud. Por ello, es importante tomar algún tipo de suplemento, pero solo para aquellos que no tienen acceso a la luz solar.