La batalla en las calles de los riders continúa. Una suerte de enfrentamiento entre la situación económica a la que se enfrenta el país por el parón casi total del consumo, el intento de las tecnológicas de no ver caer sus ingresos y la responsabilidad de los usuarios ante las peticiones a la plataforma.
En este contexto, una de las plataformas creada para defender los intereses de los repartidores se ha puesto en pie de guerra. Riders x Derechos hace un llamamiento de urgencia a las administraciones públicas y a la responsabilidad de los usuarios a la hora de identificar lo que son caprichos y necesidades.
El Real Decreto 8/2020 del 18 de marzo, incluía los servicios de reparto de comida a domicilio y restauración como una de las actividades esenciales dentro del Estado de Alarma; la revisión publicada el 29 de marzo les vuelve a colocar en ese mismo grupo de actividades prioritarias.
El colectivo pide que, entre otras modificaciones, este salga de este grupo. Según defienden desde la organización, esto les impide que puedan acogerse a las prestaciones por baja laboral aprobadas por el Gobierno y las diferentes comunidades.
Asímismo, una de las opciones aprobadas para ayudar al colectivo de los autónomos dispone que si se han reducido el 75% de los ingresos (y se puede demostrar), se podrá cobrar una ayuda. La propia Comunidad de Madrid aprobaba ayer jueves el Decreto que permite pedir, con un máximo de 3.200 euros por autónomo, ayudas por caída de ingresos. En este sentido, Riders x Derechos argumenta que el colectivo de riders ya se ha puesto en contacto con sus respectivas empresas, Glovo, Deliveroo y Uber Eats para solicitar los justificantes pertinentes necesarios para acceder a la ayuda.
https://hipertextual.com/2020/01/coronavirus-china-cronologia" rel="noopener noreferrer" target="_blank">la crisis por el coronavirus
Al momento de publicación de este artículo, y según la plataforma, ninguna de las solicitudes se ha visto satisfecha. Hipertextual se ha puesto en contacto con las diferentes compañías para confirmar este dato. Desde Deliveroo explican que "no tienen constancia de que les haya llegado ninguna de estas solicitudes". Por su parte, Glovo no ha dado respuesta al respecto y Uber Eats, por su parte, recuerdan que todos los repartidores tienen acceso semanal a las facturas, por lo que podrían ver sus ingresos en la misma aplicación –no necesitando, de esta manera, un documentos acreditativo para optar a la ayuda del Gobierno–. Sobre esto, el colectivo rider lo que estaría solicitando estaría referido a la actividad total de las compañías, como una forma de justificar la situación de todo el sector.
Con toda esta situación, y para mantener el volumen de ingresos previos a la crisis por el coronavirus, según la plataforma, los riders estarían pasando más horas en las calles "esperando los pedidos de los pocos restaurantes, cocinas o establecimientos como el almacén de Glovo". Y también para no verse afectados por los algoritmos de puntuación que, aunque las compañías aseguran que han sido desactivados, ellos mantienen su vigencia.
La polémica de las medidas de control
En lo que tampoco se ponen de acuerdo las partes es en las mediadas de seguridad e higiene. Tanto Glovo como Deliveroo y Uber Eats lanzaron comunicados para asegurar que se iniciaban las entregas de pedidos con contacto cero, así como la dotación de guantes y mascarillas a todos sus repartidores.
Ya en los primeros días de cuarentena, fueron varios los riders que alzaron la voz para anunciar que tales medidas de control no estaban siendo satisfechas. No eran pocas las imágenes que mostraban a los repartidores aglomerados a las entradas de los centros de recogida de pedidos. Este punto también ha sido altamente recriminado por la plataforma de Riders x Derechos, a lo que añaden que esto estaría funcionando solo como una forma de publicidad para incrementar sus ingresos más que como una forma de proteger a los trabajadores.
"Las plataformas como Deliveroo, Glovo o UberEats no proveen ningún elemento de seguridad y no han implementado normas especiales, aparte de comunicaciones con precauciones higiénico/sanitarias similares a las que emiten las autoridades públicas. Anuncios como ‘entrega sin contacto’ acompañados de ‘envío gratis’ y ‘quédate en casa’ hacia los
consumidores no son protocolos de seguridad sino publicidad y promociones para atraer más clientes y compensar la caída generalizada de los pedidos."
Medidas de seguridad que, aseveran, no están siendo controladas por ninguna de las plataformas en los lugares de operación. Y que si bien los repartidores pueden controlar lo que ocurre en su parte del proceso, no tanto así en lo que aplica a los restaurantes. "Hay compañeros que han sido testigo de restaurantes con cocineros y empleados sin protección que entregan pedidos a riders amontonados. Incluso cumpliendo la entrega al cliente sin contacto, nos preguntamos cuáles son las posibilidades de que ellos reciban el famoso virus en sus pedidos", explican.
En todo este contexto, el colectivo no pide la eliminación total de los servicios, pero sí el control de la actividad para garantizar la seguridad de todas las partes. "Para los casos de personas con necesidad de asistencia, que haya una limitación de lo que se consideran productos básicos para llevar, limitación de peso, identificación de colectivos con tal necesidad y, no menos importante, que los trabajadores que presten dicho servicio sean contratados, preparados y protegidos", terminan.