Con el confinamiento en la región de Hubei, China nos regaló un par de meses. El despunte del norte de Italia, otra semana. "¡Preparáos!", alertaba Maurizio Cecconi, presidente de la Sociedad Europea de Medicina Intensiva –ESICM, en inglés– desde una ya complicada situación inicial en el país vecino, cuando aquí registrábamos apenas el primer par de muertes.
Aprovisionar los sistemas médicos es ya misión imposible. Con la pandemia echando profundas raíces en los países más desarrollados y los sistemas sanitarios más poderosos del mundo buscando desesperadamente material de una necesidad acuciante y disponibilidad escasa con el que aprovisionar sus UCIs y dotar de reactivos a los laboratorios capaces de producir kits de detección. Ya es tarde para eso, al menos a través de los proveedores habituales.
Y es ahora, cuando nos acercamos al callejón sin salida de la falta de recursos pero exceso de ocio, que uno de los colectivos más dotados de ingenio tienden redes para intentar poner medios allí donde más hacen falta. Los 'makers' se quedan en casa, pero activando todo su talento para dar herramientas tanto a profesionales sanitarios como a ciudadanos para combatir el COVID-19 con tecnología, datos y ciencia.
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Respiradores, máscaras y pantallas: la medicina 'open source' se abre paso
En Italia hace ya días que domina un colapso en sus unidades de cuidados respiratorios, a la par que estas se expanden a nuevas plantas y pasillos. Cuenta de ello da el vídeo –sensible– desde el interior de uno de los hospitales de Bérgamo, en el epicentro de Lombardía, la región más afectada del país. Ante la rápida evolución de un sustancial porcentaje de los detectados positivos –hasta un 10% de estos requieren tratamiento en las UCIs, según cifras previas de la ESICM–, la respiración asistida se vuelve más y más crucial.
Aunque no todo es nueva maquinaria, y eso lo saben bien en Italia. Los consumibles y repuestos que estos aparatos necesitan también han visto interrumpido su suministro. Son las válvulas de los sistemas de respiración asistida que necesitaban con reemplazo urgente bajo riesgo de agotarse y dejar los equipos sin uso alguno, con consecuencias desastrosas.
Varias empresas de impresión 3D de la región se han puesto esta semana manos a la obra, rediseñando un modelo de estos componentes, y comenzando a imprimirlo de forma intensiva y a decenas. De esta forma se asegura el funcionamiento de los actuales equipos para funcionar durante la epidemia de COVID-19. No obstante, no son suficientes.
Es por ello que todo un ejército de makers se ha puesto a funcionar esta semana, no solo en Italia. También en España, y también en proyectos que intentan coordinar los esfuerzos europeos y a lo largo del mundo. Multitud de iniciativas han echado a rodar ante la escasez, tanto actual como prevista, de material que aumente la protección del personal sanitario expuesto.
Estamos a tope imprimiendo soportes para viseras para los hospitales y centros que lo necesitan y se han quedado de material!
Apoyando, colaborando y ayudando como podamos desde casa con nuestras Impresoras 3D!#FrenarLaCurva #YoMeQuedoEnCasa pic.twitter.com/f1kCSmKIeW— Jessi Redrado (#YoMeQuedoEnCasa) (@Jessi_Redrado) March 18, 2020
Uno de los más básicos la impresión de pantallas faciales en 3D. Desde hace un par de días que no son pocos los aficionados a la impresión de modelos que están recurriendo a estas técnicas para dotar de mayor protección a unos profesionales sanitarios que ya están recibiendo las primeras unidades. Es el caso de Jessi Redrado, ingeniera informática que imprime estas pantallas desde Zaragoza y anima a todos a hacerlo descargando los planos.
Desde Italia nos llegan también los planos para fabricar mascarillas con un filtro básico en unas pocas piezas, imprimidas y cosidas a partir de una pequeña plancha imprimida en 3D. En Opensourcemask es posible descargar los archivos necesarios para ponerlo en marcha.
Hay proyectos algo más ambiciosos, como el que trata de adaptar las máscaras faciales de buceo que podemos encontrar en Decathlon para que filtren la entrada de aire. Es lo que han intentado Alfredo Redondo, cardiólogo intervencionista en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid, y su hermano Gonzalo, director de una pequeña empresa de ingeniería en el sector aero e hidrodinámica. Adaptando la salida de aire con un par de filtros que es posible encontrar en Amazon sería suficiente para adaptar estas máscaras, que serían resistentes y reutilizables.
En otros es necesaria la colaboración altruista de entusiastas y expertos en varias áreas. Es el caso de los respiradores y resucitadores, que cuentan con multitud de iniciativas en marcha. Tanto que ya hay quienes han organizado una competición, premiada con gratitud, en torno a la resolución de este problema.
Una de las más útiles y avanzadas es la del respirador del que se hace llamar Reesistencia Team. Este grupo ha conseguido, en apenas un par de días, un prototipo de respirador funcional a partir de componentes que son económicos y fáciles de encontrar. La actividad de este equipo, que se gestiona a través de un grupo de Telegram, ha recibido la atención de profesionales de todos los sectores.
Aún no salvamos vidas, pero seguimos sin descanso hasta que todos los parametros esten correctos #reesistenciasomostodos pic.twitter.com/K6WvFERp7W
— ReesistenciaTeam (@ReesistenciaT) March 19, 2020
Con la actividad multiplicada a diario, no únicamente recoge el buen hacer de aficionados al DIY. Tan pronto recibe un lote de válvulas antirretorno como los que se usan en los controles de alcoholemia en tráfico, de manos de la propia Guardia Civil, como recoge comentarios de quien dice ser directora de un hospital español, preguntando por el estado del proyecto. El prototipo, por tosco que pueda parecer, está programado para su testeo en el hospital el próximo lunes.
De proyecto altruista a organización internacional
También los hay profesionales, que ponen a disposición tanto conocimiento como herramientas de las que disponen, e incluso los recursos de las empresas a las que pertenecen. Sectores como el de la electrónica, la informática o el modelado 3D se dan la mano en otro grupo de Telegram, mucho más numeroso, denominado Coronavirus Makers, que intenta escalar su crecimiento a toda máquina, distribuyendo por área de conocimiento y geográfica los esfuerzos en varios grupos más específicos. También cuentan con un canal a modo de tablón de anuncios en el que publican los progresos.
El potencial de estas iniciativas puede ser vital para realizar un baipás a las fuentes de suministro tradicionales, y así lo están viendo desde pequeños grupos de médicos que ya se benefician de algunos de estos apaños, a las propias organizaciones que tienen detrás, ya sean hospitales, ministerios o gobiernos. Hay varios frentes de cooperación abiertos a nivel internacional, con los que la filosofía open source puede ayudar a salvar vidas.
Los esfuerzos de coordinación otra de las claves, de forma que no haya demasiados equipos tratando de resolver el mismo problema desde cero y de forma local, siempre que se pueda utilizar un diseño ya resuelto. De esta forma, los esfuerzos pueden dirigirse a generar mejores soluciones, más baratas y fáciles de fabricar. En este sentido, hay varias iniciativas desplegadas a nivel nacional, pero también internacional:
- Coronavirus Makers, el mayor grupo en España, que cuenta una web y se coordina en varios grupos y canales de Telegram.
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Medical goes Additive, una iniciativa europea con base en Alemania para crear un grupo de trabajo conjunto de impresión en 3D, que aúne los esfuerzos del viejo continente.
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Helpful Engineering, uno de los mayores grupos a nivel mundial, con más de 12.000 participantes en su Slack y gran concentración de esfuerzos desde España.
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Open Source Ventilator, grupo internacional de unas mil personas que se organiza a través de Slack.
Si dispones de capacidades sólidas en alguno de los apartados más técnicos, puedes dejarte caer por uno de estos grupos y ver dónde puedes aportar. Si no es así, siempre puedes echar un cable con la congestionada gestión y organización del mismo. Si simplemente quieres aprender, puedes empezar por echar un vistazo al Tech Handbook para esta crisis, publicado hace tan solo unos días, u otros pequeños proyectos.
Imagen de portada: Open Source Mask