A pocos días del aniversario del terremoto de Japón del 11 de marzo de 2011, un video muestra en primera persona lo que sucede minutos después de que acaba el sismo y llega el tsunami que causa total devastación en la ciudad de Kesennuma en la prefectura de Miyagi con unos 74.000 habitantes.
El también conocido como el Gran terremoto de Japón oriental ocurrió después de una larga serie de sismos previos y tuvo una magnitud de 9,1 creando olas de hasta 40,5 metros de altura.
Un minuto antes del terremoto principal, unos mil sismógrafos en Japón enviaron avisos a diferentes medios de comunicación locales avisando del peligro inminente.
El epicentro se dio a 373 kilómetros de Tokio. Después del sismo mayor, ocurrieron otros un poco más pequeños de magnitud 7, 7,4 y 7,2 a lo largo de la siguiente hora. Después se registraron unas cien réplicas, todas con magnitud superior a 4,5.
La energía generada por el terremoto, de haber sido aprovechada, hubiese sido capaz de abastecer a una gran ciudad como Los Angeles durante todo un año. Casi el doble en comparación a la del terremoto de magnitud 9,1 en 2004 en el Océano Índico.
El tsunami fue devastador, con olas de 0,5 metros que golpearon la costa norte de Japón, una de 4 metros en Iwate y otra de 10 metros que llegó desde el aeropuerto de Sendai a la prefectura de Miyagi y que es la que se puede ver en este vídeo.
El tsunami fue tan poderoso que golpeó a puertos y playas en el estado de California en Estados Unidos, al otro lado del océano. Aunque el efecto llegó hasta Perú, Panamá, Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Honduras, pero con pequeñas olas casi imperceptibles que no causaron daños.
Oficialmente se confirmaron 15.893 muertes, 2.556 desaparecidos y 6.152 heridos. Un análisis posterior de los 13 mil cuerpos recuperados determinaron qu eel 92% murieron ahogados.