La noticia ha circulado como pólvora: un Boeing 777 de Delta Airlines arrojó combustible sobre cinco escuelas primarias y una secundaria cercanas a la ciudad de Los Angeles, dejando sesenta heridos.

El suceso ha generado un desconcierto general, ¿cómo es posible que un avión comercial arroje gasolina sobre un área poblada? Los motivos no son simples y ocurrieron a partir de una decisión relacionada a la seguridad que se tuvo que tomar en pocos segundos o minutos.

Todo empieza cuando el vuelo 89 de Delta se ve obligado a regresar al aeropuerto de Los Angeles (LAX) debido a un problema mecánico. Según datos de Flightradar24, el Boeing 777 subió hasta los 7.775 pies cuando empezó a descender tres minutos más tarde. Claramente había un problema.

Después de que inicia el descenso, y antes de aterrizar, la aeronave mantiene una trayectoria de vuelo en círculos alrededor del área del aeropuerto. ¿Por qué? Estaba deshaciéndose del combustible.

Según explica la propia aerolínea, una vez detectado el problema mecánico en uno de los motores, se requirió que la aeronave regrese lo antes posible al aeropuerto. Para poder hacerlo necesitaba liberar el combustible para poder alcanzar un peso de aterrizaje seguro.

Se trata de un procedimiento que intenta proteger lo más posible a los cientos de pasajeros que están dentro de la nave, la cual, para aterrizar, debe descender su velocidad y si hay demasiado peso podría entrar en pérdida (o stall, como se lo llama en inglés), lo cual causa que la aeronave pierda estabilidad inmediatamente y estrellarse.

Mientras más peso, se requiere mayor velocidad para no entrar en pérdida. Durante la fase de aterrizaje se debe de reducir la velocidad por lo cual es una situación especialmente sensible.

El combustible uno de los mayores factores que contribuyen al peso total de la aeronave, con unas 18 toneladas correspondientes solamente al jet fuel. Por lo tanto, es importante deshacerse de este para no realizar una aproximación a pista en una situación de extremo peligro.

Es probable que, debido a las circunstancias del problema mecánico, el avión no podía alejarse más del aeropuerto, que no quedó de otra más que arrojar el combustible y lamentar posibles heridas de la población en tierra pero no pérdidas totales en caso de un accidente fatal del avión.

Aún así, la FAA (Administración Federal de Aviación, por sus siglas en inglés) ha comunicado que emprenderá una investigación sobre lo ocurrido.