Era una tarde tormentosa. La lluvia repiqueteaba rítmicamente sobre el techo y las ventanas, mientras el sonido de los truenos se mezclaba con las risas y las voces de 21 niños que jugaban al baloncesto en el gimnasio de su colegio, ajenos a lo que estaba a punto de ocurrir. De repente, la parte trasera del recinto se rompió violentamente, dejando paso a una ola de agua que arrasó con cortinas, muebles y material deportivo.

Este podría ser perfectamente el inicio de una película sobre catástrofes de sábado por la tarde, pero en realidad es un suceso real, que tuvo lugar recientemente en un centro educativo de Carolina del Norte. Tres alumnos resultaron heridos, pero las lesiones no eran graves y pudieron ser dados de alta pronto. Lo que ocurrió fue resultado de la tormenta que se libraba en el exterior, aunque se trata de un fenómeno poco habitual, que afortunadamente no llegó a resultar tan grave como podría haber sido.

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Microrráfagas: un tornado en línea recta

Lo que esos sorprendidos jóvenes de quinto grado presenciaron es un fenómeno conocido como microrráfaga húmeda.
En general, las microrráfagas son columnas muy localizadas de aire descendente, que se forman durante las tormentas eléctricas. Esto ocurre porque una corriente de aire seco se mezcla con las precipitaciones de una nube tormentosa, provocando que parte del agua presente en esta se evapore. Esta reacción requiere un calor que se desprende del aire circundante, provocando una disminución en su temperatura y, con ella, una caída súbita hacia la superficie terrestre. Su duración va desde unos pocos segundos hasta los 15 minutos desde el momento en el que tocan el suelo y pueden alcanzar vientos con velocidades de 160 kilómetros por hora.

A menudo se comparan con los tornados, pues se generan de una forma similar, pero cuentan con una gran diferencia, ya que no giran y, por lo tanto, en vez de generar destrucción a su alrededor, lo hacen en línea recta. Por lo general suelen ser secas. En el caso de las húmedas, como esta de Carolina del Norte, se dan cuando la columna de aire arrastra con ella parte del agua que contenía la nube en la que se formó. Es la razón por la que en el gimnasio entró también una avalancha de agua junto a los intensos vientos.

En esta ocasión las consecuencias no fueron graves. No obstante, existen casos en los que este fenómeno se convirtió en una verdadera pesadilla. El más conocido tuvo lugar en 1985, cuando la columna de aire azotó la pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional de Dallas / Fort Worth, justo en el momento en el que un avión se disponía a posarse sobre ella. Los fuertes vientos impidieron que pudiera terminar la maniobra y empujaron la aeronave hacia una carretera cercana, aplastando a un vehículo que circulaba por ella. Murieron el conductor del coche y 136 de los pasajeros del avión.

Tornado en Málaga: ¿son comunes estos fenómenos en España?

El incidente en el colegio estadounidense habría podido ser peor al día siguiente, cuando había planeada una asamblea a la que acudirían 450 estudiantes. Afortunadamente no fue así y solo ha quedado en un mal recuerdo para esos niños que vieron cómo la tormenta se abría paso en su gimnasio. Al menos tienen una historia interesante que contar.