El popular actor estadounidense Will Smith, que encabeza el reparto de la trilogía de **Bad Boys junto con su compatriota Martin Lawrence, ha explicado que producir una película protagonizada por dos policías afroamericanos era, sin duda, una apuesta bastante arriesgada en 1995, el año que se estrenó la original, porque los espectadores no estaban en absoluto acostumbrados a tal ocurrencia. Pero, con un presupuesto de 19 millones de dólares, recaudó 65 solo en Estados Unidos y 141 en la taquilla mundial. Y el artífice de esta buddy movie no es otro que el merecidamente denostado Michael Bay*, director de otras obras mejores como La Roca (1996), sobre todo, o La isla* (2005).

Su éxito motivó el rodaje por parte del mismo Bay de **una tardía secuela en 2003, titulada sencillamente Bad Boys 2, la cual obtuvo una recaudación total superior, de 273 millones de dólares, y amplió así su beneficio pese a que su presupuesto ascendía a 130. Sea como sea, la crítica especializada les pateó el culo en ambas ocasiones; lo que no ha evitado que este enero de 2020 llegue a los cines Bad Boys for Life, tras diecisiete años desde el lanzamiento de la anterior. Pero lo llamativo es que no fue el realizador californiano quien estuvo tras las cámaras del filme con el que se cierra la trilogía, sino los poco conocidos Adil El Arbi y Bilall Fallah, cineastas belgas pero nacidos en Marruecos.

Y, si pensamos que Bad Boys fue la ópera prima de Bay*, más nos llama la atención su ausencia en el proyecto, máxime cuando su padrino, el productor Jerry Bruckheimer, también se encuentra abordo del nuevo barco. No es que El Arbi y Fallah no contasen con experiencia suficiente para asumir la responsabilidad, pues ya habían estrenado los largometrajes Image (2014), Black (2015) y Gangsta* (2018). Pero ¿por qué Bay se desvinculó de la última película? En junio de 2008, había declarado que podría encargarse de ella, y en el mismo mes de 2014, mientras se sucedían guionistas como Peter Craig y David Guggenheim, el bueno de Bruckheimer dijo que deseaba a Bay como director.

bad boys for life michael bay
Columbia

Sin embargo, debemos suponer que tuvo que desistir: de nuevo en junio pero de 2015, saltó la liebre de que Joe Carnahan se ocuparía tanto del libreto como de la realización, y poco más tarde se supo que lo que por entonces se llamaba Bad Boys 3 se estrenaría en febrero de 2017. Qué optimismo: después de aplazarlo a junio, volvió a retrasarse hasta enero de 2018 ya como Bad Boys for Life y, para terminar, a noviembre. Pero todo se fue al traste en marzo de 2017 cuando Carnahan abandonó el proyecto aduciendo conflictos de agenda, si bien parece que la verdadera razón podrían ser diferencias creativas con Will Smith; y en agosto, su compañero Martin Lawrence dijo que no habría secuela.

Mientras tanto, Michael Bay manifestó a *Cinema Blend* lo que ya se suponía, que no le interesaba dirigir el filme, pero que deberían ponerlo en marcha cuanto antes porque, “muy pronto, sus protagonistas iban a ser viejos, polis retirados en lugar de polis en servicio activo”. Y los aleluyas no pudieron oírse en Hollywood hasta febrero de 2018, cuando se anunció una nueva oportunidad para los detectives Mike Lowrey y Marcus Burnett de Smith y Lawrence, con la batuta de Adil El Arbi y Bilall Fallah y el guion definitivo en el que habían aportado lo suyo Peter Craig, Joe Carnahan y Chris Bremner. Y, meses después, se informó de que Joe Pantoliano volvería como el sufrido Capitán Howard.

Ha habido especulaciones sobre el hecho de que Michael Bay no se ha sentado en la silla del director de Bad Boys for Life por la misma excusa que puso Carnahan, conflictos de agenda. Pero la producción de su película más reciente con debut en Netflix, la machacada **6 en la sombra (2019), terminó un mes antes de que comenzara la de los policías rebeldes** y, además del nulo interés que había dejado claro, el único que ha dicho alguna cosa relevante al respecto es Will Smith: según él, la participación del veterano Bay era demasiado cara para un filme clasificado R, que por su contenido violento reduce su público objetivo y, por tanto, la recaudación en taquilla. ¿Nos lo creemos?