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Sí, hay parásitos que aprovechan cualquier entrada para adentrarse en nuestro cuerpo. Por desgracia para James Michael, un turista británico de 32 años, ha tenido que pasar unos duros meses debido a la infección que ha padecido cuando un parásito entró por la uretra de su pene mientras él se daba un tranquilo baño en el Lago Malawi, en África. El mundo de los parásitos puede ser fascinante a la par que aterrador, como bien demuestra lo que este británico ha tenido que padecer.

En el caso de James, a su vuelta de un viaje que realizó en el verano de 2017 con unos amigos, empezó a encontrarse mal. Notaba las piernas extrañas hasta el punto de que un día ya no pudo subir las escaleras hasta su casa.En urgencias le recetaron antibióticos, pero a la semana tuvo que volver al hospital ya que su situación empeoró. Las primeras pruebas reflejaron un extraño hecho: su sistema inmunitario estaba atacando su columna vertebral, lo que le impedía moverse con normalidad. Aunque al principio ningún experto dio con el por qué estaba sucediendo, pero entonces los especialistas en enfermedades tropicales dieron con lo que le pasaba: un parásito le estaba provocando esquistosomiasis. Pero ¿qué es esto? ¿Cómo te infectas? ¿Qué síntomas causa? ¿Hay tratamiento?

"La esquistosomiasis es una enfermedad parasitaria aguda y crónica causada por duelas sanguíneas (trematodos) del género Schistosoma", explican desde la Organización Mundial de la Salud (OMS). "Las personas se infectan cuando las formas larvarias del parásito, liberadas por caracoles de agua dulce, penetran en la piel durante el contacto con aguas infestadas". Después, las personas infectadas echan en sus heces los huevos del parásito, que vuelven al agua, lugar en el que comienzan a incubarse. Y vuelve a comenzar el proceso: "En el interior del organismo, las larvas se convierten en esquistosomas adultos, que viven en los vasos sanguíneos, donde las hembras ponen sus huevos. Algunos de esos huevos salen del organismo con las heces o la orina y continúan el ciclo vital del parásito. Otros quedan atrapados en los tejidos corporales, donde causan una reacción inmunitaria y un daño progresivo de los órganos", apunta la OMS.

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"Los gusanos planos pueden vivir en los vasos sanguíneos alrededor de la vejiga o el tracto urinario de la persona infectada y liberan los huevos que pasan por la orina de la persona. La presencia del parásito en el tracto urinario también puede conducir a un montón de complicaciones desagradables, que incluyen orina con sangre, pólipos y úlceras. Además, el parásito se considera un carcinógeno del Grupo 1 y es una causa principal de cáncer de vejiga", explican en IFL Science.

Este parásito puede producir fibrosis de vejiga y de los uréteres, además de lesiones renales. Las mujeres pueden presentar "lesiones genitales, hemorragias vaginales, dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia) y nódulos vulvares", mientras que en hombres "puede ocasionar trastornos de la vesícula seminal, la próstata y otros órganos". Es más, puede llegar a producir infertilidad.

Esta infección por parásitos puede causar anemia, retraso del crecimiento y problemas de aprendizaje en niños, "aunque los efectos suelen ser reversibles con el tratamiento".

Además, "la esquistosomiasis crónica puede afectar a la capacidad de trabajo", señalan desde la OMS. Esto se debe a que provoca más discapacidades que muertes, aunque en algunos casos puede llegar a ser mortal. James ha pasado meses en silla de ruedas y usando muletas, pero su pronóstico es favorable, aunque podría tardar hasta diez años en recuperarse del todo.

En África, Oriente Medio y Córcega (Francia) son los lugares en que más parásitos de tipo Schistosoma haematobium tienen en sus aguas, por lo que hay que tener cuidado. No obstante, otros parásitos de este tipo se pueden encontrar en aguas del Caribe, Brasil, Suriname, Venezuela, China, Filipinas o Indonesia, según la OMS.

A este joven británico le pautaron prazicuantel, un antihelmíntico antiparasitario de amplio espectro, que es el tratamiento recomendado contra todas las formas de esquistosomiasis. "Es eficaz, seguro y de bajo coste", señalan desde la OMS. "Eso mató la infección pero me quedé básicamente debilitado. Me dijeron que había un 30% de posibilidades de que me recuperara por completo, dentro de 10 años”, comentó James Michael, tal y como recoje IFL Science.