Google ya admitió que sus empleados estaban ofreciendo cheques regalos a ciudadanos de los Estados Unidos para usar sus datos faciales para mejorar el sistema de reconocimiento facial de cara al lanzamiento del Pixel 4. Esto, aunque ciertamente cuestionable, dejaba a voluntad de personas más o menos informadas la decisión de aceptar o no, pero parece que la cosa no se limitaba a dichos usuarios.
Una serie de fotografías tomadas con el Pixel 4 dejan entrever el rendimiento de su cámara
Y es que según reporta The Verge, gracias a datos extraídos de un investigación de New York Daily News, los contratistas que estaba utilizando Google para mejorar este servicio, decidieron cruzar la línea para tener un fuente mayor de datos faciales.
Tal como afirma dicho medio, estos contratistas han venido utilizando los datos faciales de personas sin hogar y de estudiantes universitarios que no sabían que estaban siendo grabados para mejorar el sistema.
Citando a New York Daily News, sus fuentes -que supuestamente eran ex-trabajadores de dicho proyecto- apuntaron a que el contratista de Google para dicho servicio, Randstad, envió a una serie de equipos a Atlanta para, expresamente, apuntar a personas sin hogar y personas con piel oscura, a menudo sin decir que estaban trabajando para Google, y sin dejar claro de forma explícita que, en realidad estaban grabando sus caras:
Dijeron que se enfocaran a las personas sin hogar porque son los menos propensos a decir algo a los medios de comunicación ", dijo el ex miembro del personal. "Las personas sin hogar no sabían lo que estaba pasando. En absoluto". [...]A algunos se les dijo que reunieran los datos de la cara caracterizando el escaneo como un "juego de selfies" similar a Snapchat. Uno [de los extrabajadores] dijo que a los trabajadores se les instruyó para que dijeran cosas como: "Simplemente juegue con el teléfono durante un par de minutos y obtenga una tarjeta de regalo" y "Tenemos una nueva aplicación, pruébela y obtenga $ 5". [...]Otro ex TVC confirmó que a los miembros del equipo en California se les dijo específicamente que podían atraer a los sujetos con problemas de efectivo al mencionar una ley estatal que dice que las tarjetas de regalo de menos de $ 10 se pueden cambiar por efectivo
Lógicamente, Google no tenía porque conocer los métodos de su subcontrata, por lo que no se trata de un mala práctica de los del buscador de cara a la mejora de sus servicios, pero desde luego si de una mala praxis y un uso comportamiento antiético para una compañía que suele hacer gala de trasparencia e integración en la mayoría de sus servicios, amén de una forma de aprovecharse de los más desfavorecidos de parte de sus subcontrata para ahorrarse unos cuantos dólares.