Apple pone al día el iPad de entrada supliendo todas las carencias del modelo anterior. El iPad de 2019 es sin duda el definitivo para sacarle todo el partido a iPadOS y el punto de entrada perfecto al ecosistema.Desde que Apple replantease su estrategia con el iPad, anticipando lo que veríamos este mismo otoño con el lanzamiento de iPadOS, han venido sucediendo una serie de cambios que han convertido a la tablet de Apple en la mejor alternativa para el trabajo en movilidad. Si bien es cierto es que desde su lanzamiento ha sido un mantra que se ha repetido de forma constante, no ha sido hasta ahora cuando la constatación de las posibilidades que ofrece el dispositivo han quedado fijadas en el día a día del usuario.

El iPad, como línea de producto, ha ido a contracorriente del resto de dispositivos de Apple. En términos generales, no existe una clara diferenciación dentro de cada producto de la compañía entre la entrada y la gama alta. Pequeños cambios en términos de hardware pero que, generalmente, no suponen una gran diferenciación que obligue al usuario a tener claro las diferencias entre uno y otro dispositivo. Hasta ahora, lo que perdíamos por un lado, -Pro Motion, pantalla laminada- se ganaba por otro -soporte para teclado Smart o Apple Pencil-, pero en términos generales, las diferencias no eran tan notables.

No obstante, la nueva estrategia, puesta en marcha en 2018, cambió la concepción del iPad. El lanzamiento del iPad de bajo coste supuso una sacudida en la línea de productos, que se vio reforzado en otoño con la presentación de la gama Pro. Por fin los usuarios tenían varias gamas de dispositivos diferentes, con una base de uso potencialmente parecida pero con posibilidades totalmente contrapuestas. El iPad Pro al fin era pro, y lo que hasta ahora había sido la base de la gama media del iPad se convertía en una adaptación de bajo coste (la del iPad de 2018): grandes prestaciones que, sin duda, venían a satisfacer las necesidades de cualquier usuario por poco más de 300 euros.

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Todo ello, unido a la llegada de iPadOS, han convertido a día de hoy al iPad en una herramienta indispensable para muchos y, por fin, en un sustituto para el ordenador portátil para la inmensa mayoría de los usuarios. No obstante, aunque el mercado estaba contento por lo que ofrecía el iPad de entrada de 2018, tenía algunas carencias que sin duda limitaban parte de la experiencia.

iPad (7.ª generación) a la izquierda vs ‎iPad Air (3.ª generación) a la derecha.
Si bien es cierto que no se podía exigir mucho más a lo que ofrecía Apple con la llegada de iPad de entrada (bajo precio, buenas prestaciones y soporte para Apple Pencil), el cambio en la línea de los tablets de la compañía dejaba entrever un proyecto más ambicioso aprovechando la llegada de iPadOS. El resultado es sin duda lo que hoy constituye la gama de entrada al iPad: un nuevo dispositivo que mantiene el precio reducido del anterior pero del que se puede decir, sin ambages, que suple todas las carencias que nos encontramos el año pasado y que, en conjunción con iPadOS, es el equipo en movilidad definitivo por precio y posibilidades.

El iPad (2019) crece en pantalla pero no en precio. De las 9,7 pulgadas del anterior pasamos a las 10,2, lo que lo deja sorprendentemente cerca de las 10,5 pulgadas del iPad Air, del que solo se diferencia, a simple vista, por la inexistente pantalla laminada del modelo de entrada y el True Tone. Si bien la pantalla laminada es un plus a tener en cuenta, lo cierto es que en el día a día el usuario medio no notará la diferencia si no hace un uso extensible del Pencil, que quizás es el aspecto en el que, en conjunción con apps de edición, se le saque más partido.

Aquí es donde terminan las diferencias. A día de hoy, y pensando en el público objetivo del modelo de entrada, el resto de aspectos del iPad (2019) no están muy lejos de lo que ofrece el Air. Si bien este último tiene mejor procesador (A12 Bionic con motor Neural), y seguro que garantiza una mayor longevidad del software o el uso en tareas más pesadas, hay que tener en cuenta que la diferencia de precio entre ambos, cerca de 200 euros, suponen una inversión importante que no marcará la diferencia en el día a día entre ambos dispositivos.

Esta diferencia de precio quizá sea más interesante invertirla en los accesorios, que son casi obligatorios si queremos utilizar el iPad como sustituto del un equipo portátil: el Apple Pencil y el Smart Keyboard. Aunque ambos accesorios son opcionales, -tanto que se venden por separado-, resultan imprescindibles si se quiere aprovechar todo lo que ofrece el nuevo iPad (2019) y iPadOS.

Puede que el usuario que busque el iPad de entrada por tener un presupuesto más ajustado tenga la tentación de acudir a dispositivos de terceros, pero de todo lo que hemos probado la mejor experiencia la ofrece el teclado de Apple para el iPad, no solo por integración con el sistema, también por la sencilla razón de que el iPad (2019) incluye, a diferencia del modelo anterior, conector Smart para este teclado plegable de la compañía, que además no necesita alimentación externa y que, en términos de repuesta y comodidad funciona de forma impecable. Su precio es elevado, sí (179,00 euros), pero la experiencia premium que ofrece no la hemos visto en ninguna otra alternativa.

El resto de la experiencia no difiere mucho del modelo de sexta generación que ya alabamos en su lanzamiento. Tiene el mismo procesador (A10) y por tanto la mismas carencias, si bien el incremento de memoria hace que podamos usar hasta tres apps al mismo tiempo sin que una se ponga en suspenso, algo que con el modelo anterior era impensable, puesto que una de las tres siempre quedaba en un segundo plano a la espera de poder usarla. Ahora podemos interactuar con las tres a la vez y el sistema trabaja de forma fluida y exacta.

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Además, la llegada de iPadOS con Apple Arcade, unido a la posibilidad de ejecutar juegos avanzados gracias al A10, también, como el modelo anterior, convierten a este iPad en un complemento perfecto para jugar, ya no solo en movilidad, también en casa gracias a, como decíamos al principio, una pantalla más grande y a la compatibilidad con los mandos de la Xbox y la PS4. Su fácil configuración y el increíble catálogo que ofrece Apple Arcade por apenas 5 euros al mes son imbatibles a día de hoy.

En definitiva, la compañía ha sabido suplir las carencias que encontramos en el iPad de sexta generación: tenemos más memoria, más pantalla (y algo menos de marcos laterales), conector Smart y iPadOS en un dispositivos de poco más de 370 euros, compatible con el Apple Pencil, el teclado oficial de Apple, y que no tiene competencia ni dentro ni fuera de su mercado. Esta vez es el iPad para todo el mundo.

Conclusión

El nuevo iPad (2019) no tiene competencia, ni dentro de ni fuera de Apple. La compañía ha sabido suplir todas las carencias del modelo anterior y por fin incluye conector Smart, que en conjunción con el Pencil lo convierten en la mejor alternativa para disfrutar de las posibilidades que ofrece iPadOS sin hacer un gran desembolso.

Si bien hubiera sido interesante la inclusión del chip A12 que Apple ofrece en el iPad mini para alagar su vida útil, o la pantalla laminada del Air, por el precio que tiene no se le puede exigir absolutamente nada más.

Es, en pocas palabras, el iPad perfecto para todo el mundo: no le sobra ni le falta absolutamente nada.

Pros

  • Se agradece enormemente el mayor tamaño de pantalla.
  • Soporte para Pencil y por fin incluye conector Smart.
  • Sigue siendo imbatible en precio.
  • Gracias a Arcade, también es una consola excepcional.

Contras

  • La pantalla sigue sin ser laminada.
  • Perdemos True Tone respecto al Air.
  • Comprar el iPad con sus accesorios encarece mucho el conjunto.