Una mujer de 25 años acudió de urgencia al Hospital Miriam, de Rhode Island, aquejada de debilidad, palidez y dificultad para respirar. Además, en cuanto le realizaron la primera analítica comprobaron que su sangre se había vuelto de un curioso azul oscuro.

La joven no era de la realeza, ni mucho menos. En realidad estaba sufriendo un fenómeno conocido como metahemoglobinemia, provocado por el consumo de una alta dosis de un fármaco para el dolor de muelas.

Un raro efecto de la benzocaína

Según cuenta el informe del caso, publicado en New England Journal of Medicine, a su llegada al hospital la joven contó que poco antes de irse a la cama la noche antes se había untado una gran cantidad de un fármaco de uso tópico, a base de benzocaína, para el dolor de muelas.

En un principio no notó ningún síntoma, pero al despertar se sentía muy débil y sin aliento y su piel había perdido color. Las primeras pruebas mostraron que tenía una cantidad normal de respiraciones por minuto, pero la saturación de oxígeno era baja, de un 88%. Esta cifra es un porcentaje que mide la cantidad de oxígeno que hay en la sangre. Debe ser lo más alto posible, tanto que los niveles normales se consideran entre el 96% y el 100%. Si se baja del 90% empieza a considerarse hipoxemia y si se alcanza una cifra menor de 80%, hipoxemia severa. Este último terminó siendo el caso de la paciente, pues poco después de comenzar a ser atendida la cifra cayó hasta un 67%.

Pero todo eso no era lo más extraño, ya que al sacarle sangre para realizar una analítica comprobaron que esta ya no era roja, sino azul oscuro.

Todo apuntaba a que la mujer padecía metahemoglobinemia adquirida, una condición que se caracteriza por la presencia de una cantidad anormal de metahemoglobina, una sustancia que se genera cuando la forma de la hemoglobina se altera, impidiendo que se una al oxígeno.

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Esta proteína normalmente es la encargada de transportar el oxígeno hasta los tejidos, por lo que si no puede unirse a él acabará generando hipoxia. Esto es también lo que genera el cambio de color en la sangre, ya que al separarse del oxígeno la molécula cambia de forma y pasa del color rojo brillante típico a un rojo mucho más oscuro, casi negro, con un leve fondo azulado.

New England Journal of Medicine

Lo único fuera de lo habitual que había hecho la joven había sido utilizar el fármaco para el dolor de muelas, por lo que parecía ser el culpable de su estado. No es algo común, aunque tampoco es un caso sin precedentes. De hecho, solo en Estados Unidos se han reportado unos 319 casos de metahemoglobinemia por benzocaína, e incluso tres de ellos han terminado con la muerte del paciente.

Pero esta vez no fue así. Por suerte para la chica, el rápido tratamiento con azul de metileno intravenoso generó una rápida mejoría de sus síntomas y la dejó fuera de peligro. Solo quedó en un susto, pero probablemente uno que jamás podrá olvidar.