El pasado viernes por la noche la Organización para la Investigación Espacial de la India (ISRO) se quedó a solo dos kilómetros de hacer historia, al convertirse en el cuarto país del mundo que lograría aterrizar una nave en la Luna. Lamentablemente, a esa distancia de la superficie, durante el descenso, se perdió todo contacto con el módulo de aterrizaje, Vikram, que terminó estrellándose en lugar de posarse adecuadamente sobre el satélite. Finalizaba así el periplo de la misión Chandrayaan-2.
La Chandrayaan-2 fracasa en su intento de alunizar
Se vivieron momentos de tensión en la sede de ISRO, en Bangalore, donde el trabajo no ha cesado desde entonces. Este mismo domingo, el presidente de la agencia espacial india, Kailasavadivoo Sivan, confirmaba que el orbitador de la nave había enviado una imagen térmica de la ubicación del módulo accidentado y que estaban intentando contactar con él. Por el momento no hay noticias de que lo hayan conseguido, a pesar de sus insistentes intentos.
En busca de una comunicación efímera
Durante la búsqueda, empiezan a publicarse en diversos medios de comunicación declaraciones de funcionarios de ISRO, algunas de ellas anónimas.
Todos coinciden en que a medida que pasa el tiempo la comunicación se hace más difícil. Por el momento el módulo de aterrizaje podría tener aún la capacidad de generar y recargar batería con ayuda de los paneles solares, lo cual permitiría establecer comunicación. No serían más de 5-10 minutos, según ha explicado a NDTV el director de la misión Chandrayaan-1, Mylswamy Annadurai. Sin embargo, podrían servir para conocer más datos de su situación.
Para que esto ocurra Vikram debería encontrarse en una posición adecuada, pero por el momento es imposible saber si lo está. Según afirman algunos miembros de la misión, podría ser que esté mal orientado, que no se haya posado sobre sus cuatro patas o que haya sufrido daños por el impacto. En cualquiera de esos casos, el contacto sería prácticamente imposible. Será necesario esperar un poco para saber algo más sobre la nave que rozó el éxito, pero no llegó a conseguirlo.