Sony, Microsoft y Nintendo, los fabricantes de las consolas más importantes del mercado, decidieron unir fuerzas para enfrentar los constantes abusos de las loot boxes reportados en los últimos años. Su objetivo es claro, evitar que este popular modelo de negocio siga perjudicando la experiencia de los jugadores, y su estrategia implica cuestionar a las grandes editoras de videojuegos.
Por medio de la ESA (Asociación de Software de Entretenimiento, por su siglas en inglés), las tres compañías revelaron que exigirán a las editoras que sean transparentes sobre las probabilidades de obtener elementos aleatorios en las cajas de botín. Además de sus estudios internos, empresas como Electronic Arts, Ubisoft, Activision Blizzard, Bethesda, Bungie, Take-Two Interactive, Bandai Namco, Wizards of the Coast y Warner Bros., entre otros, deberán ser claras sobre sus prácticas antes de finalizar el 2020.
Sony, Microsoft y Nintendo se están comprometiendo con nuevas políticas, mismas que requerirán que las loot boxes en juegos desarrollados para sus plataformas revelen información sobre la relativa rareza o probabilidad de obtener elementos virtuales aleatorios.
Es importante señalar que el acuerdo, en el que también participa la FTC (Comisión Federal de Comercio, por su siglas en inglés), aplica la normativa solo para los nuevos juegos, así como futuras actualizaciones y contenidos descargables de los mismos. Por lo tanto, muy pronto comenzaremos a ver títulos que ofrecen más información sobre el funcionamiento de sus loot boxes.
Un senador de EE.UU. busca prohibir las loot boxes y microtransacciones
"La industria de los videojuegos se fundamenta en crear y mantener relaciones con nuestros jugadores basadas en la diversión, pero igualmente importante en la confianza. Una de las características de nuestra industria es que no solo creamos valor de entretenimiento para nuestros jugadores, los escuchamos", mencionó la ESA en su comunicado.
La organización dejó claro que en el último año se ha incrementado la preocupación entorno a las cajas de botín. Una de sus acciones, aunque solo aplicable para ciertos territorios, es que la clasificación ESRB ya muestra que los títulos integran compras digitales. Sus últimos esfuerzos están dedicados a que los padres tengan un mayor control sobre el contenido al que acceden los menores, incluyendo la adquisición de loot boxes.
El comunicado concluye: "Los videojuegos generan amistad y crean comunidades de las que todos disfrutamos formar parte. Continuaremos innovando y trabajando juntos para que cada miembro de nuestra comunidad pueda disfrutar los juegos como una experiencia divertida y enriquecedora".
Contrastes con el pensamiento de las editoras
Si bien la iniciativa de los fabricantes de hardware es un gran paso para regular las microtransacciones, algunas editoras como EA no creen que su propuesta dañe al consumidor. El pasado junio, durante una audiencia con el Comité Digital, Cultura, Medios y Deporte del Parlamento en Reino Unido, los responsables de juegos como FIFA o Star Wars: Battlefront dijeron que las cajas de botín son "bastante éticas, divertidas y amenas para las personas". De hecho, compararon la práctica con abrir un Kinder Sorpresa.
Por supuesto, las loot boxes se han convertido en un negocio muy redituable, pero algunas compañías han arriesgando la experiencia de sus obras con el propósito de obtener ganancias adicionales. La situación ha rebasado a la industria de los videojuegos, pues diversos gobiernos han intervenido para estar al tanto del problema. Josh Hawley, senador de Estados Unidos, presentó una propuesta que busca prohibir totalmente las microtransacciones y loot boxes en los Estados Unidos, el mercado más grande de videojuegos en el mundo. En caso de aprobarse en el futuro, sería un golpe muy fuerte para todo tipo de juegos, incluyendo los free to play como Fortnite.