Better Than Us nos sitúa en el Moscú de 2029, donde los androides son una parte importante de la sociedad. Ayudan a las familias, ocupan algunos puestos de trabajo y, cómo no, los robots sexuales están a la orden del día. De hecho, todo comienza con una de ellas. El gran director de la empresa más importante de robótica del país, CRONOS, tiene su propia colección personal en su despacho. Arisa es su última adquisición, un modelo de lo más nuevo (Paulina Andreeva) fabricado en Japón que “a veces actúa por sí misma”. Lo que este hombre de negocios desconoce es que su autonomía la lleva a saltarse directamente las leyes de la robótica y al comienzo del primer episodio asesina a un hombre que pretendía violarla. Después, se da a la fuga y comienza la típica persecución corporativa que se espera en estos casos.
Hasta aquí la serie no se distingue mucho de otras incursiones en la ciencia ficción con robots. Pero Better Than Us marca la diferencia al poner en contacto a Arisa con la pequeña Sonya (Vitaliya Kornienko), una niña de apenas cuatro o cinco años que vive a caballo entre la casa de su madre y su padre. La niña se convierte en la dueña de la androide asesina, que la obedece y ayuda en las situaciones más disparatadas de ahí en adelante. Esta singular amistad es un éxito no solo por la comicidad del concepto en sí, sino también porque son las dos actrices más brillantes del reparto. Kornienko, de solo ocho años, es una prometedora figura del cine ruso, ya que a su corta edad es capaz de conectar con el público y transmitir emoción; esta es, de hecho, su tercera producción. Por su parte, los movimientos rígidos y el rostro inexpresivo de Andreeva consiguen que parezca realmente un robot e insuflan una sensación muy fría en el personaje
Por desgracia, el resultado final está más cerca del thriller policiaco que de la comedia de situación. A la persecución de CRONOS se le suma la investigación policial de un viejo detective con aspiraciones frustradas, que no se fía de los robots. Además, la sociedad rusa se está viendo sacudida por un creciente odio hacia las máquinas que surge de un grupo violento de personas. El debate es el de siempre: ¿por qué odiar a los androides o desconfiar de ellos si te fías de tu ordenador o de tu tostadora? Para muchos, estos robots son sólo una extensión más nueva de la tecnología que lleva siglos desarrollando el ser humano; para otros, es el fin de la civilización. Una opinión un poco tardía teniendo en cuenta que está sociedad tiene una suerte de pantallas digitales en el antebrazo que les hacen las veces de teléfono móvil.
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La premisa no es original, nos habla de la revolución de las máquinas de la que la ciencia ficción nos lleva advirtiendo desde siempre en en el cine y la literatura. Pero al entrar en contacto con el drama familiar de Sonya, Better Than Us se desmarca lo suficiente como para que merezca la pena echarle un vistazo. La niña y su hermano mayor han acabado viviendo de forma permanente con su padre, un médico forense, porque este se negó a que su exmujer se los llevara a Australia a empezar una nueva vida. Ella, por su parte, quiere demostrar que no es un buen padre y que no está capacitado para hacerse cargo de los niños. No es difícil adivinar que la moraleja de la serie será que, en el fondo, era un padre muy responsable y ella demasiado injusta. Aunque lo primero que hace Georgy Safronov, es dejar a Sonya en casa sola durante casi todo el día.
En la serie hay un fuerte mensaje a favor del modelo de familia tradicional. Sobre todo en los primeros capítulos, se culpabiliza a la madre por dejar a su marido y se la representa como una villana que quiere apartarlos de él, cuando Georgy solo muestra signos de no poder cuidarlos correctamente. Hay incluso una cierta demonización del divorcio como concepto, lo que choca con la clase de contenido que suele emitir Netflix, por lo general ajeno a este conservadurismo. A pesar de esto, los gags familiares son bastante graciosos y la temporada es muy disfrutable, si bien un poco larga.
La primera original de Netfilx rusa
La serie se compone de dieciséis episodios que pertenecen, en realidad a dos temporadas distintas, pero que Netflix ha conglomerado en una. Better Than Us es una producción rusa de Yellow, Black and White y Sputnik Vostok Production para la cadena pública nacional. A causa de su tremendo éxito en el país eslavo, Netflix la compró y la ha presentado como la primera serie original rusa en llegar a la plataforma. Sin embargo, no es la primera serie rusa que está disponible en streaming. De hecho, el actor que interpreta a Georgy, Kirill Käro, es el protagonista de The Sniffler, una serie policiaca sobre un detective que resuelve crímenes gracias a un sentido del olfato extraordinario. A esta se le unen un par de shows infantiles, varios thrillers policiacos, un remake de dexter, dramas históricos e, incluso, un biopic sobre Trotsky.
Better Than Us se une a este catálogo ruso y amplía los universos de ciencia ficción que ya acumula Netflix. Así como las series coreanas o hindúes de Netflix nos sirven para adentrarnos en sociedades distintas, esta decepcionará al que quiera encontrar una versión diferente de los robots por ser rusa. Lo cierto es que se parece mucho a cualquier homóloga norteamericana, o a la británica Human, sin ir más lejos. Es una de esas series que repiten fórmulas que le han funcionado a otros y tiene pocos rasgos diferenciadores, pero aún así consigue pasar el aprobado porque nos trae un producto muy disfrutable. Está a la altura de I Am Mother o Extinción, historias sin muchas pretensiones que sirven para pasar el rato, pero no dejan huella.