La tecnología wifi no necesita presentaciones. Cualquiera que haya accedo a internet en los últimos diez años seguramente lo ha hecho a través de una conexión inalámbrica wifi. Solo hay que ver un catálogo de electrónica para ver que cualquier dispositivo tiene conectividad wifi. Es más, los routers que ofrecen las empresas de telecomunicaciones cuentan con acceso wifi, relegando el clásico Ethernet al olvido o al uso por parte de usuarios más expertos.
En un artículo anterior titulado Internet sin cables: cómo el Wi-Fi nos unió a todos hablé del nacimiento, evolución y conquista del wifi, una tecnología imprescindible y cuyo único rival parece ser la conectividad móvil 4G/5G. Pero esa es otra historia.
Lo que conocemos como wifi es un estándar, una tecnología que tiene sus reglas y sus especificaciones, normas que todas las empresas que fabrican o emplean wifi deben cumplir para obtener la certificación oficial. De velar por el respeto a este estándar se encarga la Wi-Fi Alliance, una asociación compuesta por los grandes de la industria y que tiene su sede en Austin, Texas, y como todo estándar, debe evolucionar, cambiar, mejorar. Aquí es donde entra el conocido como Wi-Fi 6.
La evolución de un estándar
Conocemos como wifi o Wi-Fi, su marca comercial, lo que en realidad se llama IEEE 802.11. Pero, claro, IEEE 802.11 no tiene un nombre tan fácil de recordar o tan atractivo como wifi. El tiempo le ha dado la razón. IEEE es acrónimo de Institute of Electrical and Electronics Engineers o Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos, que es el organismo internacional que se encarga de validar los estándares y normativas relacionadas con este tipo de tecnologías.
El protocolo o estándar IEEE 802.11 define como ha de funcionar lo que conocemos como red local inalámbrica o WLAN. Y a lo largo de los años, ha ido mejorándose ofreciendo más estabilidad, seguridad y una mayor velocidad en el envío y recepción de datos. Para diferenciar las actualizaciones de este estándar, no podían emplearse números, ya que su propio nombre incluía números, 802.11.
De ahí que se optase por emplear letras. Así, a lo largo de los años hemos tenido IEEE 802.11a (1999) en adelante. Las especificaciones más populares son la 802.11b (1999), 802.11g (2003) y 802.11n (2009). A partir de aquí, la nomenclatura introdujo dos letras en vez de una, como el estándar 802.11ac (2013). Resumiendo, cada nueva versión cambiaba el espectro empleado para enviar los datos y mejoraba la velocidad de transferencia.
El siguiente paso en la evolución del wifi se conoce como IEEE 802.11ax, y aquí es donde volvemos al origen de la marca Wi-Fi. Mientras que todos hablamos con naturalidad de 3G, 4G o 5G, no ocurre lo mismo con IEEE 802.11n e IEEE 802.11ac. Así pues, a finales de 2018, la Wi-Fi Alliance decidió finalmente renombrar su tecnología para que sea más fácil de nombrar.
Así, el protocolo IEEE 802.11n pasa a llamarse Wi-Fi 4. Su evolución, IEEE 802.11ac, se llama Wi-Fi 5 y el futuro del wifi, IEEE 802.11ax, Wi-Fi 6.
Las mejoras de Wi-Fi 6
Un simple repaso a la cifras disponibles sobre Wi-Fi 4, 5 y 6 sirve para ver la importancia de Wi-Fi 6 para acceder a internet. Si Wi-Fi 4 ofrecía unas velocidades de 150 Mbps y Wi-Fi 5 de 3,5 Gbps, el nuevo Wi-Fi 6 alcanza una velocidad de hasta 9,6 Gbps en función de la distancia y los canales empleados.
Entre sus ventajas, ofrece compatibilidad con los estándares anteriores, algo que ya ocurre con cada nuevo estándar. Es decir, un router Wi-Fi 6 dará acceso a dispositivos compatibles con Wi-Fi 5 o Wi-Fi 4. Eso es posible porque emplea la misma frecuencia que ya empleaban los anteriores, entre 2,4 y 5 GHz. Lo mismo ocurre con los canales de ancho de banda. Wi-Fi 6 aprovecha los mismos canales que ya usaba Wi-Fi 5 y los dos de Wi-Fi 4.
Pero hay más. La Wi-Fi Alliance afirma en su documentación oficial que la tecnología Wi-Fi 6 cuenta con eficiencia energética mediante la función Target wake time (TWT), pensada especialmente en dispositivos con batería. Y, lo mejor de todo, mejora con creces el soporte a múltiples dispositivos conectados, algo imprescindible hoy en día. Esto último con la función Multi-user multiple input, multiple output (MU-MIMO), que permite transmitir más datos al mismo tiempo y establer más puntos de acceso.
En definitiva, el propósito de Wi-Fi 6 es cubrir la necesidad de internet y conectividad sin cables a gran velocidad y de manera simultánea entre decenas de dispositivos conectados, lo que durante años hemos conocido como Internet of Things y que sirve para conectar elementos de nuestra casa, de un edificio o de una ciudad para controlar servicios a distancia, obtener información, etc. Y aquí la batalla se encuentra entre Wi-Fi 6 y 5G.
¿Cuándo estará disponible?
La gran pregunta. Después de ver todas las ventajas y bondades de Wi-Fi 6, solo nos queda saber cuándo podremos disfrutar de todo esto. En principio, su lanzamiento está programado para finales de 2019. Obviamente, pasará un tiempo hasta que fabricantes y distribuidores ofrezcan al usuario el estándar Wi-Fi 6 en routers y dispositivos conectados.
Encontrarás más información sobre Wi-Fi 6 en esta página, en el sitio web oficial de la Wi-Fi Alliance y en la página de Intel dedicada al estándar Wi-Fi 6.