Cuando la película The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro (2015) de Marc Webb se convirtió en el primer fracaso real de la franquicia del héroe neoyorquino, el futuro de uno de los personajes más populares de Marvel pareció caer en el nada deseable limbo de los proyectos incompletos de Hollywood. Con el rostro del actor británico Andrew Garfield y un aluvión de críticas a cuestas, el film demostró que el experimento de renovar la saga no había sido tan exitoso como lo había supuesto Sony Pictures, que ya había lidiado en el 2007 con la decepcionante taquilla y resultados mixtos de Spiderman 3 de Sam Raimi. Fue entonces, cuando Marvel decidió volver a insistir en la posibilidad de recuperar los derechos del vecino amable de Nueva York y brindar un aire renovado a la saga del superhéroe.

Se trató de un proceso complejo que comenzó cuando Amy Pascal (por entonces directora de Sony Picture Motion Pictures Group) mantuvo una reunión informal con Kevin Feige, luego del estreno de la primera película de la trilogía protagonizada por Andrew Garfield. En lo que sin duda fue un riesgo calculado, Pascal invitó a Feige a tomar un papel mucho más activo en el futuro de las películas, a lo que el productor se negó de manera tajante. En cambio, hizo una contraoferta que incluía el regreso de Spidey a Marvel y un mayor control de la casa de las ideas sobre la historia en pantalla. Pascal se negó.

No obstante, seis meses más tarde (y luego de los pobres resultados en taquilla y crítica de la segunda película dirigida por Webb) Pascal retomó el contacto con Marvel Studios, lo que concluyó con el regreso de Spiderman a sus orígenes. O al menos, esa fue la popular versión que difundió Kevin Feige, que no dudo en rodear al regreso de Peter Parker al universo marvelita de cierto aire prodigioso. No obstante, para ambas productoras se trata de un asunto mucho más cercano a un cálculo financiero que podría cambiar con los posibles resultados en taquilla de Spiderman: Far From Home de Jon Watts.

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Un contrato muy protegido

Hasta ahora, los detalles del contrato que permitió uno de los crossover más esperados de la pantalla grande no habían trascendido en público. Pero según la más reciente edición del boletín de la industria del espectáculo The Ankler, hay mucho que debatir sobre los términos específicos que Sony Pictures incluyó para permitir que Marvel se involucrara en la saga de Spiderman, pero sobre todo la forma las cláusulas suponen un riesgo para la permanencia del personaje en la Casa de las Ideas. Según la versión del periodista Richard Rushfield para el rotativo, la taquilla es uno de los elementos claves para que Marvel siga compartiendo los derechos de la obra de Stan Lee y Steve Ditko. Una de las exigencias de Sony Pictures es que la segunda película a cargo de Marvel, debe superar los mil millones de dólares de recaudación, para asegurar que la productora de Kevin Feige mantenga el control creativo sobre el siguiente film.

Se trata de una fórmula efectiva para asegurar no solo el éxito de la franquicia protagonizada por Tom Holland, sino además la posibilidad que el personaje regrese de nuevo a manos de Sony Pictures, sin que se deba atravesar un largo e incómodo litigio en cortes. Siempre según Rushfield, la cláusula permite que Sony pueda deshacer por completo el acuerdo con Marvel, lo que podría ser una dificultad complicada de superar de cara a la cuarta fase del MCU.

El problema de la taquilla

No obstante, la posibilidad que Marvel pierda los derechos de uno de sus personajes entrañables no parece ser tan real: Far From Home podría superar con facilidad la marca de los mil millones, a juzgar por sus estupendos resultados de taquilla que ha obtenido desde su estreno. Con una recaudación mundial de casi 600 millones de dólares durante su primera semana, es más que probable que pueda romper la marca exigida por Sony en poco tiempo, a pesar de la erosión inevitable en público y taquilla que una película de su envergadura suele sufrir a partir de su llegada a la pantalla grande.

No se trata de la única dificultad a la que Marvel deberá enfrentar a futuro en la saga del trepamuros. Según la web especializada en cultura pop ComicBook.com, el contrato original del Tom Holland (incluido en el acuerdo Sony Pictures/Marvel) señala que el actor participará en una trilogía y tres películas dentro del universo expandido de la casa de las ideas. Con el estreno de Far From Home el acuerdo estaría casi completo: Holland encarnó al Hombre Araña en las películas de los hermanos Russo Capitán América: Civil War (2016), Avengers: Infinity War (2018) y Avengers: Endgame (2019). Con dos films en solitario dirigidos por Jon Watts ya estrenados y la tercera como una posibilidad siendo aún incierta, el rostro más reciente de Spiderman parece tener los días contados.

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No obstante, es poco probable que Tom Holland deje de interpretar a Spiderman: Marvel tiene suficiente experiencia en renovar contratos en condiciones complicadas, cuando el caso lo requiere. Hace tres años, la productora renegoció el de Robert Downey Jr. justo antes del estreno de Civil War, mientras adelantaba la pre producción de la aún distante Avengers: Endgame. Además, los resultados en taquilla de Far From Home (convertida en el suceso de un verano especialmente decepcionante para Hollywood), podrían asegurar la permanencia del actor dentro de la franquicia.

La incertidumbre sobre lo que podría ocurrir con Spiderman no acabará con el triunfo financiero de la película de Watts ni tampoco, con la renovación del contrato del actor que le encarna. Según Amy Pascal (que participó en la producción de Far From Home), lo más probable es que eventualmente Spiderman regresé a Sony Pictures, ya sea porque Marvel no logre cumplir las cláusulas de contrato o que no haya renegociación posterior. ¿Qué puede esperar la Casa de las Ideas para el buen vecino de New York? Por ahora, se trata de una incógnita sin respuesta.