2015: Apple lanza el Apple Watch, su propuesta de wearable en forma de reloj inteligente y toma al mercado por sorpresa, no solo por su forma y funciones, sino por el hecho que entre los modelos disponibles estaba uno de oro de 18 kilates que, dependiendo de la combinación de correas, podía llegar a costar 17.000 dólares.

Pero en un nuevo perfil sobre Jeff Williams, director global de operaciones de Apple realizado en Bloomberg, se revela una interesante anécdota sobre ese modelo del ahora conocido como Series 0 del Apple Watch.

Según se explica, el modelo de oro de 18 kilates llamado Apple Watch Edition vendió "unas pocas decenas de miles" de unidades y fue parte fundamental del motivo por el cual terminó siendo cancelado un año más tarde de haber sido lanzado. Para algunas compañías de tecnología, vender entre 30 o 40 mil unidades de la primera versión de un producto que cuesta más de 15 mil dólares, podría ser considerado un éxito pero para los niveles y volúmenes de Apple es un rotundo fracaso.

Una de las expectativas de las personas que estaban interesadas en comprar un Apple Watch de 15 o 17 mil dólares era la posibilidad futura de actualizar el microprocesador, de la misma forma en que un reloj tradicional se puede abrir para intercambiar partes y arreglarlo, en caso de avería. Pero finalmente no sucedió y ahora aquellos que compraron ese modelo no pueden actualizar más allá de watchOS 4 y empieza a quedarse obsoleto.

El siguiente Apple Watch Edition dejó atrás el oro y fue reemplazado por cerámica. Un modelo espectacular a un precio muchísimo más económico: 1.250 dólares cuando fue lanzado, pero que tampoco fue renovado, tal vez por los mismos motivos.

Aún con estos primeros reveses, el Apple Watch se ha convertido en uno de los relojes más populares de la historia y sin duda el smartwatch más vendido, con una diferencia considerable sobre la competencia, tanto en unidades, funciones, características y diseño.