Pavel Durov, CEO del servicio de mensajería Telegram, ha acusado a las autoridades chinas de estar detrás de un ataque de denegación de servicio –DDoS, en inglés– a su plataforma. Esta advierte a sus usuarios en América y otras partes del mundo de que "podrían experimentar problemas de conexión".
El ataque coincide, una vez más según Durov, con el actual ciclo de protestas en Hong Kong y que estarían siendo parcialmente coordinadas a través de esta plataforma. Es algo que ha ocurrido "históricamente", en "todos los ataques DDoS de escala estatal", como afirma el programador ruso.
IP addresses coming mostly from China. Historically, all state actor-sized DDoS (200-400 Gb/s of junk) we experienced coincided in time with protests in Hong Kong (coordinated on @telegram). This case was not an exception.
— Pavel Durov (@durov) June 12, 2019
"Las direcciones IP vienen principalmente de China. Historicamente, todos los DDoS de escala estatal (200-400 Gb/s de basura) que hemos experimentado coincidieron en el tiempo con protestas en Hong Kong (coordinadas en Telegram). Este caso no fue una excepción."
Al margen del gobierno chino
No sería la primera vez que Telegram sirve como canal de comunicación al margen del control de los gobiernos oficiales. Ya hace unos años, recibió fuertes críticas ante su papel de intermediario entre las comunicaciones del propio ISIS.
Las protestas en Hong Kong se suceden cuando se intenta aprobar una ley de extradición a China Continental, que se ve por parte de la población como un riesgo a su seguridad. En esta región viven más de 7 millones de personas, y es administrada de forma independiente a la República Popular de China desde que en 1997 Reino Unido cediera finalmente el territorio a China bajo las condiciones de independencia política y económica.
Los ciudadanos de Hong Kong recurren a plataformas de comunicación fuera de la supervisión gubernamental, como Telegram. De hecho, hay quien afirma que los usuarios de algunos servicios fundamentales, como el transporte, están evitando el uso de sus abonos de transporte a favor del dinero físico para evitar dejar una traza, generando largas colas en en proceo.