En la miniserie de HBO sobre la catástrofe nuclear acontecida en Chernobyl vemos a la física Ulana Khomyak (interpretada por Emily Watson) obsesionada con tomar yodo. Hasta el punto de que le da un frasco de pastillas a la secretaria del alcalde de la ciudad de Minsk (Bielorusia), a quien visita para contarle lo que ha pasado en la central nuclear. Pero ¿por qué es tan importante el yodo ante una catástrofe nuclear?

El 26 de abril de 1986 se produjo la explosión del reactor 4 de la central eléctrica nuclear memorial Vladímir Ilich Lenin, más conocida como Chernobyl. El estallido dejó al aire el núcleo del reactor y, con ello, salió una nube de vapor cargada con yodo-131 y cesio-137. Aunque estos isótopos son radiactivos, químicamente en nuestro cuerpo se comportan igual que el yodo y el cesio estables. Se absorben, al no distinguir este sus pequeñas diferencias de masa, y es ahí donde entra la peligrosidad de su radiactividad.

Sabemos que estos dos elementos producen mutaciones en el ADN, llegando a provocar cáncer. Nuestro cuerpo necesita el yodo para funcionar correctamente, por eso que se libere yodo-131 es un problema: este elemento radiactivo se concentra en nuestra tiroides y puede dañar los tejidos de la zona. Por eso, si está llena de yodo estable gracias a las pastillas no hay hueco para que entre el radiactivo y la tiroides no sufre tanto como cabría esperar en una situación de este estilo. De esta forma, además, se trata de evitar el cáncer de tiroides, sobre todo en niños y adolescentes, en plena fase de crecimiento. No obstante es importante remarcar que, aunque ayuda a saturar la tiroides de yodo, no ayuda con otros elementos radiactivos como el cesio, que perdura dos años en el cuerpo y también puede producir otro tipo de mutaciones en el ADN de nuestras células.

Las cifras reales de Chernobyl: así evolucionaron los casos de cáncer después del accidente

No obstante, el cáncer de tiroides es muy frecuente entre las personas que han vivido una catástrofe nuclear a pesar de tomar las pastillas de yodo porque, a veces, no se actúa a tiempo. En el caso de Chernobyl, como no sabían que la situación era tan grave el reparto de pastillas de yodo estable tardó en llegar a la población, lo que produjo, a posteriori, un aumento en el número de pacientes con cáncer de este tipo.

¿Qué es la tiroides?

Aunque la física Khomyak jamás existió -represente a varios de los investigadores que trabajaron en esta catástrofe-, es absolutamente necesario el reparto de yodo entre la población tras una catástrofe nuclear debido a la importancia de la tiroides en el funcionamiento de nuestro cuerpo. Pero ¿qué es la tiroides? ¿Por qué es tan importante que funcione bien?

La tiroides es una glándula que se encarga de segregar hormonas que realizan casi todas las funciones básicas de nuestro cuerpo, pero para ello necesita, por supuesto, del yodo. Es tan importante esta glándula que participa en tareas como regular nuestro metabolismo, pero también la temperatura corporal y los nutrientes que comemos. Además, es necesaria para el crecimiento, el correcto desarrollo del sistema nervioso y de la piel. Y es tan importante que es fundamental para regular el ritmo cardíaco.