Apple y Android ya han anunciado que en otoño tendremos un nuevo modo con el que interactuar en nuestros dispositivos móviles: el modo oscuro, para que se utice sobre todo por las noches. Apps como Twitter ya dejan a los usuarios elegir entre su versión blanca y otra grisácea.

Muchas personas esgrimen la idea de que la luz azul perjudica a nuestros ojos de diferentes formas, desde vista cansada o el síndrome del informátivo, hasta posibles desprendimientos de retina, ¿cuánto de esto es cierto y cuánto es mentira? ¿Influye de alguna forma en la salud visual el uso que hacemos de las pantallas, que es prácticamente todo el día?

Las pantallas se han adueñado de nuestra vida. Solo hay que levantar la vista del móvil para ver tabletas y portátiles por todas partes. Ahora ya no solo tenemos que lidiar con los ordenadores en el trabajo sino fuera de él tenemos muchas otras pantallas en nuestro día a día.

En los últimos años hemos visto crecer la publicidad sobre lo perjudicial que es la luz azul para la estructura de nuestros ojos, empresas como Barner y Reticare venden gafas con filtros amarillos para este tipo de luz o protectores para los dispositivos electrónicos e, incluso, lentillas. Aunque se presenta una “controversia respecto al papel de la luz azul en el desarrollo de enfermedades oculares”, el oftalmólogo Roberto Gallego-Pinazo, de la Clínica Oftalvist, Valencia y Madrid, y del Hospital IMED de Valencia y el HLA de Moncloa, deja claro que “hay una publicidad engañosa de muchas empresas vendiendo cosas que no son reales”.

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“El uso de pantallas habitualmente no influye en nuestra salud visual”, afirma Gallego-Pinaza a Hipertextual. “La Academia Norteamericana de Oftalmología, la Sociedad Española de Oftalmología y la Sociedad Europea de Retina se han pronunciado al respecto haciendo los comunicados pertinentes en los que se asegura que no existe ninguna evidencia científica de que la luz azul produzca lesiones estructurales en ninguna parte del ojo”, indica. “La luz azul no produce degeneración macular, no produce cataratas… Eso es falso. No existe ninguna evidencia de eso”, comenta a Hipertextual desde el otro lado de la línea.

¿Qué debemos tener en cuenta?

Pxhere

Sin embargo, el oftalmólogo matiza que hay tres cosas que sí debemos tener en cuenta sobre el uso de pantallas en nuestro día a día.

Por un lado sí que “existe un fundamento científico importante para pensar que sobre todo los niños que pasan muchísimo tiempo cara a las pantallas en una distancia inferior a 60 centímetros potencian de manera excesiva la visión cercana y eso induce miopía”, indica el oftalmólogo. Por este motivo, es importante controlar que los menores respeten la distancia entre los dispositivos y sus ojos, pero sin alarmarse.

Estudiar durante más años aumenta el riesgo de miopía

Un aspecto que sí que hay que tener en cuenta sobre la luz azul es que interfiere en el sueño: “Es cierto que la luz azul puede alterar el sueño, pero no porque lesione el ojo, sino porque induce algunos cambios en el ritmo circadiano de la secreción hormonal y, en consecuencia, la conciliación del sueño”, explica Gallego-Pinaza. “Pero no es porque produzca nada malo”, subraya.

Por último, hay que tener en cuenta que sí se ha asociado el síndrome de ojo seco al uso de pantallas, pero esto no se debe a la luz azul, como algunas empresas quieren hacer creer a sus compradores: La reducción de la frecuencia de parpadeo cuando estamos expuestos, por ejemplo, a pantallas del ordenador es lo que nos produce molestias en los ojos, no es la luz azul”, comenta. “El síndrome de ojo seco asociado al uso de pantallas se conoce desde hace muchísimos años y es perfectamente evitable simplemente utilizando hidratación (lágrimas artificiales) o teniendo la precaución de hacer descansos programados y aumentar la frecuencia de parpadeo”, explica. Siguiendo estos tres pequeños pasos uno puede dejar de tener molestias en los ojos debido al uso de pantallas.

“No es necesario que la gente adquiera supersofisticados filtros de la luz azul ni en sus gafas ni en las pantallas de ordenador porque esa luz azul no va a producirle lesiones”, afirma el oftalmólogo. “Que el que quiera, fenomenal, pero si es para no tener degeneración macular está tirando el dinero a la basura”, señala. Es por esto que es tan importante saber cuál es el daño real que puede producirnos la luz azul en los ojos y, más allá de los cambios en el ritmo circadiano y, por tanto, en el sueño, no hay grandes riesgos.

¿Sirve el modo oscuro?

¿Entonces no sirve de nada el modo nocturno que van a aplicar Apple y Android? No es que no sirva de nada. Para aquellas personas que usan el móvil justo antes de ir a la cama puede ser una forma de que los ritmos circadianos no se vean alterados. No obstante, otra opción es no utilizar ningún dispositivo electrónico entre media hora y una hora antes de irse a la cama. Pero para quien no quiera esperar hasta el día siguiente para echar un vistazo siempre le quedará el modo oscuro.

“Si no se regula la luz de los dispositivos por la noche, puede costar conciliar más el sueño. Eso tiene sentido, pero nada más allá”, añade Gallego-Pinaza. “Si el argumento que están dando desde Apple para poner el modo nocturno es que la exposición a la luz azul por la noche puede alterar el sueño, me sirve. Pero ningún otro motivo tiene aval científico”, afirma.

No uses tu smartphone o tablet justo antes de dormir

¿Los dispositivos provocan vista cansada?

Un mito que este oftalmólogo también nos ha ayudado a desmontar es la idea de que los dispositivos móviles causan vista cansada o, como los expertos lo llaman, presbicia. La presbicia, indica el oftalmólogo, se va a desarrollar igualmente a partir de los cuarenta años. La diferencia es que “antes venían a consulta porque no podían leer la novela por las noches y ahora son los WhatsApps lo que no ven bien”. Así que el cambio en esta era tecnológica es más bien social que médico: no causa vista cansada, pero al pasar más tiempo usando pantallas y la vista cercana, los pacientes se dan cuenta de otras formas. “La gente es una gran demandante de tener una calidad de visión cercana óptima para el uso de los dispositivos, pero no está inducido por ellos”, indica.

“Llevamos muchos años con ordenadores y nadie se ha vuelto tonto por usarlos”, apunta. Todas estas especulaciones vienen más de empresas de protección de pantallas o de gafas con filtro de luz azul que buscan su interés económico: “Te dicen que con esta luz tus neuronas se suicidan y te quedas ciego, así que todo el mundo va a comprárselo”, concluye.

Así pues, el modo oscuro puede ser una buena opción para aquellas personas que noten que les cuesta más conciliar el sueño por la noche y prefieran usar sus dispositivos hasta el último momento. Pero para aquellos que prefieran dejar el móvil de lado antes de irse a dormir tampoco va a suponer un gran cambio que se añada el modo oscuro a sus dispositivos y apenas tendrá beneficios en nuestros ojos, ya que estos aparatos tecnológicos no producen lesiones en ellos.

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