Los drones de DJI podrían ser la próxima víctima de Donald Trump en su guerra comercial contra China. El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) emitió una alerta indicando que los drones de fabricación china podrían estar compartiendo datos sensibles a sus fabricantes, los cuales podrían ser examinados por el gobierno de ese país.
El DHS indica que los drones contienen componentes que pueden comprometer sus datos y compartir su información en un servidor al que se accede más allá de la propia compañía. Esto representa un "riesgo potencial para la información de una organización", según el documento al que ha tenido acceso la cadena CNN.
El reporte menciona un discurso similar al aplicado por Estados Unidos en su cruzada contra Huawei, el cual se centra en la preocupación de que los datos recopilados por los dispositivos de origen chino se conviertan en una amenaza a la seguridad de las personas.
El gobierno de los Estados Unidos tiene una gran preocupación por cualquier producto tecnológico que lleve los datos estadounidenses al territorio de un estado autoritario que permita que sus servicios de inteligencia tengan acceso ilimitado a esos datos, o que de otra manera abusen de ese acceso.
El documento dice que esas preocupaciones se aplican "con la misma fuerza" a aeronaves no tripuladas —drones— capaces de recopilar y transferir datos "potencialmente reveladores" sobre sus operaciones y las personas y entidades que los operan.
La información vertida no menciona directamente a DJI, empresa china que domina el mercado de los drones en Norteamérica. No obstante, antes de que la situación escale, DJI ha emitido un comunicado confirmando la alerta y asegurando que sus clientes tienen un control sobre cómo se recopilan, almacenan y transmiten sus datos.
El Departamento de Seguridad Nacional advierte a los usuarios "los peligros de comprar drones chinos" y les sugiere desconectarlos de internet y retirarles las tarjetas de almacenamiento como medida de seguridad adicional.