DJI entra en el terreno de GoPro con la Osmo Action, su primera cámara de acción. Cuenta con un avanzado sistema de estabilización, un sensor de 12 megapíxeles y muchas de las tecnologías que el fabricante ha desarrollado e implementado durante los últimos años en sus drones y sistemas de estabilización. Este es su análisis a fondo.DJI sorprendió a todos la pasada semana pasada con el lanzamiento de su primera cámara de acción: la Osmo Action.
Hasta ahora, la compañía se había dedicado principalmente –y con muy buenos resultados– a la fabricación drones y sistemas de estabilización, los cuales cuentan con cámaras integradas en su propio chasis. Sin embargo, la Osmo Action supone su primera inmersión en el mundo de las cámaras de acción, donde GoPro domina sin discusión –aunque actualmente no atraviesan su mejor momento–.
En la mano, la Osmo Action se siente muy familiar. Presenta el habitual diseño compacto que ya conocemos hemos visto en otras cámaras de la competencia, aunque un poco más estilizada. El chasis resiste golpes, polvo e inmersiones acuáticas de hasta once metros de profundidad sin necesidad de una carcasa adicional. En su cuerpo encontramos dos pestañas: una inferior con doble traba para la batería y una lateral desde la cual accedemos al conector USB-C y a la ranura para tarjeta Micro SD.
Algo que la diferencia de otras cámaras es la posibilidad de utilizar filtros de densidad a través de un mecanismo de rosca, lo cual le agrega una capa de seguridad extra con respecto a los aplicados mediante presión.
No obstante, lo que más destaca respecto a la competencia –y puntualmente sobre GoPro– es su pantalla frontal. DJI aseguró que esta cámara ha sido pensada para creadores de vídeo, y se nota: la pantalla frontal, pese a su tamaño y limitaciones, se convierte en una gran aliada para poder establecer las tomas que tengan como protagonista a quien sostiene la cámara. No depender de la "app" móvil o de rebuscados setups con pantallas externas resulta en un ahorro de tiempo para preparar tomas frontales y nos libera de tener que manejar más equipo en simultáneo.
La pantalla frontal tiene una proporción cuadrada. Podemos elegir si queremos que nos devuelva una imagen que la ocupe por completo (recortando los costados del vídeo), o que nos muestre la imagen tal y como es capturada por el sensor (en cuyo caso nos sobrará un poco de pantalla por encima y por debajo). La pantalla frontal se convierte en una gran aliada para poder establecer las tomas que tengan como protagonista a quien sostiene la cámara.
Alternar entre la pantalla trasera y la frontal es sumamente sencillo: basta con hacer dos toques rápidos utilizando dos dedos sobre la pantalla trasera (táctil), o bien mantener presionado el botón de "Quick Switch" un segundo más.
En cuanto a esa pantalla trasera, de 2,25 pulgadas, vale mencionar que es táctil, responde de forma rápida y fluida, y ofrece un nivel de brillo muy alto, lo cual permite un buen uso incluso bajo el sol. Desde ella podemos acceder a todas las opciones de visualización y configuración que detallaremos más adelante.
Más allá de las pantallas, encontramos tres botones en la Osmo Action. Por arriba, el botón de encendido y el de grabar o disparar. Y en el costado, el botón "Quick switch", que permite elegir con toques rápidos el modo de grabación, o bien alternar entre la pantalla frontal o trasera.
Un sistema de estabilización sorprendente
DJI tiene mucha experiencia en lo que a estabilización se refiere. En este área, la compañía ha desarrollado múltiples tecnologías para sus drones y sistemas Osmo Mobile, actualmente líderes en sus respectivas industrias. Todo ese aprendizaje recopilado durante años se nota en el modo RockSteady de la Osmo Action, que funciona realmente bien.
Con solo activar la opción –mediante dos toques–, la imagen se vuelve mucho más estable y fluida. El software aplica un recorte mínimo sobre la escena, aunque el sacrificio compensa en la gran mayoría de situaciones.
El sistema RockSteady funciona en el modo de vídeo tradicional a un máximo de 60 FPS; sin embargo, no se puede disfrutar en modos de grabación de vídeo en HDR, slow motion o time lapse.
Una gran calidad de imagen
La Osmo Action graba en una resolución de hasta 4K y 60 FPS (con opciones de 720p solo para slow motion, 1080p y 2,7K), y utiliza el mismo sensor de 1/2,3 pulgadas que el Mavic 2 Zoom.
Las imágenes capturadas por este sensor son sumamente nítidas, y los colores se ven muy fieles a la realidad. El usuario, además, puede ajustar manualmente el balance de blancos, la configuración de color o aplicar el perfil "D-Cinelike". Las configuraciones personalizadas pueden ser guardadas bajo diferentes perfiles de uso, pudiendo volver a ellas con rapidez cuando lo necesitemos.
Tanto para vídeo como para fotos podemos utilizar funciones de exposición automática o manual. La segunda opción nos permite ajustar el ISO y la velocidad de obturación, que puede llegar hasta unos altísimos 120 segundos para, por ejemplo, capturar el cielo nocturno. Las imágenes capturadas por la Osmo Action son sumamente nítidas, y los colores se ven muy fieles a la realidad.
Puede grabar vídeo con un alto rango dinámico (HDR) en hasta 4K 30 FPS. Con este modo, las transiciones entre zonas iluminadas y oscuras obtienen un aspecto más natural, y se capturan detalles que se perderían de otra forma.
Para fotografías, la Osmo Action cuenta con una cámara de 12 megapíxeles que funciona muy bien en condiciones donde la luz es buena. Cuando el nivel de luz es más bajo, el pequeño sensor agrega ruido a la imagen, algo razonable para un equipo de estas dimensiones.
A diferencia de las GoPro, la Osmo Action no ofrece diferentes opciones de ángulo de visión; tan solo cuenta con modo de 145º que da una ligera deformación hacia los laterales de la imagen. Esto puede ser corregido con la opción Dewarp, que aplica un recorte casi imperceptible a la imagen para quitarle el efecto de "ojo de pez".
La cámara también cuenta con dos micrófonos para capturar audio. Estos se encuentran en la parte superior y en el lateral. Y, por supuesto, la calidad no se puede comparar con la de un micrófono externo, aunque los resultados son bastante decentes.
La cámara hace uso de esta doble configuración de micrófono para poder reducir, con relativo éxito, el ruido del viento. De nuevo, los resultados no son equiparables a los de un micrófono unidireccional con un accesorio de cola de gato, pero es más que suficiente para resolver ciertas situaciones en las que el audio, de otra forma, sería terrible.
Aún así, quienes quieran valerse de la Osmo Action para grabar vídeo y deseen utilizar un micrófono externo, pueden hacerlo con el adaptador de 3,5mm que se vende por separado.
Por último, la Osmo Action cuenta con un pequeño altavoz que nos permite poder escuchar los vídeos que hayamos grabado directamente en la cámara, desde el modo de reproducción.
Conclusión
La Osmo Action es una cámara muy versátil capaz de cubrir las necesidades de un amplio abanico de usuarios, desde quienes graben deportes extremos hasta vloggers que busquen una cámara pequeña y potente para el día a día.
La pantalla frontal era una característica muy necesaria para creadores de contenidos, y DJI ha dado en el clavo al incorporarla en su cámara de ación.
Como era de esperar con un sensor tan pequeño, el desempeño en bajas condiciones de luz tiene margen de mejora, aunque eso no desmerece en absoluto a la cámara, que lo compensa con una gran calidad de imagen en condiciones normales y la capacidad de grabar en hasta 4K.
Pros
- Excelente estabilización
- Pantalla frontal
- Rosca para filtros
- Buen manejo del color
- Compatibilidad con accesorios de otras marcas
Contras
- Solo una opción de campo de visión
- Hay espacio para mejorar en bajas condiciones de luz