Las teorías de la conspiración más delirantes, también conocidas como conspiranoias, están muy integradas en nuestra cultura de la globalización y encuentran acomodo gracias a personas dispuestas a tragarse cualquier idea irracional. Desde los Illuminati, los masones, los reptilianos, el Club Bilderberg y su Nuevo Orden Mundial o la tierra hueca, los chemtrails y el terraplanismo hasta los ataques de falsa bandera del 11-S en Nueva York y del 11-M en Madrid, el campo de las conspiraciones chifladas es amplísimo y a uno le puede deparar muchas risas de vergüenza ajena si su temperamento lo permite. Pero algunas de estas teorías disparatadas son un verdadero encanto si uno no se las cree, y hay una que explicaría la presencia del felino Goose en Capitana Marvel (Anna Boden y Ryan Fleck, 2019).
Este dichoso animal nos regala algunos de los mejores golpes humorísticos del filme, por su condición adorable y, sí, alienígena: es un temible flerken. Y esta circunstancia resulta determinante para relacionarlo con la conspiranoia según la que los gatos terrestres… no son terrestres, sino espías de otro mundo que transmiten los datos que van recogiendo con sus extraños ojos sobre nuestro planeta y los primitivos seres humanos a su nave nodriza. Las razones que esgrimen aquellos a los que se les cruzaron los cables y propusieron tal cosa van desde que los egipcios los consideraban “regalos de los dioses” y falsedades tan tristes como que estos bichejos no existían aquí antes de su civilización, que los científicos desconocen cómo ronronean o que su agilidad en las caídas es antinatura.
Según nos cuentan en Capitana Marvel, el tierno y peligrosísimo Goose pertenecía a la doctora Wendy Lawson (Annette Bening), la kree que había huido a la Tierra, contrariada por las injusticias de su especie con otras del Universo, y había construido su codiciado motor experimental. Al morir de un disparo de Yon-Rogg (Jude Law), el felino sorprendente se quedó en las instalaciones de acceso restringido donde su dueña trabajaba, y Carol Danvers (Brie Larson) y Nick Fury (Samuel L. Jackson) dieron allí con él. Teniendo en cuenta que la teoría conspiranoica sobre los gatos no circulaba aún cuando se publicó el primer cómic con flerkens, Giant-Size Ms. Marvel, Vol 1 (Brian Reed y Roberto Delatorre, 2006), sus autores no pudieron verse influenciados por ella. Pero a día de hoy, con la película estrenada y habiéndose popularizado la conspiranoia, bien podría servir para caracterizar a Goose.