China es uno de los países más importantes en términos de criptomonedas. Y lo es por una sencilla razón: tiene las granjas de minado más grandes del mundo. Esto ha provocado dos consecuencias muy importantes. Por un lado, el auge de las granjas de minado ha supuesto un gran salto adelante en términos de innovación y eficiencia para el minado de criptomonedas y, por otro, ha disparado las necesidades energéticas de China y por tanto su consumo de electricidad.

Esto no debería haber sido un problema en tanto el valor del bitcoin se hubiera mantenido al alza, pero con la caída de sus precios, lo cierto es que ya no sale tan a cuenta minar monedas desde el punto de vista coste/eficiencia por la subida de los precios de la electricidad y la caída en el valor de mercado que se paga por el Bitcoin. El aumento, por tanto, del precio de la electricidad y de las necesidad energéticas de China se ha vuelto en contra del país con mayor proyección de minado.

Y ahora, en esta situación, China se está pensando muy en serio vetar el minado de Bitcoin para aminorar las necesidades energéticas del país y reducir el consumo. Es un paso importante puesto que, dada la dimensión del minado en el país asiático, puede afectar de forma drástica al mercado de las criptomonedas y por extensión, hacer que su valor caiga en picado arrastrando los precios tanto de las transacciones como de la propia moneda.

La propuesta viene de un informe de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China, el máximo organismo de recomendación para el Gobierno Chino, y está motivada por lo que el regulador considera una pérdida de eficiencia. En pocas palabras, ya no sale a cuenta minar Bitcoin teniendo en cuenta el valor que genera y teniendo en cuenta, de por medio, el impacto ambiental.

No está muy claro cuándo entrará en vigor la limitación, si es que lo hace, pero el simple apunte de que el Gobierno Chino quiera limitar la producción de Bitcoin puede suponer un varapalo para el valor.