Hay muchas formas posibles de comenzar la reseña de un smartphone. En este caso, sin embargo, solo una de ellas es la correcta para ahorrar tiempo al lector: si estás dudando acerca de comprar el Redmi Note 7 u otro teléfono de la competencia por un precio similar, ya te adelantamos que la rivalidad no existen fuera de las líneas de Xiaomi cuando hablamos de valorar la relación entre calidad y precio que ofrece este terminal.
Hablar de teléfonos de gama de entrada ha sido, durante mucho tiempo, hacerlo de dispositivos a los que no se les exigía nada porque, precisamente, estaban destinados a ir a parar a manos de personas poco estrictas cuando se trata de hablar de desempeño en general o de calidad en ciertos apartados. De un tiempo a esta parte, sin embargo, los estándares han comenzado a redefinirse y a elevarse con la llegada de nuevos actores al mercado, siendo posible encontrar cada vez mejores terminales por un precio igual o más ajustado que antes.

Actores que, como el Redmi Note 7 (que no es una excepción dentro del marco en el que Xiaomi ha ido ubicando a sus diferentes teléfonos en todas las categorías), establecen un camino a seguir para el resto de fabricantes que hasta ahora estaban ofreciendo terminales baratos pero no necesariamente buenos. O al menos, no tanto como consigue hacerlo la firma asiática del momento.

Porque si hay algo que ha quedado imprimado en nuestras mentes con meridiana claridad desde que la expansión de Xiaomi se hiciera efectiva fuera de su China natal es que, hoy por hoy, no hay rival para ellos a la hora de ofrecer un equilibrio sinigual entre el precio pagado y lo obtenido a cambio. Y esta es solo una muestra más de ello.

Un teléfono que no nos hubiéramos creído hace no tanto

Hablar de teléfonos de gama de entrada, en 2019, es cambiar el discurso al encontrarse dispositivos que hace no tanto nos habrían parecido absolutos extraterrestres en este mercado. Smartphones que integran una construcción sólida reforzada con cristal en su parte trasera –en vistas a ese feeling más premium que cada vez más usuarios buscan– y un diseño que, como es el caso, adopta las últimas tendencias del mercado, como el notch o ceja en la parte superior notablemente reducido.

A esto se le suman especificaciones que, como ya valoraba en las primeras impresiones, resultan más que atractivas si tenemos en cuenta a su principal competencia y que en más de un aspecto resultan propias de un gama media de un mayor rango que en el que se encuentra ubicado este. Esto, por supuesto, no es sino otra muestra del maravilloso encaje de bolillos que efectúa la tecnología asiática ante el deseo de no realizar demasiados compromisos en el conjunto del terminal sin la necesidad de elevar su precio final de venta.

Es en la hoja de especificaciones, además, donde quedan clarificados dos de los aspectos que más aportarán al usuario en su día a día: el siempre capaz Snapdragon 660 acompañado de 3 o 4 GB de RAM y una insólita cámara trasera de 48 megapíxeles que, entre otras cosas y gracias al trabajo de la marca también en el apartado del software, permitirá obtener resultados aprovechables en un gran número de situaciones.

Rendimiento estándar, para qué más

Naturalmente, hacer uso en lo cotidiano de este Redmi Note 7 supone someterse a las constricciones propias de un teléfono que, pese a lo que pueda parecer exteriormente, y como se ha mencionado, se encuentra diametralmente opuesto a los gama alta del momento. Y pese a esto, el usuario medio probablemente no echará muchas cosas en falta.

Es en esto último, precisamente, donde reside la grandeza del dispositivo. A pesar de que todos los principales fabricantes del momento –Xiaomi incluida– se afanan por ensalzar sus buques insignia respectivos en aras de erigirse como referencia en uno o varios aspectos, prometiendo una experiencia como ninguna otra y asegurando al potencial cliente que su smartphone será su mejor compañero para la práctica totalidad de acciones diarias, la tímida pero a la vez capaz modestia del Redmi Note 7 otorga una versatilidad impropia en su segmento.

Así las cosas, uno podrá jugar a los principales títulos del momento o hacer uso de distintas aplicaciones sin temor a que estas se encuentren recargándose constantemente cuando se cambia de una otra –cosa que ciertamente ocurre, pero no con inusitada frecuencia ni hasta el punto de convertirse en algo molesto, que ya es decir mucho–. Naturalmente, no se puede esperar que el rendimiento en una partida de PUBG, por ejemplo, sea el mismo que en un Galaxy S10 o en el especializado ASUS ROG Phone, pero sí suficiente para poder campar a nuestras anchas con solvencia y no quedar a merced de los rivales por culpa de los "tirones" o el lag.

Como ya he expresado en alguna ocasión anterior, cuando uno se enfrenta a teléfonos de especificaciones contenidas, lo único que se les puede exigir es que cumplan con sus tareas de manera correcta y que la experiencia que ofrezcan no quede enmarcada por un mal desempeño. Y aquí, sin ningún género de dudas, esto se cumple con creces.

Brillando al caer el sol

Además del consistente desempeño en términos generales, el Redmi Note 7 también supone una agradable sorpresa en el apartado fotográfico, donde actúa sin trabas en la mayoría de las escenas. Con unos buenos resultados en términos de color, contraste y detalle, es necesario destacar que el HDR, el modo de disparo de 48 MP o el modo IA son aspectos que habrá que activar de manera separada según uno considere oportuno.

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Llama especialmente la atención el modo nocturno de la cámara, el cual es capaz de recoger bastante más detalle aportando luminosidad a la imagen –granulado mediante– y pudiendo suponer en muchas ocasiones la diferencia entre una imagen correcta para ser combatida o algo inusable. No está al nivel de los mejores del momento –A.K.A. el modo Night Sight de Google–, pero tampoco se le exige tal cosa.

Conclusión

Además de lo mencionado, un par de aspectos a destacar son la inmensa batería de 4.000 mAh y la capa de personalización MIUI 10 propietaria de la marca. La primera –que además cuenta con carga rápida– ofrecerá una autonomía más que suficiente para alcanzar el final del día sin tener que visitar el enfuche; la segunda compone uno de los aspectos diferenciadores del terminal y, a pesar de que estas modificaciones pueden no ser del agrado de todo el mundo, la firma se ha empeñado en realizar una profunda renovación respecto a la anterior versión y el resultado general no es algo a criticar.

El Xiaomi Redmi Note 7 es, en definitiva, uno de los candidatos a volar de las estanterías físicas y virtuales una vez salga a la venta este próximo día 14 de marzo. Una gran compensación entre especificaciones técnicas y precio –los 149 euros de salida del modelo de 32 GB de almacenamiento y 3 GB de RAM son un verdadero caramelo– lo sitúan, sin un ápice de duda, entre los dispositivos a considerar si el presupuesto es ajustado.

Pros

  • Calidad de la cámara
  • Autonomía
  • Diseño y construcción

Contras

  • Ausencia de NFC
  • Sin altavoces estéreo

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