Photo por Luma Pimentel en Unsplash

En Colombia se ha dado recientemente un extraño caso de una recién nacida embarazada de su hermano gemelo, según informan en 20minutos. En realidad, este fenómeno no es tan extraño como podríamos pensar. La literatura médica lo conoce muy bien y lo ha llamado gemelo parásito o fetus in fetu, pero ¿qué es esto?

Se trata de un fallo en la formación del cigoto que suele suceder durante las primeras semanas de gestación, cuando las células comienzan a dividirse. Si los cigotos se unen en la segunda semana se da el fenómeno de los siameses, es decir, gemelos que comparten alguna parte u órgano del cuerpo. Sin embargo, si esta unión sucede después del día 17 ocurrirá este suceso un poco más extraño, el fetus in fetu, es decir, un feto con un gemelo parásito.

Se reduce el riesgo de varios bebes de un solo embrión en reproducción asistida, pero no sabemos por qué

Mientras uno de los embriones sigue desarrollándose con normalidad, el otro es fagocitado por su gemelo y no continúa su desarrollo como embrión, convirtiéndose en un tumor. De hecho, sucede tan al principio de la gestación que el cigoto fagocitado rara vez tiene órganos internos que funcionen de verdad y depende al completo del hermano huésped.

La incidencia es este tipo de sucesos es de un caso cada 500.000 nacimientos. Al tratarse de una masa con forma de feto que no continúa desarrollándose, se convierte en un tumor para el hermano huésped. Puede llegar a ser un tumor maligno, por lo que es importante extirparlo. Además de tejidos, puede contener uñas o pelos, como si de un teratoma se tratase.

Este extraño tipo de tumores pueden contener dientes, cabellos y otros tejidos

¿Dónde suelen encontrarse el gemelo parásito? En la gran mayoría de los casos, sobre el 80%, los fetos se encuentra en la región abdominal, pero también pueden encontrarse en el cráneo, zona sacra, escroto... Ningún lugar está a salvo. Según la situación, el gemelo parásito se puede detectar enseguida, por ejemplo mediante una ecografía en el embarazo. Sin embargo, hay personas que pueden estar años conviviendo con este gemelo sin saberlo y sin presentar síntomas, por lo que lo descubren en una revisión rutinaria.