El apagón en Venezuela ha causado un inesperado efecto que nadie esperaba: una "crisis económica" en el mercado virtual del un videojuego bastante popular pero que, en cierta manera, ha pasado desapercibido por años: Runescape,

Se trata de una variación llamada Old School Runescape, el juego mantiene tracción, sobre todo, porque es divertido, lo suficientemente atractivo y no requiere de procesadores de alta gama o tarjetas gráficas rápidas para poder jugarlo. Sí, se ve viejo pero eso atrae a un gran segmento olvidado: jugadores que no tienen o no pueden pagar por tener equipos de última generación.

Así mismo, y como ha sucedido con cualquier otro juego de rol masivo, se crea una economía gris donde se compra y vende divisas o bienes virtuales a cambio de divisas reales. Runescape no es la excepción y aunque la actividad es prohibida es difícil de controlarla más allá de transacciones obvias.

Estas son condiciones ideales para que centenas, probablemente miles de venezolanos se dediquen a "minar" oro dentro de Runescape: pueden hacerlo con sus propios equipos, aunque sean viejos y el hecho que la conexión a internet sea lenta no es del todo un problema.

Dos años atrás Kotaku publicó un reportaje entrevistando a muchos de los venezolanos detrás del minado de oro en Runescape: "lo hago para no salir de casa, donde hay mucha violencia", decía uno de los jugadores a la publicación. El obtener fuentes de ingreso. En su momento obtenían entre 15 y 20 dólares semanales, en aquella época convertía a 200.000-250.000 bolívares, hoy unos 150.000, después de que el gobierno de Maduro quitara cinco ceros en 2018.

Los mineros de oro virtual jamás han sido bien recibidos por la comunidad en juegos de rol masivos, son algo así como Gran Hermano —y otros reality shows— en sociedades contemporáneas: suelen tener rátings altísimos, pero casi nadie acepta abiertamente que los ve.

Así mismo, suelen ser sustentos importantes en las economías de estos videojuegos, sobre todo en mercados grises donde operan, con miles de personas comprando bienes virtuales, como formas de tomar atajos para nivelar más rápido a su personaje, una práctica habitual que pocos aceptan hacer.

Venezuela representa el 70% del mercado en ciertos objetos de Runescape

Casi 48 horas más tarde de que que el apagón afectara a gran parte de Venezuela, la economía virtual de Runescape empezó a sufrir. La venta de "Huesos de dragón", un objeto popular en el videojuego, ha descendido significativamente haciendo que su precio suba.

Un hilo en Reddit de fanáticos del videojuego lleno de personas sorprendidas viendo cómo algunos productos que históricamente eran fáciles de conseguir, empiezan a ser escasos a medida que la oferta disminuye pero la demanda se mantiene, en un mercado acostumbrado a obtener accesorios a precios bajísimos porque eran los habitualmente minados.

Mineros virtuales venezolanos representaban hasta el 70% del mercado en ciertos objetos. Algunos de ellos han visto el precio aumentar significativamente a partir de la reducción en la oferta, mientras la demanda se mantiene.

Uno de los objetos virtuales en Runescape ve cómo su precio aumenta ante la oferta reducida

El apagón de Venezuela efecto negativo real para quienes dependen esa economía virtual

El mapa del mundo virtual de Runescape

Dos años atrás, un usuario llamado Fiserman publicó un artículo en Steemit explicando que personas con la mayor actividad posible en Runescape podrían llegar a ganar 2 a 3 dólares por hora en el mercado gris. "Esto permitiría a un adolescente ganar más dinero jugando un videojuego que la mayoría de los profesionales educados en universidades de Venezuela".

Explica, también, que a diferencia de monedas virtuales como el Bitcoin, el oro virtual de Runescape mantiene cierta estabilidad al cambio con monedas reales, como el dólar:

"A diferencia del Bitcoin, el oro de Runescape es totalmente controlado por una entidad centralizada. Jagex (desarrolladores del videojuego) pueden meter tanto oro como haga falta en la economía y su precio se seguirá basando en la demanda del jugador en el mercado negro. Lo que es sorprendente es que una moneda virtual tiene más estabilidad que las de un gobierno socialista tercermundista. Durante los últimos años, el oro de Runescape se ha mantenido en aproximadamente 1 dólar por 1 millón de monedas virtuales, mientras que el bolivar se deprecia significativamente cada día".

Aunque el hecho que el apagón en Venezuela tenga un efecto negativo en la economía virtual de Runescape parezca una historia de una serie de ciencia ficción de HBO, sí que tiene efectos reales, sumamente negativos y casi distópicos para miles de personas que literalmente se quedarán sin comer porque no pueden encender sus equipos, conectarse a internet y minar oro.

"La realidad es que hay personas que si no juegan, no podrían comer y morirían del hambre", es otro de los comentarios hecho por una de las personas entrevistadas en el reportaje de Kotaku hecho en 2017. Con una situación muchísimo más precaria en 2019, estas palabras resuenan mucho más y muestran el profundo impacto que ha tenido el apagón de Venezuela en todos sus ciudadanos.

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