A menudo, los radiólogos estadounidenses se aleccionan con el fin de que sepan distinguir en niños lesiones no accidentales, posiblemente causadas por maltrato. Sin embargo, no suele ocurrir lo mismo en el caso de la violencia doméstica, dentro de la pareja.

Por eso, un equipo de científicos de la Escuela de Medicina de Harvard ha llevado a cabo un estudio, publicado hoy en Radiology, en el que se trata de identificar en las radiografías factores que apunten a este tipo de maltrato. Esto facilitaría una detección temprana del problema, pudiendo evitar muchas de las terribles consecuencias que suelen sobrevenir, más allá de las lesiones.

Violencia de género: lo que vemos y lo que no sabemos

Imagen de ultrasonido pélvico en una mujer de 21 años con dolor abdominal difuso que se encontró que tenía un hematoma subcoriónico moderado (flecha). Ella negó la violencia de pareja en el momento de la toma de imágenes; sin embargo, volvió a presentar 2 años más tarde y se quedó sin hogar con un historial de violencia de pareja. Crédito: Sociedad Radiológica de América del Norte

Cuando las radiografías hablan

Todo esto lleva a una pregunta inevitable. ¿Cómo se puede detectar la violencia doméstica en una simple radiografía? La respuesta, según ha explicado en un comunicado de prensa la investigadora principal del estudio, Bharti Khurana, está en la ubicación y el patrón de lesiones nuevas y antiguas. Pero era necesario poder definir estos patrones. Por eso, se revisaron los registros médicos electrónicos de 185 pacientes remitidos por el Departamento de Emergencias de Brigham y el Women's Hospital al Programa de Apoyo a la Violencia de Pareja, desde enero de 2015 hasta octubre de 2016 y se compararon con un grupo de control de 555 personas, emparejadas por sexo y edad, que habían sido tratadas en emergencias. Esto permitió identificar factores comunes a las lesiones derivadas de violencia doméstica, en comparación con otro tipo de traumatismos.

Tras analizar todos estos datos concluyeron que la mayoría de personas que acudían a emergencias por violencia dentro de la pareja eran mujeres, suponiendo un 96% de los casos. En cuanto a la edad, si bien las había en un rango amplio, la media se encontraba en los 34’2 años. ¿Pero qué hacía sus pruebas médicas diferentes a las demás? Para empezar, la frecuencia, ya que las víctimas de maltrato de pareja se realizaban cuatro veces más exámenes a través de imagen, como las radiografías, en un periodo de cinco años. Por otro lado, el tipo de lesiones también es muy específico, pues destacan las fracturas agudas y los problemas obstétricos / ginecológicos, como la pérdida del embarazo o la restricción del crecimiento intrauterino. Lógicamente, esto no indica que una mujer que ha perdido a su bebé o haya sufrido una fractura aguda sea necesariamente una víctima. Sin embargo, si se comprueba la presencia de lesiones antiguas en los últimos años, sí que se debe prestar atención a su caso y tratar de brindarle ayuda psicológica. De hecho, los propios autores del estudio han ampliado recientemente el equipo, al unirse con profesionales de ortopedia, atención primaria, salud de la mujer, trabajo social, derecho y otros dos hospitales de Boston: el Hospital General de Massachusetts y el Centro Médico de Boston. Esto les permitirá aportar a las víctimas toda la ayuda que necesitan, más allá del simple diagnóstico.

magen de TC de la cabeza, sin formato, reformateada en forma coronal en una mujer de 46 años de edad que se presentó después del asalto de su novio y que resultó en pérdida de conciencia. Muestra hematoma subdural parietal izquierdo (flecha). Crédito: Sociedad Radiológica de América del Norte

La importancia de una detección temprana

Lógicamente, detectar estos casos es importante para evitar que la violencia vaya más allá, generando más lesiones o, en el peor de los casos, la muerte de la víctima. Sin embargo, en este estudio analizan otros factores que pueden surgir del maltrato y que, por lo tanto, podrían evitarse con una detección temprana del mismo.

Por ejemplo, concluyen que el 28% de las víctimas de violencia de pareja tienen más posibilidades de quedarse sin hogar, un 64% podrían desarrollar trastornos psiquiátricos y un 24% serían susceptibles de experimentar adicción a sustancias de abuso.

Radiografía del tobillo derecho en una mujer de 24 años que presentó dolor después de una caída y se encontró que tenía una fractura de maléolo lateral (flecha). Más tarde declaró que su novio la empujó después de una discusión, causando que se cayera y le torciera el tobillo. Crédito: Sociedad Radiológica de América del Norte

Pero no todos los tipos de maltrato pueden identificarse en una radiografía. De los casos de violencia doméstica que se analizaron en el estudio, un 84% sufrieron maltrato físico, pero un 44% se quejaron también de maltrato psicológico y un 15% de abuso sexual por parte de su pareja. No solo los golpes hacen daño. Por eso, es importante detectar cualquier tipo de violencia y buscar ayuda cuanto antes. Y si aparte de eso los radiólogos tienen la capacidad de detectar lo que el miedo a veces impide reconocer, mucho mejor.

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