Han pasado algo más de dos meses desde que Madrid se quedó desierto de patinetes. El 4 de diciembre, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, daba un plazo máximo de 72 horas para que las compañías propietarias de los patinetes en circulación por la capital recogiesen sus modelos. Hasta nuevo aviso, el Consistorio estaría trabajando para reorganizar la oferta en las calles de la capital.
Desde mediados del pasado año, el Ayuntamiento había estado trabajando en una nueva regulación de movilidad para la capital. Su objetivo: introducir las nuevas modalidades de transporte en los textos legales. El patinete eléctrico, con su relativa novedad en las calles del país, era una de ellas. Sobre la mesa la pregunta del millón: ¿por dónde se le permitía circular a este vehículo? Las aceras quedaban descartadas, al igual que para las bicicletas, por la elevada velocidad de estos modelos. A unos 24 km/hora, el consistorio consideraba que la seguridad de los peatones se vería comprometida. Una de las primeras, y polémicas, medidas fue la de trasladar la circulación de los patinetes a las vías de "menos de 30". Esto dejaba en un verdadero limbo al sector de los patinetes prácticamente ninguna de las vías de Madrid cumplían esas características. El cambio llegó entonces con el cambio de la mayor parte de las vías de la capital: eso permitía que casi el 80% de las vías de la ciudad pudiesen acoger a los patinetes. Se añadían a esta lista los carriles bici, aceras-bici, sendas y ciclocalles.
Patinetes eléctricos en Madrid: en un limbo legal hasta la llegada de la nueva normativa
Lo supusieron meses complicados para las tecnológicas de los patinetes, con una posible regulación altamente restrictiva al estilo de Barcelona, fue un respiro una vez se publicó el texto en cuestión. Durante un corto espacio de tiempo en realidad. El Ayuntamiento se guardaba una carta bajo la manga para controlar la oferta de patinetes en Madrid.
Carmena obligaría a las compañías de patinetes a presentarse a una suerte de "concurso" en el que se distribuiría el número de patinetes por las calles de la ciudad. El distrito Centro no sería la única zona con patinetes: las tecnológicas tendría que ofrecer su servicio en todos los distritos de Madrid. En dicha concesión de estas autorizaciones se ha tenido en cuenta la superficie transitable en patinete eléctrico por distrito para establecer topes máximos en cada uno de ellos de tal forma que aseguren la convivencia con el resto de modos de movilidad. El total de patinetes en Madrid: 10.000.
Todas aquellas compañías interesadas tendrían que pelearse por las unidades habilitadas, de esas 10.000, en todos los barrios. Finalmente, han sido 8.610 modelos repartidos entre 18 compañías de patinetes. La distribución de patinetes por cada compañía queda, por el momento, en secreto.
Es curiosa, sin embargo, la falta de voluntarios y oferta en ciertos distritos de la capital. Vallecas y Vicálvaro son dos de las regiones más olvidadas por los patinetes, así como las regiones del sur de Madrid tradicionalmente muy olvidadas por la inseguridad de algunas de sus zonas. A excepción de la zona centro, son los barrios de Fuencarral y el Pardo los que ocupan el mayor interés por parte de las compañías solicitantes.
Acciona, Eskay, Voi, Taxify, Scoot, Koko, Ufo, Rideconga, Flash, Mobike, Ari, Tier, Alma, Lime, Motit4u, Wind, Jump Uber y SJV Consulting han sido las elegidas. Por su parte, Bird, Donkey, Movo, Cabcar, Cabify, Taxir y Mygo se han quedado fuera de los repartos por no cumplir los requisitos según explica el Ayuntamiento. Además, algunas de ellas, como es el caso de Mygo, se encuentran en fase piloto, por lo que aún no estaban en disposición de optar al concurso. Desde esta compañía, confirman a Hipertextual, que "no han recibido aún un comunicado oficial por parte del Ayuntamiento". Añaden, además, que Mygo "ha venido cumpliendo con todos los requisitos impuestos por el consistorio, por lo que no entienden la negativa a su solicitud de licencia".
Además, para otorgar las licencias de operación, el Ayuntamiento ha tenido en cuenta otros puntos importantes. Las empresas deben tener seguro para usuarios y terceras personas, geolocalización, así como aplicaciones que impidan que los puntos de inicio y llegada de los trayectos se realicen en zonas por donde no pueden transitar los patinetes eléctricos y otros vehículos de movilidad urbana. Por otro lado, deberán redistribuir diariamente la flota y empezar cada jornada con los patinetes en los barrios y distritos para los que hayan conseguido el permiso.
Ahora queda la duda de qué pasará si llegan nuevas compañías a Madrid. Desde el Ayuntamiento confirman que "se darán licencias por orden de llegada hasta acabar el cupo". Una vez se acaba con esté ya no se dará acceso a nuevas compañías porque se ha superado la capacidad máxima de la ciudad.